martes, 13 de noviembre de 2018

FABRICAR UN ALIMENTADOR CASERO PARA LAS ABEJAS

Ando justo de tiempo. Pero quería haceros partícipes de las novedades que acontecen. Ya he escrito el pequeño tutorial para que los que son apicultores se fabriquen sus propios alimentadores para las abejas. Voy a intentar pegarlo aquí. Espero que no se descuadre mucho.

CÓMO FABRICARTE TUS ALIMENTADORES DE ABEJAS
El principio básico al crear estos alimentadores está en las 3R: reducir, reciclar, reutilizar.
Materiales: malla de plástico con cuadradillos de 4 mm, tijeras, pistola de silicona caliente, silicona en barras, agua fría en un bote, tetrabrikes, taladro, troquel de 6 cm de diámetro rematado en sierra, lámina de gomaespuma, troquel de 5 cm de diámetro para cortar gomaespuma.
1.    Tomamos la malla de plástico y cortamos con la tijera tiras de 20 cm de largo por 3 cm de ancho.
2.Soldamos los extremos de cada tira para formar aros, ayudándonos de la pistola de silicona. Cada vez que aplicamos silicona al soldar los extremos, introducimos en agua fría para que se suelde rápidamente.
 
3.    Cogemos un taladro y en su extremo le sujetamos un troquel acabado en forma de sierra. Se lo aplicamos sobre el centro de bote de tetrabrik (de leche, de zumo…), en el lado que coincida con el tapón hacia arriba. Activamos el taladro y cortamos un circulo de 6 cm de diámetro, dejando el hueco libre en el bote.











4.    Desplegamos las solapas de los 4 extremos del tetrabrik para hacer que la caja tenga más anchura y menos altura. De este modo puede seguir teniendo una capacidad de un litro.     

5. Introducimos en el hueco del tetrabrik un aro de plástico que hemos soldado con anterioridad. Presionamos el bote para que quede a la altura del anillo de plástico. Soldamos el anillo de plástico al círculo del tetrabrik.










6.    Las abejas beben del almíbar que les hemos preparado. A medida que desciende el líquido, ellas se aprovisionan bajando agarradas a la malla. Pero eso no es garantía de que no se ahoguen algunas.

7.   Cortamos un círculo de gomaespuma fino, de 5 cm de diámetro. Le practicamos varios orificios en el hueco de la gomaespuma para que las abejas beban con su trompa a través de esos orificios y por los costados del círculo. Colocamos la gomaespuma perforada en el hueco de la caja.




8.    En el campo,  se trata de que coloquéis el “depósito alimentador” en la parte de la colmena más cercana a donde trabajamos (parte trasera de la colmena). Abrimos la tapa y rellenamos el alimentador. ¿Con qué rellenar?
9.    Compramos una regadera, le añadimos un terminal flexible que acabe en salida con poca sección (los que usamos para echar gasolina a los  coches).
10. El mejor método de alimentación es que antes de abrir la colmena tengamos ya disponible un tetrabrik lleno de alimento. De ese modo, abrimos la colmena, sacamos el que está vacío y colocamos en su lugar el tetrabrik que tenemos lleno.
¡Y funciona! Creéroslo porque lo tenemos experimentado varios apicultores.

Y por hoy vale de rollo. Espero que le sirva a algún apicultor aficionado.
Un abrazo.
JManuel

lunes, 5 de noviembre de 2018

TRATAMIENTO CONTRA EL PARÁSITO VARROA

Buenas tardes:
Hoy tengo el ánimo "más animado". El jueves pasado alimenté a las colmenas con el nuevo sistema de alimentación del que ya os hablaré cuando tenga más tiempo (ahora ando metido en un proyecto de alfabetización para inmigrantes extranjeros y necesito de todas las horas para diseñar materiales porque hay inmigrantes de todas las partes del mundo: países de África y de Asia).
Bueno, pues al alimentar cada colmena me di cuenta de que el número de abejas estaba en los mínimos y que habían muerto varias. Así es que al día siguiente me levanté de noche, hice un viaje hasta Calahorra (70 km), cogí una maquinita para aplicar un producto contra la varroa, me compré mascarilla para protegerme y volví a casa. Mi hermano Carlos cogió su compresor cargándolo en la pala del tractor y Carmen y yo bajamos al apiario con el Jeep. Puse una alargadera eléctrica que salía desde el compresor y llegaba hasta el artefacto que llevaba en la mano (sublimador oxavar provap 220). Carmen me ponía un gramo de ácido oxálico en polvo en la maquinita, yo activaba el paso de corriente hasta el ácido y metía un tubito dentro de la colmena. En el momento de llegar la electricidad al ácido se producía un efecto de sublimación y el ácido hervía y se convertía en gas. El gas entraba en la colmena a través del tubito en forma de explosión y la colmena quedaba envuelta durante 20 segundos en un tratamiento natural que atacaba a las varroas pero no afectaba a las abejas. Era impresionante ver aquella reacción.
Si queréis ver cómo se realiza el tratamiento, podéis meteros en /www.youtube.com/watch?v=kqWJtZjjyRg. Es un tratamiento que no afecta a las abejas ni a la miel, tan solo a las varroas.
Así actúe con todas y cada una de las colmenas que quedaban vivas. Después de dos horas de tratamiento me volví a casa más tranquilo, pensando que estaba poniendo remedio a la sangría de colmenas muertas.
Desde hoy estoy buscando dónde encontrar y comprar un generador pequeño (3.000 w) para poder tratar las colmenas sin necesidad de molestar a mi hermano.
De la máquina de nebulizar no tengo pensado nada. Espero que me la siga dejando Íñigo porque todo es inversión y más inversión. La maquinita (que no abulta más que un secador de pelo) tiene un precio de 450 €. Si a eso añadimos el generador eléctrico medianillo, que puede valer 400 €, y además añadimos el cable eléctrico para llegar a todas las colmenas, otros 50 €, más el polvillo de ácido oxálico que vale 14 €, más la gasolina para cada tratamiento... Mejor no lo pienso.
Lo dicho: cuando disponga de tiempo mostraré de forma gráfica y bien explicado el método de cómo llevar a cabo el tratamiento contra la varroa. E igualmente también colgaré un archivo fotográfico acompañado de su correspondiente explicación para que todos los que lo deseen puedan alimentar a sus abejas en tiempos de hambre (todo con materiales reciclables y evitando contaminar el medio ambiente). Ya he comenzado a montar "alimentadores" de abejas, he puesto alimentador a 45 colmenas y estoy montando alimentadores aquí, en mi piso de Logroño; la casa parece una nave de reciclaje y yo un "pringao" metiendo horas, soldando rejilla de plástico con la silicona caliente. Tengo que montar 1.000 alimentadores y sólo llevo 45. Espero que para Navidad esté todo hecho.
Y creo que nada más por hoy. Es un placer y un regalo de la Providencia el hecho de hacer cosas por los demás, colaborar sin esperar nada a cambio porque quien más recibe soy yo. El Padre nos da energías, vida, talentos, días hermosos y toda su fuerza para compartir con los demás lo que somos y tenemos. Y en todo ello me siento un afortunado.
Un abrazo.
José Manuel

