lunes, 20 de junio de 2016

MUCHO TRABAJO, POCA MIEL


Me he escapado este fin de semana a Añavieja. Fui el viernes por la tarde y volví a Logroño el domingo a mediodía para comer con la familia.
¿Qué descubrí? Pues poca cosa, pobreza, que no han trabajado nada las abejas, que todas las alzas están vacías y que el calor y la no lluvia han dejado el terreno convertido en un secarral.
Así es que emboté la miel del pasado fin de semana, trasladé 23 núcleos y colmenas pobres a Añavieja, a la zona de El Pino y... me volví a Logroño triste.
Ha terminado la cosecha de primavera y hemos cogido sólo 480 kg, cuando el año pasado llegamos a cosechar 1.500 kg.
Ahora estoy pendiente de reformar una remolque que se utilizaba para recoger pacas y que iba detrás de la empacadora. Mi hermano le ha hecho unos retoques y se va a convertir en una buena solución. Ahora puedo llegar a transportar hasta 40 colmenas en un sólo viaje, teniendo en cuenta que con la furgoneta llegaba a transportar 18. Eso sí, ahora tengo que llevar enganchado y tirado el carro ¡por un tractor! Cuando tenga el trabajo hecho (lo tengo que lijar, pintar, ponerle una malla, unas silgas tensoras para sujetar las colmenas) ya os enseñaré alguna foto. Va a ser la bomba. Seré capaz de transportar todas las colmenas en dos viajes.
El fin de semana que viene comenzaré a subir las colmenas de Valverde a Añavieja, a la zona del monte Pégado, a 1.200 metros de altitud.
A ver si hay suerte y comienza el brezo a sacar su flor y podemos ir sacando algo de cosecha. Si no es así, en lugar de sacar cosecha tendré que alimentar y dar de comer a las colmenas.
Espero daros mejores noticias en el próximo correo.
Un abrazo.
José Manuel