sábado, 24 de agosto de 2024

VERANO DEL 2024 INTENSO

 ¡Uf! Hace ya muchas lunas que no escribo en este diario de apicultor. La verdad sea dicha, es que no he podido hacerlo porque he pasado un mes y medio en mi pueblo haciendo cosas, muchas cosas, tantas que no me quedaba tiempo para pensar. Además, el acceso a internet allí es como un vacío porque estoy hablando de la España vaciada.

Los primeros días de julio aún estaba con fuerza para darle caña a las bicicletas de carretera y de montaña. Luego esa "fiebre ciclista" fue amainando y la he mantenido con 3 días por semana, a primera hora, con recorridos cortos que no han llegado a los 50 km.

Me propuse crear tres recorridos de RL (Rutas Locales) y las hice. Me costó esfuerzo y pundonor llevarlas a cabo porque me vi muy solo. Tuve la colaboración de dos amigos veteranos de más de ochenta años, pero poco más. Los jóvenes y las jóvenes son como una inversión a fondo perdido, ji ji, ja, ja y poco más.

También he vivido los ensayos del coro y los ensayos de la obra de teatro con personas del pueblo. Han sido interesantísimos, comunicativos, creativos... Después hemos tenido las actuaciones en varios pueblos, las cuales nos han permitido conocernos un poco más, interactuar y aprender unos de otros.

Podar setos hasta mediodía, cargar camiones de cerdos a primera hora de la mañana... y otras muchas cosas relacionadas con los trabajos en el pueblo... han formado parte de mi día a día. Y sólo puedo dar gracias a la vida porque me permite hacerlo, ayudar, ser corresponsable con los beneficios que me concede el convivir con gente sencilla de pueblo.

¿Y qué decir de las abejas? Pues poco, porque el verano ha sido seco, seco, seco y las abejas no han podido trabajar. Hace dos semanas cayeron 27 litros de lluvia y fruto de ello pudimos sacer 250 kg de miel, pero ahí se acabó la cosa. Estaba encantado con el resultado de la primavera, con las colmenas llenas a tope de abejas y de mucha cría, pero como no ha llovido en verano he pagado las consecuencias. El pasado viernes recogí 7 colmenas muertas, sin abejas, pero llenas de polilla. Si esto sigue así voy a tener que montar un cementerio de colmenas.

Espero que la situación cambie si se producen lluvias porque en este momento las encinas están produciendo bellotas y el brezo se ve potente. Pero si no llueve, la bellota no producirá mielato y el brezo será muy brillante y bonito, pero nada carnoso para producir miel.

Sea como fuere, sigo en la lucha y con la esperanza de  que haya un "cambio climático" a positivo.

martes, 28 de mayo de 2024

APICULTURA EN EL CEIP "SOR MARÍA DE JESUS", DE ÁGREDA (SORIA)

 El día 17 de mayo disfrutamos de una experiencias pedagógica y educativa con todos los alumnos y los profesores del CEIP "Sor María de Jesús", de Ágreda.

Nos servimos de nuestros materiales didácticos (Power Point) y de nuestras herramientas de trabajo en el campo (colmena, alza, cuadros, alzacuadros, ahumador...).

La primera hora de la mañana estuvo dirigida a los alumnos de Infantil (4,5,6 años). Aproximadamente 75 niños. Fue una explicación sencilla, muy visual.

La segunda hora y cuarto estuvo orientada a los alumnos de 1º, 2º y 3º de Primaria. Fue muy emocionante porque los niños querían saber y seguían nuestras explicaciones con mucha atención.

Durante el recreo se les repartió a todos los alumnos del centro un almuerzo a base de tostadas de pan con aceite y miel, un trozo de queso fresco, medio plátano. Fue un almuerzo muy saludable, preparado por padres y madres de familia de los alumnos.

Después del recreo realizamos la exposición a los alumnos de 4º, 5º y 6º de Primaria. Los más jovencitos estuvieron atentos, pero el cansancio del fin de la mañana hizo que acabáramos la explicación  y evitáramos agobiarlos con muchas explicaciones.

La experiencia resultó fascinante. Hemos de destacar la presencia del profesorado, muy implicado en su labor educativa porque habían concienciado a los alumnos acerca del tema. Igualmente, destacamos la colaboración de las madres y padres de familia.