viernes, 26 de octubre de 2018

EL ÁCARO VARROA ESTÁ ANIQUILANDO LAS COLMENAS

Hola, seguidores:
Hoy he hecho la clásica escapada de día. Salir antes de amanecer hacia Añavieja, llegar, preparar 90 bolsas de alimento para las abejas y salir hacia el asentamiento. Comer rápido, desinfectar colmenas muertas y vuelta hacia Logroño antes de anochecer.
He alimentado a menos colmenas que el fin de semana pasado. El ácaro varroa me está destrozando el colmenar. La semana pasada había 8 colmenas muertas, hoy había 7 colmenas muertas. Es un sinvivir porque llevo ya más de 30 colmenas muertas y no hay forma de cortar con la sangría.
Por otra parte estoy implantando un nuevo método de alimentación que me ahorra tiempo, dinero y evita el consumo de bolsas de plástico. En cuanto lo tenga probado en dos o tres semanas os lo cuento por si le puede servir a alguien. Además lo haré con fotografías. Se basa en material reciclable al alcance de todos y es operativo al cien por cien.
Además, Íñigo va a poner en marcha un método natural, no tóxico ni contaminante para eliminar la varroa. Espero que en dos semanas lo pueda aplicar y acabe la sangría de colmenas.
Hoy estoy un poco triste y decepcionado porque a finales de verano tenía más de 100 colmenas, y muchas de ellas fuertes; a día de hoy no llegan a 80 colmenas y muchas de ellas están despobladas de abejas. ¿Qué futuro me espera?
Ya os contaré después de que pase el puente de Todos los Santos y haya alimentado nuevamente a las abejas, ¡por quinta vez! ¡Qué horror!
Un abrazo.
José Manuel
Imagen relacionadaVarroas sobre abdomen de abejas

martes, 23 de octubre de 2018

ALIMENTACIÓN Y TRATAMIENTO



Han transcurrido varias semanas desde la última comunicación y, ¡por fin!, he conseguido acceder a mi blog después del bloqueo al que estaba sometido por parte de google.
Por comentar algo, quiero indicar que ya llevo tres semanas alimentando las colmenas. ¿Por qué? Pues por la sencilla razón de que no quiero que vuelva a suceder lo que ya he vivido en la campaña que ahora termina, es decir ver morir colmenas por frío, por invierno largo y porque se les terminó la alimentación a las abejas. Así es que he alimentado ya en tres ocasiones y pienso hacerlo en otras dos ocasiones más.
Por otra parte he llevado a cabo el tratamiento con medios naturales ecológicos a base de esencias y aceites de hierbas. Carmen, mi esposa, me preparó las tiras de cartón sumergidas en un compuesto líquido de aceite de coco, cera, esencia de limón, esencia de lavanda y otros tres tipos de esencias. ¿Será suficiente para combatir la varroa? Lo desconozco, pero sí he notado que ha disminuido el número de abejas en las colmenas y creo que eso sólo tiene como explicación la acción destructiva de la varroa.
Así es que cuando termine de alimentar a las abejas, a mediados del mes que viene posiblemente pase a aplicarles otro tratamiento con vaporizador de ácido oxálico. Este tratamiento es natural, no contiene productos químicos y parece ser que elimina a más del 80 % de la varroa. Posiblemente lo aplique en dos ocasiones o semanas seguidas y el resultado conduzca a ver unas colmenas fuertes antes de empezar la invernada.
Después de haber catado la última miel, ya llevamos vendida más de la mitad que extrajimos. La miel ya se está cristalizando fruto de su pureza y del frío que nos va llegando. Al concluir la venta de los últimos tarros de miel, haremos el acopio del dinerillo y lo enviaremos a Ecuador.
Ha sido una satisfacción el comprobar cómo está montado actualmente nuestro obrador pues el segundo extractor funciona satisfactoriamente y duplica la capacidad de trabajo. Además el suelo, al ser de chapa inoxidable y de aluminio, es fácilmente limpiable y muy higiénico. Es todo un logro, aunque haya supuesto otra inversión.
Y nada más por ahora. Espero que finalicemos bien la campaña y que en la próxima campaña  el trabajo de aprendizaje del joven Samuel nos llene de felicidad y de alegría.
José Manuel


sábado, 6 de octubre de 2018

RECOGIDA DE LAS COLMENAS PARA LA INVERNADA

El fin de semana pasada llevé a cabo el traslado de las colmenas de los dos asentamientos al lugar donde van a pasar el invierno. Fueron 4 viajes cómodos los que llevé a cabo y al día siguiente de finalizar el traslado alimenté a las colmenas porque no hay nada de comida en la zona.
Por otra parte sacamos la miel de las alzas y aún recogimos algunos kilos, los últimos de la campaña del año 2018, puede que lleguemos a recoger cerca de 250 kg. El próximo fin de semana lo envasaremos y con ello se acabó este año.
Lo difícil ha sido combinar la recogida de las alzas y el posterior traslado de las colmenas con el hecho de estar recogiendo patatas. Durante el día había que estar en la patata y por la tarde/noche, a partir de las 19:30, trasladando colmenas.
En estos días de recogida de la patata acabo agotado y me quedan pocas energías para ir a alimentar las colmenas. Pero ya las he alimentado en dos ocasiones y espero poder hacerlo en, al menos, otras dos ocasiones. Después vendrá el tratamiento contra la varroa y a partir de ahí sacudiré las colmenas débiles para fortalecer otras. Puede que al acabar la campaña, y estando a mediados de otoño, me queden en torno a las 80 colmenas, algo impensable al inicio de año.
Dejo este relato por hoy, sábado, a las 22:20, y me voy a dormir porque mañana, domingo, continuamos con la recogida de patatas hasta el mediodía; además estoy cansado y con dolor de espalda en las lumbares (es la factura de haber recogido las patatas del suelo a capazos durante unas horas).
José Manuel

