miércoles, 30 de diciembre de 2009

ASÍ PENSÁBAMOS EN EL AÑO 2009

Un proyecto pensado y diseñado para crear felicidad. Por una parte se trata de un compromiso con gente necesitada en el Tercer Mundo, y por otra parte, un trabajo de producción de miel creativo, innovador y respetuoso con el medio ambiente.
Buscamos integrar a un grupo de personas implicadas en el proyecto, que den lo mejor que tienen: su experiencia, su tiempo, su interés, su dedicación y… su cariño y su dinero. El grupo no es cerrado, está abierto a cuantos quieran apuntarse para trabajar esporádicamente, o de forma continua, o… Cada uno decide cuándo hacerlo.
Con estos ingredientes nos lanzamos a la tarea de crear una empresa “criadora” de abejas que producen miel en las condiciones más ecológicas posibles. Una producción de miel orientada inicialmente hacia el mercado de venta al pequeño comprador, a nuestros familiares, a nuestros conocidos y, especialmente, al comprador que tiene una conciencia ecológica y un respeto al medio ambiente. La conciencia ecológica va unida a la ecología de la pobreza para compartir sus pequeños dineros en la adquisición y consumo de miel solidaria.
La mayor parte de los beneficios de la producción de miel irán destinados a proyectos de colaboración internacional en regiones pobres de países deprimidos.
Nuestro proyecto inicial, a un año vista, se une y hace cuerpo con Artesanas de Añavieja (empresa productora de aperitivos), la cual financia  una población deprimida de Ecuador. Hemos elegido Sucumbíos (Ecuador) para destinar nuestras ganancias al crecimiento de la gente más desfavorecida, los más pobres de entre los pobres, los necesitados: los niños, los ancianos.
Nuestro proyecto mielero tiene como objetivos fundamentales el fomento de la educación y la cultura de los pueblos a través de una escuela y un comedor escolar.
Nuestro proyecto mielero busca hacer “socios” a muchos colaboradores. Seremos muchos pocos implicados en el proyecto. Dispuestos para extraer los panales de las colmenas, para extraer la miel en la prensa, para envasar la miel en tarros, para vender miel a familiares, conocidos y cuantos quieran adquirir nuestro producto.
José Manuel, su mujer María del Carmen y nuestros hijos, Alberto y María, asumimos el inicio del proyecto y a él uniremos las voces, las fuerzas, el interés y las múltiples colaboraciones que nos brindéis vosotros: familiares, amigos...
Necesitamos ayuda de todo tipo. Hemos destinado dinero de nuestros ahorros para construir  cien colmenas (unos 3.000 €). Hasta la fecha hemos construido 31, nos las hemos montado por piezas, hemos destinado horas y horas de trabajo. En este verano de 2009 hemos destinado más dinero para adquirir otras 70 colmenas. Y nos las vamos a construir en la cochera de la casa de Añavieja.
Además, estamos aprendiendo a trabajar con las abejas. Nos están ayudando dos buenos colaboradores y esperamos que con el paso del tiempo, con los errores cometidos y con mucha observación y lectura adquiramos los mínimos para ir manejando nuestro colmenar con algo de soltura. Estamos empeñados en ello y estamos dispuestos a aprender.
El proyecto va a ser duro de sacar adelante, pero lo miramos con optimismo, sin pensar en hacernos ricos. Trabajamos con la esperanza de crear un grupo humano solidario que se una a nuestra pequeña apuesta, la cual se irá engrandeciendo poco a poco con la ayuda de Dios y el empeño de todos.
Invitamos a todos cuantos os queráis unir al proyecto. ¿Estamos locos? Puede que sí estemos un poco locos, pero necesitamos disponer de unos gramos de locura liberadora para sacar esto adelante porque la aventura “tiene mucho tomate”.