En síntesis: una experiencia agradable, encantadora y muy positiva. En total nos relacionamos con, aproximadamente, 270 alumnos y todo el profesorado del centro. Además, al final de la mañana pasaron muchas madres y padres a comprar miel, cremas, propóleo.

Quiero volver a destacar la implicación del profesorado del centro por llevar a cabo este tipo de experiencias, de aprendizaje. Y mención especial para el Equipo Directivo del colegio y para la maestra Beatriz Ruiz, por su entrega, dinamismo...

sábado, 4 de mayo de 2024

EL HOMBRE ES EL ÚNICO ANIMAL QUE TROPIEZA DOS VECES EN LA MISMA PIEDRA

 El título al que hace referencia esta "crónica" no es exacto, pero puede servir para el caso.

Ved, sino, la necedad del que os narra lo acontecido estas semanas, es decir lo que me ha acontecido a mí. Cuando hice el primer viaje de colmenas cerré 24 cajas para cargarlas en el carro. Pues bien, cuando iba a cargar la número 24 se me ocurrió cargar dos núcleos en lugar de esa colmena. Y no me acordé de que había cerrado la piquera. Una semana después fui a hacer otro viaje de colmenas y me quedé sobrecogido cuando descubrí que había dejado cerrada esa colmena durante siete días. Levanté la tapa de la colmena y descubrí una capa de abejas muertas de 5 cm de altura. Era mi mejor colmena, la mejor, la más poblada. Y yo la había asfixiado. Estuve toda la semana lamentándome y diciéndome que no volvería a cometer más errores, que pensaría las cosas dos veces antes de darlas por acertadas.

Pues bien, dos semanas después, ayer mismo, volví a cometer otro error por no reflexionar. Sucedió que, al revisar las colmenas para ponerles alza, una de ellas tenía 2 realeras a punto de nacer. Como era una colmena muy poblada, quería ponerle alza. Pensé (sólo por unos instantes) que aquellas dos realeras podían deshacer la colmena, provocar una enjambrazón y... No pensé más, no fui consciente de que aquellas dos realeras eran un regalo de la Providencia y las aplasté. Después continué revisando colmenas y poniendo alzas a las colmenas fuertes. Llegué hasta una colmena muy poblada de abejas pero de comportamiento extraño. Saqué un cuadro y descubrí que era una colmena zanganera, fuerte de abejas, pero sin reina. En ese mismo instante fui consciente de mi error, de mi falta de reflexión. Si no hubiese aplastado las dos realeras, una de ellas me podría haber servido para facilitar reina para esa colmena. Continué poniendo alzas y llegué hasta otra colmena en la que sucedía lo mismo que en la anterior, es decir, estaba llena de abejas pero no tenía reina. Aquí podría haber puesto la segunda reina que había aplastado. Volví a casa con la sensación de que había perdido el día, la mañana y había viajado 250 kilómetros para cometer un "abejicidio".

No me quiero autodestruir haciendo más comentarios. Lo que narro tiene finalidad didáctica para que otros, vosotros, vosotras, reflexionéis en vuestro trabajo con las abejas y no toméis decisiones precipitadas, aunque os agobie el mal tiempo o el viento fuerte (ese fue mi caso).

Por otra parte, estoy satisfecho del trabajo de este año. Eso por el momento, luego ya veremos. Tengo puesta el alza a 50 colmenas y espero añadir algunas más el próximo fin de semana porque el campo tira, hay floración y las abejas progresan.

Y por hoy ya tengo bastante. He confesado mi "mea culpa". Espero que en próximos escritos narre algo positivo que os pueda servir a los lectores y que a mí me haga sentir que soy un apicultor medianamente bueno.

Nos leemos en la próxima.

sábado, 20 de abril de 2024

FIN DEL TRASLADO DE COLMENAS

 Concluí con el traslado de colmenas.

El catarro y la tos me han debilitado, pero el entrenamiento en el levantamiento de pesas durante estos últimos meses han permitido que levantara, cargara y descargara colmenas sin llegar a sentirme una persona inválida. Bien es verdad que, a veces, los ataques de tos me desmoralizaban.

En fin, que la Providencia me ha echado una mano y durante estos dos días he realizado los dos últimos traslados de colmenas. El jueves retiré las alzas de todas las colmenas y trasladé la mitad de ellas por la noche al asentamiento de Añavieja. Al día siguiente les volví a poner las alzas porque estaban muy fuertes y tenía miedo de que enjambraran. ¡Qué agresivas estaban y cuántos picotazos recibí!