lunes, 17 de septiembre de 2018

SER PADRE, TODO UN RETO

Hola, hola:
Estamos de fiestas en Logroño, la semana de San Mateo. Y ya os podéis imaginar lo que hay: fanfarria, juerga, consumo, tradiciones...
El viernes pasado llevé a mi hijo Alberto a Santander porque quería colaborar con el equipo del Triatlón Santander en la carrera de duatlón de Santillana del Mar. Alberto lleva todo el verano aquejado de dolor de fascitis plantar, sin poder correr a pie, sin poder entrenar. Pero a pesar de ello ha querido viajar a Santander a colaborar con el equipo. Acabó la carrera el sábado e inmediatamente me llamó por teléfono para contarme que estaba contento, que había sufrido en las carreras a pie (5 km y 2,5 km), que en algunos momentos tuvo que ir andando, pero que en bicicleta (21 km) había estado muy fuerte y había compensado. Había sido el 6º clasificado en la carrera general y el primer corredor junior de su categoría.
Después de hablar con él, de escucharle su tono vital fui consciente de que Alberto ya tiene olvidado su accidente de finales del mes de junio cuando chocó contra el todoterreno en una rotonda y perdió las dos palas centrales de su mandíbula superior, además de que quedaron desalineados los dientes de la mandíbula inferior y todos ellos quedaron dañados, sin el extremo de cada uno. Todo esto le dejó marcado y no podrá morder hasta pasado un año, cuando vayan haciéndole endodoncias y poniéndole fundas en los extremos de los dientes y palas. Hoy ha superado ese momento mental y me ha contado que si no hubiera tenido el dolor en las plantas de los pies hubiera podido aspirar a entrar entre los dos primeros de la carrera.
Yo le he escrito esta carta que ahora os comparto. No lo hago para darme el pote de lo bien que van las cosas, es sencillamente porque lo que en ella escribo es exponente de mi forma de pensar, de sentir, de afrontar la vida y la forma que entiendo que los padres debemos enfocar la educación y los consejos de nuestros hijos. Ahí va.

AYER FUE EL PRIMER DÍA GRANDE DE LOS MUCHOS QUE VAS A VIVIR ESTE CURSO
Buenos días, hijo:
He llegado a casa después de hacerme "la vuelta del café" en bicicleta (54 km) en solitario, aburrido, pero sin dolores de espalda ni cadera (es el primer día sin dolores desde hace dos semanas). Durante el recorrido iba pensando en muchas cosas y, entre otras, me he acordado de ti, del éxito de tu carrera de ayer. En la vida nada es fácil, no recibimos el resultado de un sorteo sino el fruto de nuestro esfuerzo, de nuestro trabajo, de nuestra superación. Me imagino que si ayer hubieras corrido sin problemas de fascitis habrías disfrutado más de la carrera y tu clasificación hubiera podido estar entre los dos primeros. No debes preocuparte por no haber quedado arriba del todo, disfruta de haber estado entre los seis mejores, y sobre todo piensa que el día que comiences a competir sin dolores en los pies puedes estar ahí arriba corriendo "como un toro", disfrutando de ese maravilloso cuerpo que Dios te ha dado y que tú estás cultivando y entrenando día a día. TODO LLEGARÁ, pero será a partir de 3º de CAFID, osea que será a partir del próximo verano cuando comiences a marcar diferencias con los demás. Eso lo tenemos programado desde hace ya más de 2 años ¡Y llegará, claro que llegará, tenlo por seguro! Con tu fuerza de voluntad para entrenar, con tu discreción, con el taxi de tu padre (si te tomas la vida en serio ), con el apoyo y cariño de tu madre, de tu hermana, de tu abuela, de tu familia, de...
Este curso es de estudios genéricos, de materias muy comunes, de adquirir las bases del deporte. El próximo curso de la universidad comenzarás a dar materias más interesantes que te atraerán y "subirás arriba" en placer y en resultados académicos. Eso en cuanto a estudios. En cuanto a tu proyección física, este curso es de adquirir fondo, de creerte que vales y tienes capacidades, de ser HUMILDE, de no llamar la atención por ser un bocazas, sino de llamar la atención porque vas progresando silenciosamente en tus resultados. No te hagas publicidad de ti en el equipo, deja que sean los resultados quienes hablen por ti, y deja que sean tus compañeros los que se "enamoren" de ti como persona porque eres discreto, silencioso, humilde, buen compañero y siempre servicial. Todo llegará, tú vete entrenando poco a poco. Tú no eres Mario Mola ni Javier Gómez Noya, tu eres Alberto Pascual y ya veremos a dónde llegarás. Ten por seguro que llegarás, cree en ti y en tu esfuerzo y entrena a muerte (pero con cuidado).
Esta mañana he compartido un rato de carretera con Adrián, del Rioja Triatlón, y me ha dado recuerdos para ti. Después de la bici, mamá y yo nos hemos ido a tomar un pinchito a la Laurel, hemos entrado en un bar y allí estaba de barman, en la barra, tu amigo Samuel, ganándose el sustento y trabajando todos los san mateos y los fines de semana del año. Me encanta Samuel, es un tío noble y sincero. Este curso acaba la carrera y anda en dudas acerca de su futuro profesional. Nos ha felicitado a mamá y a mí por tener un hijo así, tal y como eres tú, porque dice que eres muy majo y muy luchador. Ya sabía de tu resultado en la carrera de ayer.
Veo que haces buena promoción de tu persona en las redes sociales porque te anuncias con tus resultados. Eso está bien, pero sé humilde al publicitarte, que la discreción sea tu carta de presentación. El éxito te vendrá dado por lo que vayan diciendo los demás de ti y, con el paso de los años, podrás ser un buen entrenador y a la vez valorado como BUENA PERSONA, como el amigo Pedro Ruiz.
Y nada más. Vete adaptándote a la nueva realidad, a un piso sin ruidos, con solo dos compañeros, con posibilidades de estudiar y de relacionarte con Cata y gente que te haga crecer.
Recibe un beso de papá.
La imagen puede contener: 2 personas, bicicleta y exterior

