Días pasados recibimos una carta del Padre carmelita descalzo, Pedro Luis Rodríguez, y de la coordinadora de las Casas de los Niños de Ecuador, Gladys Chuquirima.
No voy a comentar nada sobre el contenido de la misma y la gravedad de lo que allí se narra. La copio directamente aquí para que todos los que seguís este bloc seáis conscientes de que el COVID19 no sólo ha afectado a las personas adultas (especialmente los ancianos), sino que también ha afectado a los niños, sobre todo a los NIÑOS MÁS POBRES Y DESFAVORECIDOS.
Lean la carta, reflexionen sobre lo que en ella nos narran y valoren lo privilegiados que somos todos los que tenemos FAMILIA, buena POSICIÓN ECONOMICA y formamos parte del PRIMER MUNDO privilegiado.
Hasta la próxima misiva y reciban un saludo virtual de
José Manuel (Casi todos los párrafos con letra negrita los he remarcado yo)
Queridos amigos de las Casas de los
Niños:
Un abrazo fraterno y un saludo de
Pascua a todos. A pesar de la situación, Cristo ha resucitado y nos ha dicho: “No
tengan miedo, ¡Vayan a mis hermanos!”. Hace tiempo que no le escribía
estas cartas laaaargas… En estos días en que los medios de comunicación nos
están bombardeando con noticias no muy agradables que vienen de España, y de
todo el mundo, y que en Ecuador nos hacen “poner nuestras barbas a remojar”. Y
como he recibido tantos mensajes preguntando: “¿Cómo estás? He visto las
imágenes de los muertos en Ecuador y me he asustado…” Por eso, me he puesto a
contar un poco cómo estoy. Y quería contarlo desde las Casas de los Niños, y
mandarle, a usted, que forma parte de esta familia, sea en Ecuador o en España,
un abrazo de solidaridad y apoyo en estos momentos tan delicados, y a la vez,
informarle de nuestra situación, pues por acá, aunque vamos un poco más tarde
que por ahí, también nos está atacando fuerte, especialmente en Guayaquil.
Quiero compartirle algo de nuestra
realidad y las realidades de muchos niños y familias frente a esta emergencia
sanitaria. Como usted ya sabe la Fundación Casa de los Niños Santa
Teresita, tiene 9 presencias en Ecuador, en la Zona de Cascales son 7 Casas de los Niños, una en Guayaquil, otra en Cuenca
y una en Tucumán, en Argentina. Tenemos también un Centro de Día de Adultos Mayores para 40 adultos, con comedor, y otros dos comedores para 150 niñas y niños que están pasando por
necesidades especiales. Uno de estos comedores, el de La Troncal, acababa de inaugurarse, así como la Casa de los Niños
de Cuenca. También estaba para
comenzar una nueva Casa de los Niños, con comedor, en Lumbaqui. Esta era nuestra “hermosa realidad” hace poco más de un
mes, antes de que llegara esta visita inesperada de este bichito.
El jueves 12 de marzo, tras declararse los primeros casos en Ecuador,
el primero, dicen, fue de una emigrante ecuatoriana que vivía en España, se suspendieron las clases en todo el país, y con ellas,
también tuvimos que suspender
temporalmente todas las Casas de los Niños, y ¿cómo no? todos los
comedores, pues con la suspensión de clases, se declaró en todo el país una
cuarentena por la que había que estar en casa. Se fueron aumentando las
restricciones hasta que en el momento actual, hay un “toque de queda” (no se puede salir por nada), desde las dos de la
tarde hasta las cinco de la mañana del día siguiente. Está claro que no se
puede ni salir a ayudar a la gente. No se pueden tener reuniones, clases ni
misas o cualquier otro evento. Creo que todo esto, ya lo conoce usted, pues es
similar a España. El personal que trabaja con nosotros, siguieron trabajando en
sus casas preparando materiales que les servirán para el futuro. Pero solo marzo.
Esta es la realidad, informativamente
hablando. Llevamos ya más de un mes recluidos, pero nos podemos preguntar:
¿Cuál es la realidad de puertas adentro, la que no aparece en las noticias? Voy
a ver cómo lo podemos decir sin extendernos mucho
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Somos
conscientes que todos estamos viviendo una incertidumbre, todos estamos
preocupados, muchos no podemos estar con nuestras familias en España como yo, o
en Ecuador como otros, etc… pero las realidades de las familias y niños que día
a día atendemos en las Casas, es muy, pero muy crítica… si en su vida normal, sin
emergencia sanitaria, viven en la extrema pobreza, pues muchos niños están
abandonados por sus familias, viven solos, viven lejos, otros padres y madres
de familia, que viven trabajando al diario para poder comer… imagínense ahora
con todo paralizado, sin trabajo, sin ingresos…
ü
En
Cascales, hay muchos niños que
durante el año escolar, viven solos, sus padres están en las fincas muy lejos
del centro poblado. Únicamente por los estudios, los niños deben salir al
centro poblado de Cascales. Justamente el 12 de marzo, sin avisar, el gobierno
ecuatoriano suspendió las clases y la movilidad por la emergencia sanitaria.