En la noche del viernes hice el segundo viaje de colmenas y descubrí, para mi desgracia, que la semana anterior había dejado una colmena cerrada, la cual no había trasladado. Esta colmena tenía miles de abejas muertas, estaba arruinada, era una de las mejores colmenas y yo la había matada por negligencia. Este tipo de acontecimientos suceden cuando no se está bien y la cabeza y el cuerpo van a la deriva.

Hoy, sábado, he acudido al asentamiento acompañado de Abdulah, el marroquí que está aprendiendo a trabajar con las abejas. Hemos puesto las alzas y ahí hemos descubierto la colmena muerta, con miles de abejas muertas entre la tapa y la contratapa. Abdulah ha sentido pena por lo ocurrido y lamentaba más esas muertes que los picotazos de abejas que ha recibido mientras poníamos las alzas.

Tengo que reconocer que el traslado de las colmenas podría haber esperado dos semanas más porque en Valverde las colmenas estaban a resguardo del viento, del frío. En Añavieja también están a resguardo, en mitad del monte cara al sol, pero las temperaturas son muy bajas. Han transcurrido dos días con temperaturas a -2º. Aunque el entorno está invadido por las flores de romero, las abejas no suben al alza a trabajar ni salen al campo a causa de esas bajas temperaturas. Nunca sé cómo debo actuar con acierto y estos errores me desmoralizan.

Hoy y mañana anuncian buenas temperaturas en Añavieja, pero a partir del lunes vuelven a bajar las temperaturas. Si a las malas temperaturas añadimos la falta de lluvias, nos volvemos a encontrar con los dos factores más peligrosos para las abejas. Por si acaso, a las colmenas sin alza las hemos alimentado para que puedan sobrevivir esta semana. El próximo jueves las revisaré y alimentaré en el caso de que continúen las bajas temperaturas.

En otro orden de cosas, este fin de semana hemos aumentado las ventas de miel en Logroño y en Añavieja. Abdulah también se ha llevado miel de los tres tipos para ver si consigue vender miel entre la comunidad de vecinos marroquíes de Ágreda. Espero y deseo que la venta de miel se incremente y vayamos dando salida al stock que tenemos en casa.

Esto es todo por ahora. Aunque tenemos defectos y acumulamos carencias, también vamos teniendo algunos aciertos.




lunes, 15 de abril de 2024

TRASLADO DE COLMENAS

 Este fin de semana - 12,13,14 abril - lo he destinado a hacer el primer traslado de colmenas desde Valverde de Ágreda hasta Añavieja. 

¿Por qué? Pues porque salí a dar un paseo por el monte de Añavieja y descubrí que estaba con todo el romero florecido. El campo, el bosque, el encinar eran una explosión de color morado y blanco. ¡Parecía una explosión de alegría y de ilusión!

Así es que volví hacia casa, cogí el Terrano y el remolque y trasladé 24 colmenas en la noche del sábado. Fue dificultoso el traslado porque estoy padeciendo una bronquitis pulmonar con fiebre y esputos de color verde, acompañada de tos agónica.

He decidido que este próximo jueves vuelvo a Añavieja. Cogeré el Terrano y el carro y bajaré hasta Valverde. Retiraré las alzas a las colmenas, cargaré el primer viaje y al día siguiente cargaré el siguiente viaje. Lo tengo decidido porque en Valverde apenas hay tomillo florecido como consecuencia de la gran sequía del año pasado. Sucedió que el año pasado se secaron muchos tomillos y ahora apenas hay floraciones de romero y tomillo.

Por el contrario, en Añavieja florece el romero y algo el tomillo. La causa de este fenómeno viene propiciada porque el bosque de encinas protegió contra la sequía a las plantas pequeñas. Además, las dos grandes tormentas del año pasado arrojaron mucha agua. Ese agua se filtró en el suelo de arena del bosque y ahora las plantas tienen frescor y fuerza.

Lo dicho, el jueves trabajaremos a gusto y el viernes disfrutaremos de traslados. Espero que para ese día, la fiebre, la tos y los mareos hayan menguado y mi cuerpo esté suficientemente fuerte para afrontar el trabajo.

domingo, 7 de abril de 2024

INICIAMOS AÑO, AUNQUE SEA EN ABRIL

 Ayer estuve en Añavieja. Cargué el Nissan Terrano con alzas y bolsas de alimento y me dirigí al asentamiento de Valverde de Ágreda.