domingo, 9 de septiembre de 2018

TODO IBA BIEN... Y SE AVERIÓ EL TODOTERRENO

Buenas tardes:
No sabía cómo titular este "encuentro" de fin de semana, pero como llevo "in mente" mi preocupación relacionada con una avería del todoterreno, pues ese motivo se ha convertido en primicia y título.
Este fin de semana ha sido un vivir a todo gas entre Carmen y yo. Viajamos el viernes a Añavieja después de comer. Me acompañó Samuel al apiario y allí trabajamos en El PINO durante 2 horas. Os diré, por si no había comentado antes nada acerca de Samuel, que este chico de 1º de Bachiller, 16 años y vecino de Ágreda, ha manifestado su ilusión por ser mi nuevo aprendiz de apicultor. Pues bien, trabajamos en el apiario y extrajimos todos los cuadros de las alzas que se habían producido durante las tres últimas semanas. Después volvimos a Añavieja y comenzamos a extraer miel de las alzas porque me había quedado sin cuadros ni alzas. Mi impresión de Samuel es positiva porque le veo poner ganas, escucha mis explicaciones y se ha puesto a recuperar colmenas viejas. Además tiene detrás el gran apoyo de su familia, la cual me parece que tiene muy claros los valores con los que hay que vivir en esta sociedad.
Estuvimos trabajando hasta las 22:00 de la noche y dejamos 4 alzas para el día siguiente. 
Al día siguiente me levanté pronto, de noche, y saqué la miel de las 4 alzas porque necesitaba todos los cuadros para el apiario de Los Cabos. Después volví al apiario de El Pino a sacar los cuadros de 6 alzas que no pudimos hacer el día anterior por falta de cuadros de recambio. Volví a Añavieja, descargué los cuadros, cogí más alzas vacías y a continuación fui al apiario de Los Cabos donde estuve trabajando solo durante 2 horas. En este apiario se trabaja bien y rápido porque todas las colmenas están en fila, una tras otra.
Volví a Añavieja cargado con 17 alzas. Al llegar, Carmen y la tía Rosa comenzaron a extraer la miel de las alzas que traía. También se unió Ricardo al trabajo de limpiar alzas y yo me fui a trasladar mi vieja furgoneta dada de baja a un lugar donde pudiera cargarla el camión y llevársela al desguace. Y allí empezaron mis nuevos males. Había cogido el todoterreno para arrastrar la furgoneta con ayuda de una silga. Me detuve un momento para dejar pasar a otro vehículo y en ese instante el todoterreno se quedó sin embrague. No había forma de meter las velocidades, el pedal del embrague estaba suave y no realizaba su función. Tuve que apartar y aparcar el vehículo unos metros más adelante y allí se ha quedado a la espera de que se lo lleve la grúa a un taller.
Parece como si mis dos vehículos quisieran hacer causa común, pues la furgoneta irá al desguace esta semana y el todoterreno irá al taller el lunes donde me van a meter "la pala cristiana" y me van a dejar flojo el bolsillo de euros por reparar la avería.
Por la tarde, después de comer, acabamos de sacar la miel de las últimas alzas que había traído por la mañana. Después me puse a montar el mueble expositor de cuentos que Carmen necesita para el colegio. En este mueble dediqué unas horas de la tarde y lo dejé todo preparado para llevarlo casi montado a Logroño (como no cabía en el coche, tuvimos que viajar a Logroño sacando una parte del mueble por la parte de atrás del vehículo porque medía dos metros de largo y un metro de alto.
Mientras yo montaba el mueble, Carmen limpiaba el obrador y adecentaba el lugar. 
Al final se llenaron dos maduradores de miel, uno de 120 kg y otro de 220 kg. Todavía quedaron filtrándose de miel los dos extractores y el madurador con restos de cera y de miel. Creo que el total resultante será de unos 350 kg.
Por la tarde estuvo lloviendo con ganas durante más de dos horas y esperamos que eso provoque que el brezo seco y brillante que hay en el monte se vuelva carnoso, apetecible para las abejas y productivo en miel.
Y eso es todo. Bueno, todo eso ha tenido sus secuelas porque mis dolores de lumbares, mis dolores de la hernia discal que tengo operada y las distensiones de ligamentos me han dejado para el arrastre. Dispongo de días por delante para recuperar y entrenar con la bicicleta. Hoy, por la mañana, ya he hecho 60 kilómetros y me he encontrado mejor que ayer por la noche. En una semana volveré a estar a tope, aunque mis 61 años no perdonan y ya no tengo la fuerza de la antes disfrutaba.
En síntesis: 350 kg de miel que embotaremos dentro de dos semanas, dolores de espalda para varios días y el todoterreno que tiene que ir al taller.
Un abrazo para todos y todas vosotr@s y buen comienzo de curso escolar.
José Manuel

jueves, 30 de agosto de 2018

TRASLADO DE COLMENAS EN LA MADRUGADA

Buenos días por la mañana:
Son las 8:22 del 31/08/2018. Voy a desayunar un poco y después a dormir algo porque esta noche empiezan las fiestas del pueblo y hay que estar descansado. Me he levantado a las 5:30 y he estado cambiando colmenas de un asentamiento a otro. Os cuento lo que he hecho en estos días.
28 / 08 / 2018
En el almacén de El Gallinero hay:
·         39 núcleos vacíos
·         13 alzas preparadas para 26 particiones que usaré cuando enjambre en el mes de marzo del próximo año. Todavía tengo que preparar otras 8 particiones más. El próximo año quiero hacerme 34 enjambres con las colmenas más fuertes que pasen el invierno.
·         17 colmenas viejas con cuadros viejos que llevan polen (en el fondo de El Gallinero). Me servirán de cazaenjambres.
·         Quedan pendientes 7 colmenas viejas vacías que rellenaré con cuadros viejos cuando estraiga la miel en octubre.
·         Hay 8 alzas con cuadros estirados para la próxima campaña 2019

29 / 08 / 2018
He trabajado en los dos apiarios.
El de El Pino, poco a poco, va mostrando las mismas maneras que en años precedentes. Hay muchas colmenas que van llenando su alza. Creo que cuando saquemos miel a mediados de septiembre habrá mas de 150 kg. Si lloviese sería una bendición ver cómo se llenan las alzas.
En Los Cabos hay una producción escasa pero regular, salvo en las colmenas del fondo que están pobrecicas. A finales de septiembre, cuando saquemos la miel creo que podríamos llegar a los 200 kg. Todo depende de que llueva un poco.
Voy a hacer la prueba que hizo el Agustín de Calahorra. Quitaré los dos cuadros con miel de los extremos de las colmenas y después les daré azúcar con agua en 3 ocasiones. A ver si me sucede como a Agustín y todas las colmenas sobreviven al invierno.
Creo que este año trasladaré las abejas al H3E en el mes de octubre. En este momento  no tengo contabilizadas las colmenas y creo que de todas ellas hay 90 que están bien.
31 / 08 / 2018
Esta mañana, a las 5:30, me he puesto en marcha y he cambiado 13 colmenas débiles del asentamiento de Los Cabos al asentamiento de El Pino. El motivo del cambio es que en el asentamiento de Los Cabos apenas trabajan. 4 de esas colmenas no tenían alza y las otras 9 tenían alza aunque no tenían miel; pero a pesar de no tener miel en el alza pesaban mucho y apenas podía moverlas, lo cual es indicativo de que la base estaba llena de miel.
En este momento tengo 54 colmenas en Los Cabos y 63 colmenas en El Pino. Espero que las de Los Cabos (que son las fuertes) produzcan algo a lo largo del mes de septiembre. Las colmenas de El Pino, pese a ser las débiles, han estado trabajando algo en estas dos semanas y fruto de ello es que hay unas 25 colmenas con bastante miel y posiblemente tenga que sacarles esa miel dentro de dos semanas para que no enjambren.
Por de pronto ahora tengo sueño (son las 8:18), he intentado poner en marcha el segundo extractor (sin estrenar) y no hay forma de conseguirlo. Así es que me voy a desayunar, después dormiré un rato y espero que venga mi hermano a intentar poner en marcha el extractor.
Buenos días
José Manuel

