martes, 16 de junio de 2020

EL NEGOCIO DE LA MIEL

Hoy os voy a hablar de algo que posiblemente a muchos os tenga preocupados: la calidad de la miel.
Personalmente, cuando trabajo con mis colmenas y con mis abejas, aplico un principio básico que es necesario para ser creíble como persona, como protector de la naturaleza y su entorno y como productor de miel: ser COHERENTE, ser CREÍBLE y ser HONRADO (la ética como principio vital).
Me explico: parto del principio que afirma que "debes tratar a los demás como te gustaría que te tratasen a ti". Por tanto, cuido a mis abejas y procuro que la miel que producen sea natural, sin engaños ni añadidos, sin afectación de fitosanitarios y, si es posible, alejada de campos de cultivo que son tratados o más bien maltratados con abonos y otros agentes químicos.
Y no por ello voy a solicitar ni me voy a embarcar en el recorrido administrativo que me lleve a conseguir que declaren mi miel como ecológica. La miel, si es pura y sin engaño, ha de ser ecológica por su propio naturaleza. No necesita que se le ponga ese apellido de ecológica.
Cuando estoy haciendo la compra en el supermercado tengo la curiosidad de acercarme a las estanterías donde están expuestas las "mieles" para el consumo humano. Leo sus etiquetas y se me revuelven las tripas cuando leo textos que hablan de mieles procedentes de la Unión Europea y de otros países. Y me pregunto: ¿Qué quiere decir de otros países? ¿de cuáles?
Es falsa miel que se vende como miel pero que engaña al consumidor, el cual la compra porque el precio es más bajo. ¡Qué pena, compramos basándonos en el precio y no en la calidad!
Como consecuencia de las muchas protestas de los apicultores españoles ante la Administración, se ha conseguido que en las etiquetas de los botes de miel aparezcan indicaciones referentes al lugar de procedencia de la miel, pero no dicen nada a cerca de la cantidad de miel (el porcentaje de miel) que hay en cada bote.
Y corto con mi "rollo" personal. Os adjunto el acuerdo al que se ha llegado entre apicultores (productores), Administración y distribuidores de alimentos (supermercados). 
Sacad vuestras propias conclusiones cuando leáis el artículo.
Un abrazo y pasad un buen día.
José Manuel

¿Qué miel vamos a comer?

Las presiones de los grandes dis­tri­bui­do­res de ali­men­tos de­ben de ser enor­mes. Si pa­ra avan­zar ha­cia lo que dic­ta el sen­ti­do co­mún se ne­ce­si­tan ne­go­cia­cio­nes ar­duas en­tre la Ad­mi­nis­tra­ción, los pro­duc­to­res y la dis­tri­bu­ción es que la re­la­ción de fuer­zas es bas­tan­te de­si­gual.
Me que­do pe­ga­do a la si­lla al leer so­bre la nue­va nor­ma de ca­li­dad de la miel. No por­que lo adop­ta­do sea alu­ci­nan­te, sino por­que des­co­no­cía la kaf­kia­na si­tua­ción que vi­vía­mos. Por fin, se­rá obli­ga­to­rio al­go que pa­re­ce bá­si­co: un eti­que­ta­do que men­cio­ne a los paí­ses de ori­gen de ca­da miel a la ven­ta, que en mu­chas de las mar­cas ge­ne­ra­lis­tas es una mez­cla de par­ti­das de dis­tin­tos paí­ses, ca­li­da­des di­ver­sas y exi­gen­cias sa­ni­ta­rias di­fe­ren­tes.
La nue­va nor­ma es­pa­ño­la exi­gi­rá que en la eti­que­ta no apa­rez­can ya ex­pre­sio­nes co­mo «pro­ce­den­te de paí­ses de la UE» y «pro­ce­den­te de paí­ses aje­nos a la UE», sino que se lis­ten to­dos y ca­da uno de ellos. Tam­bién, y ahí ra­di­ca lo bueno, se de­be­rá de­cir ex­pre­sa­men­te si el ori­gen de la miel es cien por cien es­pa­ñol.
Unos de­fien­den la nue­va nor­ma por­que re­ba­ja la in­cer­ti­dum­bre del con­su­mi­dor, pe­ro pa­ra los api­cul­to­res se ha que­da­do cor­ta: de­ja mu­chos hue­cos pa­ra la pi­ca­res­ca al no obli­gar a de­cla­rar el por­cen­ta­je de miel de ca­da país. Con so­lo lle­var un 1 por cien­to de miel es­pa­ño­la, se po­dría ci­tar a Es­pa­ña en la eti­que­ta de una miel 99 por cien­to chi­na.
Pa­re­ce que el Go­bierno ha bus­ca­do así cal­mar a los que pro­du­cen y no en­fa­dar a los que dis­tri­bu­yen, de­jan­do al con­su­mi­dor, ese al que to­dos di­cen de­fen­der, na­dan­do en­tre dos aguas y con una mue­ca de des­con­fian­za.

Escrito y firmado por Benjamín Lana (Presidente de la división de Gastronomía del Grupo Vocento), y aparecido en el suplemento de XL Semanal
La miel china amenaza a la española: "Es un fraude" - Libre Mercado

viernes, 12 de junio de 2020

ESTAMOS EN JUNIO Y CONTINÚA EL FRÍO

Hemos estado en Añavieja aprovechando que teníamos unos días de fiesta aquí. Hemos sacado la escasa miel de primavera que había (unos 60 kg), hemos limpiado la casa que estaba sucia - según mi mujer - y he aprovechado para alimentar - sí, alimentar - las colmenas que no tienen alza.
¿Por qué alimentar ahora? Porque el tiempo está descontrolado. En la zona del asentamiento está floreciendo la jara pero a la vez las temperaturas se están desplomando estos días y las abejas no quieren salir a pecorar. ¡Qué triste!
Hemos tenido un invierno y una primavera lluviosos, pero a la vez han sido fríos y demasiado húmedos, lo cual impedía que trabajaran las abejas. De repente vinieron calores asfixiantes y se secaron todas las flores (especialmente el tomillo) con lo cual las abejas no pudieron trabajar.
Está claro que no llueve a gusto de todos.
En las próximas semanas la floración de la jara tiene que propiciar que entre algo de miel y mucho polen en las colmenas, con lo cual las reinas se tendrán que activar y hacer una gran puesta de cría. Pero lo dicho sólo es una programación mental. ¿Qué sucederá en la realidad?
Lo que va a suceder es que tengo que arreglar el camino de acceso al asentamiento poniendo grandes losas de piedra en los puntos donde la lluvia se ha llevado la arena y el vehículo traquetrea. Ese es mi compromiso, independientemente de que trabajen las abejas.
A ver si hay suerte y en lugar de miel me dedico a coger boletus por el encinar.
Un abrazo y ya iré informando si hay acontecimientos que merezcan la pena ser narrados.
JManuel