Sorpresa, todas las colmenas tenían las tapas puestas, el aire no se había llevado ninguna. Digo lo de las tapas porque hace 4 semanas y hace 6 semanas hubo tales ventoleras que se llevaron 11 tapas de colmenas y fallecieron por frío y agua las 11 colmenas. ¡Un desastre!

Ayer disfruté de una buena mañana, alimenté a las colmenas para excitar a las reinas y me "inventé" dos colmenas nuevas cogiendo cría con huevo de 1 día y añadiendo abejas a las dos colmenas. Es curioso el fenómeno de la "deriva", pero ayer, en la última colmenas había más de 50.000 abejas. Eran fruto de la deriva de dichas abejas que, al volver a sus colmenas, y empujadas por los fuertes vientos, habían superpoblado la última colmena. Con dichas abejas cree dos nuevas colmenas. Me pregunto: ¿funcionará el invento? Lo veremos en las próximas semanas.

He descubierto, para mi sorpresa, que ya tengo puestas 17 alzas y algunas de ellas están con los cuadros llenos de miel de romero y tomillo. ¡Bienvenida sea esta miel, de la cual no probaba desde hace dos años como consecuencia de las sequías!

Y por último, y como grata sorpresa, he comenzado a tener un nuevo alumno. Es marroquí, se llama Abdulah, y parece que tiene ganas de hacerse con varias colmenas. Ha comprado varios núcleos de abejas. Le he regalado 4 colmenas, 4 alzas, muchos cuadros estirados y el alimento para alimentar a las colmenas durante estos dos meses. En fin, que espero que aprenda lo básico mientras me acompaña y en el futuro consuma de la miel de sus abejas.

Espero que el próximo fin de semana pueda poner muchas alzas a las colmenas y pasar los núcleos de las abejas de Abdulah a colmenas. Si es así, lo celebraremos.

Y nada más por ahora, estamos disfrutando de un buen tiempo después de vivir 2 semanas de lloviznas, frío y fuertes vientos.

miércoles, 7 de febrero de 2024

SACAR MIEL A DESTIEMPO

 ¡Ay, si es que no aprendo!

No estoy seguro de haberlo mencionado en comunicaciones precedentes, pero es que si no meto la pata una vez es porque la meto dos veces. Tenía que haber retirado la miel que había en las colmenas en el mes de octubre, pero no lo hice. ¿Por qué? Pues porque ya habíamos extraído miel en dos ocasiones y habíamos limpiado el extractor y todo el obrador. Estábamos rebosantes de miel, cada colmena había producido 35 kg de miel de media. Y mi esposa y yo nos decíamos: ¿para qué queremos más? La Providencia nos ha sido generosa.

En esos primeros días de octubre, las colmenas estaban con la miel justa y suficiente para que las abejas pasaran el invierno y los cuadros 1,2,9 y 10 estaban vacíos. Pero sucedió que llovió, no muchas litros, pero sí los suficientes para que refloreciera el brezo y las abejas volvieran a llenar TODOS los cuadros con miel.

A finales del pasado mes de enero - hace 3 semanas - quise cambiar las colmenas de lugar y llevarlas a Valverde para que polinizaran los almendros. Ese fue el momento en el que fui consciente de cuánta miel había en las colmenas. Casi todas las colmenas pesaban los 40 kg. ¡Una barbaridad! Resultaba fatigoso cogerlas, llevarlas hasta el carro y colocarlas organizadas en 3 pisos. El segundo viaje de colmenas me resultó penoso, los dedos apenas podían soportar el peso de las colmenas. ¡Menos mal  que en los meses de diciembre y de enero estuve ejercitando la musculación con levantamiento de pesas, cuclillas y otros ejercicios de potenciación muscular! Pero no había ejercitado los dedos de las manos, y mi trabajo concluyó con dolores de falanges. ¡En fin, que no aprendo!

Estuvimos sacando la miel este fin de semana y resultó costosísimo porque la miel estaba fría y no salía de las celdillas. Tuvimos las alzas metidas en una pequeña habitación con calor durante un día y, pese a ello, resultó costosísimo en tiempo y energía poder sacar la miel. Al final, y después de muchas horas, extrajimos 250 kg de miel.