domingo, 19 de agosto de 2018

NOS VISITA PEDRO LUIS, COORDINADOR DE SUCUMBÍOS

Buenas tardes:
Acaban de marchar de Añavieja Pedro Luis (carmelita descalzo que colabora y trabaja directamente vinculado con las Casas de los Niños de Sucumbíos) y María Ángeles, coordinadora de religión de la diócesis de León.
Han pasado con nosotros el fin de semana, de viernes a domingo, y con ellos compartido casa, comida, visitas, algún que otro trabajillo, eucaristía con los feligreses de Añavieja...
Han sido dos días deliciosos que guardaremos en la memoria de Añamiel Solidaria porque Pedro Luis nos expuso cómo se encuentra la situación de las casas de los niños, nos habló de nuevos proyectos de futuro y soñamos con él como si fuera nuestro proyecto.
Os adjunto dos fotografías de nuestra visita a Ágreda. En una de ellas estamos acompañados por nuestro párroco Alberto, un cura con un par de narices y mucho empuje que lleva adelante la labor pastoral de sus parroquias, además del grupo de teatro de Ágreda, además de... (¡un fenómeno!).
Gracias, Pedro Luis y María Ángeles, por el regalo de vuestra visita.
José Manuel


lunes, 13 de agosto de 2018

DE VISITA A LOS APIARIOS

Feliz y caluroso verano.
Acabamos de hacer una visita rápida a los apiarios para comprobar que todo funcionaba con normalidad. En uno de los apiarios el agua se había cortado porque la boya estaba bloqueada con los cadáveres de las abejas muertas.
En el apiario de El Pino - os adjunto una foto en la parte inferior - todo funcionaba correctamente.
Pero en ninguno de los dos apiarios hemos visto movimiento de abejas. No hay néctar que recolectar porque todo está seco. Llevamos ya tres semanas sin llover y la encina y el brezo no dan nada; el brezo está brillante pero seco y la encina no llora porque las bellotas no engordan. Así es imposible obtener miel.
Todas las promesas de una gran mielada se están quedando en paciente espera de que algún día llueva y podamos recoger mínimos de cosecha tardía.
Hasta entonces, quedaos con la foto de El Pino que os adjunto.
Un abrazo.
José Manuel

domingo, 29 de julio de 2018

CATAMOS MIEL DE LAVANDA

Hola:
Aunque sea de forma breve, os diré que esta semana hemos catado las primeras mieles de lavanda. No han sido muchos kilos, pero esperamos que esto sea el inicio de una buena cosecha.
También esperamos obtener miel de brezo y algo de encina, pero las lluvias pasaron por aquí y nos dejaron un tormentón de pedrisco y algo de agua. A ver si hay suerte y en los inicios de agosto cae una tormenta suave que active la encina y el brezo.
Por otra parte, estoy retirando colmenas y núcleos que contenían enjambres cazados (más bien jabardillos) pero que no se han desarrollado ni crecido a pesar de alimentarlos semanalmente. Cada semana voy reduciendo el número de enjambres y calculo que en fechas próximas dejaré sólo los núcleos y colmenas que tengan posibilidades de coger fuerza y estén robustas para afrontar el invierno.
También hemos preparado el nuevo asentamiento de Valverde. Bajamos los 3 de familia (nuestra hija María estaba de campamento), cortamos con la azada un terreno cuajado de aliagas (cargamos tres carros hasta arriba de aliagas). Después Mariano pasó el tractor con el cultivador y dejamos el terreno de 60 x 3 metros disponible para colocar las bases de las colmenas. Ese mismo día colocamos bases de colmenas para 35 colmenas. Al día siguiente bajé de nuevo a Valverde acompañado de José, de Dévanos. Sacamos las bases del fondo del corral, las cargamos en el carro y tuvimos que hacer dos viajes para llevar todas. A continuación fuimos colocando las bases lo más niveladas que pudimos ayudándonos de tacos de madera, piedras, tierra.
De este modo el asentamiento cuenta con bases para colocar 80 colmenas. La semana que viene bajaré más bases con el carro y espero colocar otras 15 más y así disponer de un asentamiento para 80 colmenas y 30 núcleos.
Como veis, vamos haciendo el trabajo de ir haciendo cosas poco a poco, mejorando los asentamientos, corrigiendo errores pasados y adecuando nuestro obrador para trabajar más cómodos.
Recibid un abrazo y nos vemos o leemos en la próxima.
José Manuel
Se me olvidaba comentaros que hace dos semanas salimos publicitados en el periódico El Día, de Soria. Fue una página entera en la que se hablaba de forma sintética de nuestra historia familiar, del proyecto y de los colaboradores.

jueves, 12 de julio de 2018

SEMANA DE RUTINA, PERO DE TRABAJO

Amigos, amigas, hay poco que comentar esta semana.
Ayer nos fuimos a Añavieja con el coche "a reventar" pues llevábamos - desmontado - el nuevo extractor de miel que hemos comprado; también llevábamos cajas de cartón plegadas que nos servirán  para guardar en ellas los 2.100 tarros de cristal que hemos nos hemos comprometido a comprar; y también llevábamos 9 bidones de plástico de 25 litros que nos van a rellenar con azúcar amilbarado que nos servirá para alimentar a los núcleos y colmenas más débiles para que se fortalezcan y puedan llegar al invierno con las fuerzas y las garantías necesarias para superarlo.
Así pues, ayer, miércoles, mientras Carmen montaba las cajas y las pegaba para estar disponibles la última semana de julio, yo acudí a los asentamientos para alimentar y fortalezar las colmenas sin alza y los núcleos. Eliminé, sacudí sus pocas abejas, de 6 núcleos, a dos colmenas les puse alza y a un núcleo lo pasé a colmena. Por la noche bajé a Dévanos a recoger la colmena en la que había capturado un enjambre la semana pasada.
Hoy, jueves, me he levantado pronto, he montado el nuevo extractor de miel y, ¡oh sorpresa!, no funcionaba el motor. Así es que me lo he traído a Logroño y he contactado con la empresa que me lo ha vendido. A ver si hay suerte y lo tengo disponible para el último fin de semana de este mes en el que comienza la mielada de la lavanda.
El obrador donde extraemos la miel va a sufrir algún pequeño cambio pues el nuevo extractor,  que sustituye al pequeño, es más grande y nos va a hacer pasar algunos agobios en la línea de trabajo. Además vamos a cambiar el suelo sobre el que descansan los extractores, pues queremos poner una base de aglomerado con capa de melamina blanca y encima de ella una chapa de acero inoxidable para hacer más higiénico si cabe el trabajo de limpieza. Vamos avanzando en todo lo relacionado con la salud, la limpieza y la higiene. Las paredes del obrador están alicatadas en blanco, nos lavamos las manos continuamente cuando estamos trabajando y extrayendo la cera de los panales, el suelo lo forramos con cartón para no estar arrastrando residuos mientras trabajamos, filtramos 2 veces la miel que sale de los extractores, además de mantenerla en los maduradores durante una semana para que se eliminen residuos, y ahora vamos a poner suelo de inoxidable como base de los extractores. Todo es dinero y dinero, tiempo y más tiempo invertido. Pero las cosas hay que hacerlas bien, cueste lo que cueste, y más si van dirigidas a consumidores que creen en nuestro proyecto.
Y nada más, el sábado nos iremos a ayudar a montar el campamento del grupo scout en el que está nuestra hija maravillosamente atendida. Nosotros somos los "especialistas" de montaje de cocina y despensa, de escurridores y toldos para sombras y otros rollos.
Un abrazo
José Manuel