Por esta razón, a muchos niños y padres no les dio tiempo para regresar a sus
casas, estaban solos en sus casas y otros por las calles, sin saber qué hacer,
en la inocencia de los niños sin saber qué era lo que pasaba. La educadora de
la Casa de los Niños, Angelita Cortés, fue a visitarlos y a dejarles algunos
insumos y comida. Los niños no entendían lo que pasaba, con incertidumbre y
lágrimas en sus ojos, pedían ir con sus padres. Finalmente pudimos conseguir un
transporte de la municipalidad para llevarlos a casa con sus padres.
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En
las ciudades de Ecuador, se pretende que el año lectivo actual, acabe por
internet, pues acaba en junio. La realidad en Cascales y en la provincia, es
que más del 65% de la población no cuenta con acceso a los medios tecnológicos,
no tiene internet, ni siquiera una computadora, mucho más, no hay señal para
llamadas telefónicas, o no hay luz en muchas casas de las fincas de estos niños.
El Ministerio de Educación, habilitó una plataforma virtual para el estudio de
los niños en casa, y eso nos preocupa mucho, nuestros niños ya han sido
excluidos del sistema escolar, no están tomados en cuenta. Diariamente, estos
niños acudían a las Casas de los Niños para ser apoyados en sus tareas, ahí
tenían aunque sólo fueran unas mesas para hacer sus deberes, niños con
discapacidad que con sus madres acudían para que les ayudemos…. Como es el caso
de doña Gladys, tiene el 80% de discapacidad intelectual y 60% de discapacidad
física, tiene dos niños y todos los días estaba en la Casa de los Niños para
que la promotora le apoye a sus niños en las tareas, una madre que hace todo por
sus niños, ella desde casa no les puede ayudar a través del internet, vive sola
con ellos…. Y así podría nombrar muchos casos más…
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Las
Casas de los Niños y los comedores han sido cerrados hasta que pase la
emergencia, que pensamos que no será pronto. Esto nos preocupa, y algunas cosas
más:
o Los niños de La Troncal, una comunidad muy lejana, donde tenemos una Casa de los
Niños, que no cuenta con internet, la energía eléctrica es suministrada por
horas, y donde existen muchos niños con discapacidad, 25 niños con desnutrición
severa, (lo dijo el médico de Cascales, que llevamos para que les hagan todos
los exámenes).
o Desde la Casa de los Niños, hemos
coordinado con las autoridades de Cascales para hacer una lista de familias que
ya necesitaban de alimentos. Estas familias esperamos que sean atendidas. Actualmente
ya se han repartido, según nos han dicho, 3.500 kits de alimentos. También a la
Fundación nos han pedido la información de las personas adultas mayores más
necesitadas.
o Nos preocupa que esta situación siga y
que no podamos apoyar sobre todo con alimentación a las familias en condiciones
más vulnerables.
o Nos preocupa un final de curso escolar
por internet donde nuestros niños quedarían excluidos. Queremos acompañarlos,
si ellos no pueden venir, nosotros poder llegar a ellos, pero es muy complicado
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En
la vía Quito, donde yo vivo, todavía
no tenemos casos con coronavirus confirmados, estamos tranquilos, pero con
mucho miedo porque en Lago Agrio ya hay muchos positivos y de gente conocida. Sobre
todo nos preocupa que en Sucumbíos no hay
un hospital preparado para la atención y a todos los envían a Quito. Hace
pocos días los dos únicos respiradores que tenían en el hospital, los han
llevado a otras provincias. Si en Ecuador está mal la situación sanitaria, en Sucumbíos
es peor. Otro tema es que al gobierno no le interesa decir los casos de gente
con coronavirus. Sabemos que esto pasa en todos los países, pero… en Sucumbíos
con más razones, pues al ser una provincia petrolera, no se plantean parar la
producción, y siguen con su trabajo normal. Pero a la gente que trabaja en las
petroleras, tampoco les están dotando de equipos de protección personal…
SITUACIÓN ESPECIAL DE
GUAYAQUIL:
Como sabe, hasta hace año y medio, yo
vivía en esta ciudad de la Costa, la ciudad financiera del país, la Perla del
Pacífico. Aunque esto ya parece un testamento, les pido un poco de paciencia
para contarles algo de Guayaquil. Imágenes de esta ciudad, es lo que ustedes
están viendo por las noticias de la televisión, pues rápido, han recorrido el
mundo globalizado. En Guayaquil tenemos una Casa de los Niños, que está en el
centro de la ciudad, que es una zona muy deprimida, de mucho comercio, de mucha
gente, de mucho ruido, de prostitución… Esta casa, comenzó atendiendo a los
niños de unas “casas” (¿¿??), pobres de solemnidad, de emigrantes indígenas, de
la sierra de Ecuador, así como a niñas y niños hijas de las personas que
trabajan en la prostitución ahí mismo. A estos, se sumaron en igual cantidad,
niños y niñas emigrantes de Venezuela, que al estar sus papás recién llegados,
no tenían dónde quedarse cuando sus papás vendían cualquier cosa en los
semáforos.