Después de coger los cuadros con miel de las colmenas, repuse los huecos con cuadros vacíos de miel para que las abejas estiraran la cera y las reinas comenzaran a poner huevos. A la par, y cuando cerraba cada colmena, le ponía una bolsa de alimento azucarado, muy licuado, para excitar a las reinas y que comenzaran a poner huevos. La sensación que tuve al trabajar todas las colmenas, es que esta primavera están más fuertes que en años precedentes. Ahora sólo falta pedir a la Providencia que nos envíe la lluvia para que florezcan los almendros, los polinicen las abejas y las colmenas se llenen con mucha cría.

En los dos años precedentes apenas sacamos miel (creo recordar que extrajimos en torno a 450 kg). La consecuencia fue nefasta porque al no servir a los clientes habituales, éstos se buscaron otros apicultores de aprovisionamiento. Este año, que tenemos mucha miel, ¡no tenemos clientes! Nos quedan 700 kg de miel embotada en frascos, pero no hay demanda de clientes.

El trabajo en el campo, y más siendo manual, es muy laborioso y a la par es incierto en resultados. Comienza el año apícola, me creo expectativas, planifico y viene la incertidumbre de si lloverá y habrá cosecha o tendré que comprar azúcar para alimentar las colmenas y que no se mueran de hambre.

Bien, bien, por hoy ya "he llorado" bastante. El próximo día publicaré el siguiente capítulo acerca de cómo viene el año y qué expectativas contemplo.

Sed felices, diseñar en vuestra mente cosas positivas, dad gracias por cada día que amanece y salid a pasear y dar oxígeno a vuestros pulmones. Nos leemos en la próxima

jueves, 18 de enero de 2024

DAMOS INICIO AL AÑO APÍCOLA

 Aunque el tiempo no aconseja mover las colmenas, yo las he cambiado de asentamiento hoy.

Miré ayer el pronóstico del tiempo para los días venideros y quedé desconcertado porque anunciaban posibles nevadas y fuertes vientos con rachas. Así es que hoy me he levando pronto, he viajado hasta Añavieja y, a lo largo de la mañana, he trasladado las colmenas desde Añavieja a Valverde de Ágreda.

Han sido dos viajes fáciles de hacer porque el recorrido suponía pasar de los 1.100 metros de Añavieja a los 900 de Valverde.  Han mejorado las pistas parcelarias y el trayecto es, en general, lígero y cómodo. Había buena temperatura aun cuando el fuerte viento no era un factor positivo. A la hora de comer ya había hecho los traslados de colmenas.

Pero, y ahí viene el aprendizaje de mi maestro Íñigo, las colmenas pesaban más de 40 kilogramos y las he pasado canutas aun cuando llevo varias semanas haciendo pesas para facilitar el trabajo. La pregunta es: ¿cómo pueden pesar tanto las colmenas? La respuesta es sencilla. El año pasado sacamos miel en dos ocasiones y obtuvimos buenos resultados. Creo que fueron algo más de 1.700 kg con 50 colmenas. Cuando acabamos de sacar la miel a finales de septiembre, limpiamos los maduradores, los extractores y todos los equipos. Pero siguieron días de buenas temperaturas y cayó una tormenta. Y ahí estuvo el quid de la cuestión pues las abejas siguieron trabajando y metiendo miel.

Hoy, trasladar las colmenas al carro, apilarlas hasta 3 alturas y después volverlas a descargar y colocar en el nuevo asentamiento, ha supuesto un esfuerzo notable. Las puntas de los dedos de las manos no soportaban el peso cuando ya quedaban pocas colmenas por colocar. ¡Uf! ¡Qué malos ratos he pasado!

El próximo año no limpiaremos los equipos de extracción hasta noviembre.

Y ahora viene lo mejor. Tengo que sacar toda la miel que no saqué en noviembre porque en este momento las colmenas están llenas de miel y las reinas no pueden hacer la puesta y se bloquean las colmenas. ¡Vaya gracia, sacar miel de brezo en marzo!

Y nada más por ahora. Cuando comience los trabajos iré reflexionando y tomando notas en este "memorandum". Es que no tengo remedio, cada año meto la pata en algún trabajo.

Un saludo para tod@s.

José Manuel