sábado, 7 de julio de 2018

ALIMENTAR Y EMBOTAR Y NO PARAR DE TRABAJAR

Ayer, viernes 6 de julio, víspera de San Fermín, Carmen y yo marchamos hacia Añavieja. Solos, porque Alberto se quedó estudiando y María tenía un "no sé qué" que le sirve casi siempre para no venir con nosotros.
Carmen se quedó preparando los útiles para embotar, asear el obrador... Yo partí hacia el asentamiento de Los Cabos y allí me "entretuve" en alimentar a las colmenas sin alza y a algunas colmenas con alza que no avanzaban. No hay floración en el ambiente pese a las lluvias continuas que caen sobre la zona. Ha pasado el trabajo de las abejas y casi todas ellas están aburridas dentro. Así es que en cuanto abría la tapa para comprobar cómo se encontraban, las "amigas" salían al exterior directas hacia mi cara, dispuestas a mosconear y a picar. A medida que iba abriendo colmenas se iban uniendo más abejas a la "ceremonia" de acosarme. Alguna ya me picó en la espalda atravesando el buzo y la camiseta interior de manga larga. Estrené guantes de cuero y también los atravesaron. ¡Qué fenómenas, qué capacidad de hacer pasar mal el rato!
Acabé el trabajo en ese colmenar y me fui al colmenar de El Pino. A medida que llegaba pude contemplar cómo estaban las jaras en plena floración. Revisé las colmenas, los núcleos y los cazaenjambres pero tuve la sensación de que no habían avanzado casi nada, incluso algunos núcleos habían retrocedido, así es que sacudí las abejas de algunos núcleos y me los llevé a casa.
Comimos tarde, a las 15:00 y me bajé a Dévanos a retirar un enjambre que se había instalado en un arco de la base de la iglesia. El enjambre era potente, de 7 láminas grandes y dos pequeñas. Lo corté en trozos y lo fui pasando a bastidores. Allí se quedó la colmena para que las abejas que había volando en el exterior se metieran en ella. El próximo jueves, por la noche, bajaré a por ella y me la llevaré a Los Cabos.
Total que, estando en verano, tuve que alimentar a las abejas, casi 50 kg de azúcar disueltos en agua caliente y metidos en bolsas para repartirlas, una a una, en cada colmena o núcleo. Y eso que la jara está en floración.
Mientras tanto, Carmen, la tía Rosa y Maruja embotaron 121 kg de miel en el obrador, les pusieron las etiquetas a los tarros y ya están dispuestos para la venta.
Tuvimos que volver a hacer otros 50 kg de azúcar disuelto en agua para alimentarlas el próximo fin de semana porque las colmenas van a menos y es necesario que estén fuertes para la mielada que esperamos a finales de julio.
En estos días estoy en tratos con una empresa que prepara azúcar caramelizada y te la vende líquida. Es el azúcar que se utiliza para las frutas escarchadas. Sale cara, pero voy a probar a ver si da resultado y las abejas aumentan en número con el nuevo producto.
Por otra parte, ayer compré un nuevo extractor de 6 cuadros. La broma salió por 1850 € y eso que el que me la vendió me lo hizo un poco más barato que el precio habitual. El nuevo extractor es igual que el extractor grande que tenía, con lo cual se puede sacar miel a 12 cuadros a la vez y eso supone ir rápido en el trabajo. El extractor de 4 cuadros lo tengo comprometido con Víctor, aunque también me lo compran en Burgos si lo quiero vender ¡ya! A finales de este mes colocaré el nuevo extractor grande y ya resolveré con el pequeño.
Y nada más, el próximo jueves Carmen y yo volvemos a Añavieja a alimentar las colmenas y preparar el nuevo extractor, o al menos preparar el suelo sobre el que se asentará.
Un abrazo, y nos leemos en la siguiente.
José Manuel

sábado, 30 de junio de 2018

LLUVIA, TRABAJO Y SATISFACCIÓN POR LO HECHO


29 junio 2018
El fin de semana pasado extraje miel de las colmenas de Los Cabos. Fueron 9 alzas cargadas de miel, de las cuales obtuvimos 120 kg. Pero comencemos por el principio.
Por la mañana acompañé a mi hijo Alberto al ortodoncista y allí le pusieron los braquet para la dentadura superior e inferior. Fue una hora y media de sufrimiento para mi hijo porque tiene la dentadura descompuesta como consecuencia del accidente de bicicleta. Con una pastilla de Ibuprofeno pudo aguantar el dolor mientras le hacían el trabajo. Después comimos y Carmen, mi esposa, y yo nos fuimos hacia Añavieja.
Llegamos a Añavieja a las 15:00, me cambié y me fui al apiario de Los Cabos. Mientras, Carmen preparaba el obrador y limpiaba los extractores de la última cata.
En el asentamiento de Los Cabos todo fue bien durante aproximadamente 1 hora. Pero la tormenta se iba acercando y las abejas cada vez estaban más pesadas. Fui extrayendo los cuadros con miel de las distintas colmenas y de aquellas que tenían cría cogía sus bastidores y los iba repartiendo entre las colmenas sin alza. A la par, iba alimentando dichas colmenas sin alza para darles fuerza. Fue un trabajo contrareloj porque la lluvia fue haciendo su aparición convirtiéndose en un chirimiri continuo que me iba empapando. Cuando faltaban 12 colmenas (¡que las conté!) se fue incrementando la intensidad de la lluvia y aceleré mi trabajo para salir de allí antes de que se embarrara pues recordaba las dos veces en las que me había quedado atascado, una yo solo y otra acompañado por mi hermano. Cargué las últimas alzas con miel y salí hacia Añavieja.
En Añavieja me esperaban Carmen y mi tía Rosa. Les dejé las nueve alzas con miel y me dirigí hacia El Pino. Comencé a revisar las sesenta colmenas y núcleos y a alimentarlas. Poco a poco la intensidad de la lluvia se iba haciendo mayor. Se me empapó el buzo blanco y me hacía contacto con la piel. Las abejas aprovechaban para clavarme los aguijones mientras yo maldecía mi suerte y trabajaba a marchas forzadas. Cuando faltaban seis colmenas por revisar, la lluvia se fue haciendo un poco más intensa. Alimenté a estas últimas colmenas, cargué los materiales, cerré el carro y salí del apiario. Apenas llevaba doscientos metros fuera del asentamiento cuando comenzó a llover torrencialmente. Salí a la pista parcelaria y por ella bajaba un caudal abundante de agua a la vez que los truenos y los rayos se sucedían de modo intermitente. Llegué a Añavieja, me metí en el almacén de El Gallinero y allí estuve preparando todas las alzas de las que dispongo mientras fuera caían ríos de agua y el cielo desataba su furia en forma de relámpagos y truenos.
Cargué el carro con todas las alzas que pude y lo dejé aparcado en la cochera para el próximo fin se semana. Subí al obrador y cuando llegué descubrí que ya habían acabado de extraer la miel. Ayudé a recoger y limpiar y cenamos a las 22:30.
30 junio 2018
El sábado por la mañana hice algunas mejores en el carro que me permitirán colgar las cámaras de las bicicletas de montaña que me sirven para sujetar las colmenas y evitan que éstas se desplacen de delante hacia atrás. Después visité los dos asentamientos y quedé satisfecho y orgulloso del montaje que tengo dispuesto allí y además enormemente contento del trabajo que estaban realizando las abejas pues en los dos lugares se las veía trabajando, llevando néctar y polen a las colmenas. Así es que el próximo fin de semana volveré para alimentar a las colmenas débiles y para recoger un enjambre en Dévanos, pues me ha llamado mi amigo José para que retire un enjambre que molesta y es peligroso.
Eso es todo. Espero que en las dos próximas semanas las colmenas débiles se fortalezcan y pueda ponerles alza a algunas de ellas hasta alcanzar el número de noventa. Las otras, las pobres y débiles las seguiré alimentando durante el verano para que cuando comience la invernada estén fuertes y dispuestas a pasar el frío invierno de Soria.
Un abrazo muy fuerte para todos.