Al llegar la famosa pandemia,
Guayaquil, zona de gran emigración a España e Italia, recibió los primeros
casos de familias ecuatorianas que vivían en Europa. Pueden imaginar, que si el
sistema sanitario se ha colapsado en países del llamado “primer mundo”, ¿qué
iba a pasar aquí? Pues pasó, y antes que se colapsaran los hospitales, se colapsó el sistema funerario.
¿Por qué? Sencillamente por el pánico. Al principio no había muchos muertos,
pero, por miedo al contagio, el Gobierno se comprometió a recoger los
cadáveres. Fueran los muertos del virus o de lo que fueran, las familias debían
comunicar el fallecimiento y tenerlos en sus casas hasta que pasaban los
encargados a retirarlos. El clima de Guayaquil en estos meses es de un calor y
humedad insoportables, por lo que los difuntos se estropeaban rápidamente. Cuando
pasaban dos días y nadie venía a buscarlos, los tenían que sacar a la calle
porque ya no aguantaban el hedor. Los vecinos que tenían miedo al contagio,
aunque hubiera muerto por un accidente, a veces le prendían fuego para que se
quemaran y desaparecieran de las calles… Estas han sido las imágenes que han
visto tan terribles. Un segundo paso ha sido el colapso de los hospitales que está siendo más grave
todavía. Como se sigue sin retirar los cadáveres, se juntan en cualquier sala o
aparcamiento de los hospitales que no dan abasto ya con nada. Muchos doctores
están en cuarentena por contagio al no haber tenido ninguna protección y lo
peor pensamos que está por venir, pues al día de hoy, 14 de abril, todavía no
se llega al famoso pico…
Con todo esto, la situación de las familias de los niños de la Casa de los Niños
de Guayaquil, se imaginan que ha pasado de ser muy mala a ser… catastrófica,
pues al no poder salir a la calle, que era la que les daba el sustento para
vivir, y al vivir totalmente al diario, ya no pueden comer, ni mucho menos
pagar el alquiler de los cuartos donde vivían… muchos han sido echados de sus
alquileres en una situación como la actual. Algunos han vuelto a Venezuela, su
país, y están retenidos en la frontera… Es grande la solidaridad del pueblo
ecuatoriano, y mucha gente está viviendo de esa solidaridad que es la Seguridad
Social de los pobres. Podría seguir con detalles que ustedes ya se pueden
imaginar.
No quería yo ser trágico en este
relato, pero esta es la realidad. A nivel personal, decirle que yo vivo en el
Nororiente, zona del Amazonas, en Sucumbíos, donde están las 7 Casas y los tres
comedores, donde ha habido pocos casos y casi todos en la capital Lago Agrio.
Llevamos 33 días recluidos en casa, los mismos que en España, sin ninguna
salida pastoral, sin las misas ni visitas a las comunidades. Uno se siente
inútil al no poder hacer nada. Y además, estar seguro que lo mejor que puedes
hacer es no hacer nada, para no contagiar a nadie… Vivo en una casa prestada,
gratuita… con dos hermanas gemelas de Venezuela y la hija de una de ellas de 9
años. Ellas vivían en Guayaquil en parecida situación de las narradas, pero por
“casualidad” les tocó aquí y se están librando conmigo de la tormenta que
seguro les habría tocado en Guayaquil…
Si ha llegado hasta este punto, de
este documento tan laaaargo, y no se aburrió antes, es seguro que nos quiere
mucho… jajaja… le doy las gracias. Algo bueno seguro que sacaremos de esta
situación, al menos daremos más importancia a las cosas pequeñas, seremos más
solidarios y tomaremos en serio lo importante de la vida. Gracias a usted por
todo lo que ha hecho por nosotros, bueno, por nuestros niños… GRACIAS DE
CORAZÓN.
Pedro Luis Rodríguez y Gladys
Chuquirima
Fotografía tomada hace ya varios años con matrimonio voluntario de Arnedo (José Antonio y Beatriz) y la donación de una ambulancia del gobierno de La Rioja (España). Eran "buenos tiempos".
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