Buscamos integrar a un grupo de personas implicadas en
el proyecto, que den lo mejor que tienen: su experiencia, su tiempo, su
interés, su dedicación y… su cariño y su dinero. El grupo no es cerrado, está
abierto a cuantos quieran apuntarse para trabajar esporádicamente, o de forma
continua, o… Cada uno decide cuándo hacerlo.
Con estos ingredientes nos lanzamos a la tarea de
crear una empresa “criadora” de abejas que producen miel en las condiciones más
ecológicas posibles. Una producción de miel orientada inicialmente hacia el
mercado de venta al pequeño comprador, a nuestros familiares, a nuestros
conocidos y, especialmente, al comprador que tiene una conciencia ecológica y
un respeto al medio ambiente. La conciencia ecológica va unida a la ecología de
la pobreza para compartir sus pequeños dineros en la adquisición y consumo de
miel solidaria.
La mayor parte de los beneficios de la producción de
miel irán destinados a proyectos de colaboración internacional en regiones
pobres de países deprimidos.
Nuestro proyecto inicial, a un año vista, se une y
hace cuerpo con Artesanas de Añavieja (empresa productora de aperitivos), la
cual financia una población deprimida de
Ecuador. Hemos elegido Sucumbíos (Ecuador) para destinar nuestras ganancias al
crecimiento de la gente más desfavorecida, los más pobres de entre los pobres,
los necesitados: los niños, los ancianos.
Nuestro proyecto mielero tiene como objetivos
fundamentales el fomento de la educación y la cultura de los pueblos a través
de una escuela y un comedor escolar.
Nuestro proyecto mielero busca hacer “socios” a muchos
colaboradores. Seremos muchos pocos implicados en el proyecto. Dispuestos para
extraer los panales de las colmenas, para extraer la miel en la prensa, para
envasar la miel en tarros, para vender miel a familiares, conocidos y cuantos
quieran adquirir nuestro producto.
José Manuel, su mujer María del Carmen y nuestros
hijos, Alberto y María, asumimos el inicio del proyecto y a él uniremos las
voces, las fuerzas, el interés y las múltiples colaboraciones que nos brindéis
vosotros: familiares, amigos...
Necesitamos ayuda de todo tipo. Hemos destinado dinero
de nuestros ahorros para construir cien
colmenas (unos 3.000 €). Hasta la fecha hemos construido 31, nos las hemos
montado por piezas, hemos destinado horas y horas de trabajo. En este verano de
2009 hemos destinado más dinero para adquirir otras 70 colmenas. Y nos las
vamos a construir en la cochera de la casa de Añavieja.
Además, estamos aprendiendo a trabajar con las abejas.
Nos están ayudando dos buenos colaboradores y esperamos que con el paso del
tiempo, con los errores cometidos y con mucha observación y lectura adquiramos
los mínimos para ir manejando nuestro colmenar con algo de soltura. Estamos
empeñados en ello y estamos dispuestos a aprender.
El proyecto va a ser duro de sacar adelante, pero lo
miramos con optimismo, sin pensar en hacernos ricos. Trabajamos con la
esperanza de crear un grupo humano solidario que se una a nuestra pequeña
apuesta, la cual se irá engrandeciendo poco a poco con la ayuda de Dios y el
empeño de todos.
Invitamos a todos cuantos os queráis unir al proyecto.
¿Estamos locos? Puede que sí estemos un poco locos, pero necesitamos disponer
de unos gramos de locura liberadora para sacar esto adelante porque la aventura
“tiene mucho tomate”.
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