miércoles, 27 de junio de 2018

CAMINAR, REINVENTARSE, DESCUBRIR LO POSITIVO

Han transcurrido 10 días desde el accidente de bicicleta de nuestro hijo Alberto y parece que ya vamos asimilando que todo vuelve a "recolocarse". Desde el viaje de angustia que vivimos el sábado, 16 de junio, montados en el coche camino de Santander, en silencio, digiriendo las palabras de la policía municipal: "Su hijo ha tenido un accidente con la bicicleta, se encuentra hospitalizado en urgencias en el hospital de Valdecilla y la situación presenta carácter poco agradable", hasta hoy; vamos dando pasos, asimilando que su labio ya no tiene los puntos externos porque se los han quitado, que Alberto es capaz de comer-tragar con autonomía (todo triturado y batido), que esta semana comienza el estudio maxilofacial para arrancarle los dientes (varios) que están sin enraizamiento con el hueso, que... Dios sabe lo que le espera. Y mientras tanto está en casa, estudiando para examinarse de las materias que están pendientes.
Volviendo al tema de las abejas, diré que el fin de semana pasado visité el asentamiento 2, el de Los Cabos y las abejas estaban de mal genio, de muy mal genio. Alimenté a las colmenas que no tenían alza y miré por encima el resto de colmenas. Debían de pensar que les iba a robar o a hacerles daño porque me cosieron a aguijonazos, me llenaron los guantes de picotazos. Creo que el motivo es que en aquella zona ha desaparecido todo tipo de floración, las abejas están sin trabajo, recogidas todas ellas en sus respectivas colmenas y se defienden cuando un visitante se acerca a ellas. Habrá que esperar hasta finales de julio, momento en el que empezará a florecer la lavanda y, espero, el brezo brillará en su esplendor.
En el asentamiento 1 los núcleos pasados a colmenas y los núcleos con pequeños enjambres procedentes de los enjambres capturados van desarrollándose poco a poco. Puse 14 alzas a varias colmenas y alimenté a muchas otras colmenas y núcleos con jarabe. Espero que en estas fechas la jara provoque que las abejas aporten polen a las colmenas y las reinas pongan muchos huevos para crear algunas colmenas más disponibles para trabajar la lavanda, el brezo y la encina. Mientras tanto sólo queda alimentar y alimentar.
Este próximo fin de semana volveré a alimentar a las colmenas sin alza (creo que en torno a 50) y extraeré cuadros de las colmenas con alza más potentes.
De todo lo que voy viviendo en estos azarosos 10 años de "apicultor" aficionado, echo de menos no conocer a fondo los lugares donde ubico los asentamientos de abejas. Si supiera con exactitud cuándo comienza la floración de cada uno de los tipos de plantas de la zona, podría obtener mejores resultados y trabajar más tranquilo.
En fin, que seguimos caminando y, como escribía en el título de este escrito: nos reinventamos e intentamos descubrir lo positivo.
Un abrazo.
José Manuel

jueves, 21 de junio de 2018

LA VIDA ES UN REGALO PARA SER DISFRUTADA

Hola, continúo con la historia de este fin de semana pasado y estos 4 días de esta semana.
Os pongo en antecedentes y os digo que nuestro hijo está estudiando CAFID (Ciencias del Deporte) y compite con el equipo denominado Santander Triatlón (es un pipiolo todavía, sobre todo si lo comparamos con sus admirados compañeros: Barroso, Urrutia, Ánder y compañía). Pues el sábado se la pegó contra un coche y se lo llevaron a urgencias. Nos llamó la policía de Santander  para informarnos que Alberto había tenido un accidente de bicicleta y acudimos al hospital de Valdecilla. Cuando llegamos, tuvimos que esperar, pero Alberto no estaba solo, había estado acompañado de Sandra, una compañera de Santander Triatlón, encantadora, sensible, cercana y cariñosa con nuestro hijo. Vamos, ¡un regalazo como persona! Estaba operando a Alberto un especialista maxilofacial, que le cosió el labio por dentro y por fuera, le intentó reinjertar y colocar tres de las palas de la mandíbula inferior, pero no pudo reimplantar una pala de la mandíbula superior.
Al acabar la operación de cosido, entramos, nos abrazamos, lloramos y Alberto fue dejando de temblar y de soltar angustias y miedos. El trato recibido por el especialista maxilofacial y su equipo fue extraordinario, con mucha sensibilidad, con extremada atención, cariño y cuidado. Vamos, un 10 de nota para todos.
Después me he pasado varios días acompañándolo, ayudándole a comer al principio, dándole papilla con cucharilla, después alimentándolo con jeringa y estos dos últimos días ya comía solo sorbiendo los purés y las cremas con una pajita de sección ancha. Pero está bien, todo esto se arregla con un ortodoncista que le ponga implantes, un mecánico dentista que le ponga férula, y uno o dos años de visitas continuas al odontólogo. Lo mejor de todo es que Alberto se quedó en Santander para presentarse a los dos últimos exámenes del trimestre. Eso me gustó porque supo sacar de su debilidad y dolor los suficientes arrestos para estudiar al día siguiente, domingo y el lunes y los demás días. Creo que ante las dificultades, por extremas que sean, siempre hay que buscar el hueco donde quepa el afán de superación, la lucha por la vida. Eso es lo que nos hace crecer.
Pues bien, todo este "rollo" que os he contado me da pie para trasladar aquí lo que escribí ayer por la tarde, sentado ante la mesa de la habitación de la residencia de estudiantes. La directora me ofreció una habitación para que pudiera estar al lado de mi hijo y así atenderle en los desayunos, comidas y cenas y a la par ir hablando con él para que no se sintiera solo y estudiara. Disfrutar de esa habitación ha sido un regalazo que me ha permitido quitarme angustia a mí al poder estar al lado de mi hijo. Podría haber estado en un hotel, pero no es lo mismo porque lo importante era la cercanía. Os transcribo lo que escribí ayer:
"Dejando al margen la situación médico-traumática de Alberto, que no es poco, voy a centrarme en dar gracias a la VIDA. Creo que dar gracias es un actitud o predisposición personal que todos deberíamos practicar y además deberíamos hacerlo con humildad, como buenos hermanos.
Hoy doy gracias a la vida porque mi hijo Alberto sigue conmigo, con nosotros, y porque su accidente no le ha causado daños cerebrales sino tan solo perdidas dentarias y rotura del labio inferior. Pero está bien. Gracias, VIDA.
Doy las gracias al doctor Álvarez, médico maxilofacial residente, que atendió a mi hijo cuando tuvo el accidente, le cosió el labio, le puso los dientes en su sitio, le tranquilizó. También nos atendió cálidamente a mi esposa y a mí, con mucho cariño, con amabilidad. Nos trató como si fuéramos amigos y con sus palabras y su talante disolvió nuestra tensión y nuestra angustia.
Doy las gracias a Sandra, del equipo Santander Triatlón, por cuidar de mi hijo como una madre, por ocupar nuestro puesto de padres cuando no estábamos presentes y hacerle sentir a Alberto que no estaba solo, que allí estaba ella, que contara con su protección.
Doy las gracias a Nati, directora de la residencia de estudiantes donde ha estado viviendo mi hijo durante este curso, porque me ha cedido una habitación para poder quedarme en Santander, poder atender a mi hijo de cerca, prepararle papillas para comer, hacerle el seguimiento y animarlo. En esta habitación, en la que estoy escribiendo en estos momentos, me siento relajado y mi hijo sabe que estoy cercano a él, que estoy gestionando los trámites con la policía, la federación de triatlón, el hospital, el seguro de accidente.
Doy las gracias a Lucía, secretaria de la Federación Cántabra de Triatlón por su acogida, sus atenciones, su amabilidad. Es un volcán, pero un volcán cariñoso y operativo. ¡Ah, y gracias a Federico, el Presi, que ha estado presente y ha soportado mis historias y explicaciones!
Doy las gracias a los padres de Sandra, con los que compartimos una cena rápida en nuestro primer día de estancia, cuando estábamos todavía bajo los efectos de la intranquilidad. Nos recibieron y se ofrecieron para todo lo que necesitáramos.
Como veis, todo es gracia, es decir todo es gratis porque gratis me lo dan y agradecido lo recibo. Gratis me lo da la Providencia a través de las palabras amables y cercanas y a través de la generosidad de tantas buenas gentes.
Había pensando no decir nada del seguro de accidentes, pero voy a decir a los que leéis nuestro blog que no os fiéis ni un pelo de las aseguradoras porque cuando llega el momento de cubrir gastos te dejan tirado. Doy fe de ello. Y no voy a añadir más para no autodestruirme. Me quedo con todo lo bonito que he descrito anteriormente.
Un beso para tod@s y nos leemos en la próxima.
José Manuel

TRASLADO DE ÚLTIMAS COLMENAS

Voy a intentar ser breve en lo referente a este fin de semana  del 15 y 16 de junio porque el problema comenzó al terminar de trabajar con las abejas.
Comienzo. El viernes día 15, comenzamos el trabajo en pareja, Víctor y yo, con las últimas colmenas que me faltaban por subir a Añavieja. Yo me puse a quitar las alzas, a sacar los cuadros y Víctor a subirlos al camino y cargarlos en el todoterreno. Fue un trabajo seguido, bonito, esforzado y que concluimos hacia las 14:00.  Después de comer nos fuimos a El Pino a revisar las colmenas que había enjambrado (no aparecen en la foto, están a mano izquierda pero no cabían en la foto) y a revisar los núcleos y colmenas cazaenjambres que he capturado en estos dos meses (son las de la foto).
Como podréis observar, nuestras colmenas están en pleno monte, rodeadas de encinas, brezo, jara...
Después nos fuimos a extraer la miel de las alzas que habíamos cogido antes de comer. A las 20:30 comenzamos en Valverde a cerrar colmenas y a trasladarlas al remolque, subiendo la maldita cuesta. Y ahí empezó la feria. Nos picaban por todos los lados, estaban agresivas a más no poder. Víctor recibió la visita de 3 abejas dentro de su cara, el miedo entró en su mente y salió huyendo hacia Valverde. Al cabo del rato vino pero era más aconsejable que se fuera del lugar y me esperara lejos hasta que yo acabara de cargar las colmenas. Acabé de cargar, me puse en marcha y Víctor se montó cien metros más adelante. Volvimos y descargamos en Añavieja. Eran las 23:30. De esta tarde se me ha quedado grabada la frase de Víctor que casi provoca en mí una carcajada: "No me ha gustado nada esta experiencia". Pues vale, amigo, otro día será mejor.
A la mañana siguiente, sábado, cargamos las alzas en el carro, volvimos al asentamiento y las fuimos poniendo encima de las colmenas. El trabajo fue rápido, eficaz y sentimos la sensación de saber trabajar juntos en buena armonía. En la foto apreciaréis cómo ha quedado el segundo asentamiento, visto desde dos enfoques.
Después de acabar la puesta de alzas aún me dio tiempo de volver a Añavieja y coger un enjambre que se había colgado del techo de la nave de mi amigo Víctor. 
Os adjunto una fotografía de campo que hicimos el otro día. A ver si sois capaces de ver la reina; os doy una pista, lleva un puntito rosa en el tórax y su tamaño es el doble que el resto de las abejas.

Después, vuelta a Logroño, ducharme y ya eran las 13 horas cuando apareció mi señora, Carmen, y me dijo que nuestro hijo había tenido un accidente en Santander cuando iba en bicicleta. Volví a meter las cosas en la bolsa y salimos disparados hacia Santander, sin comer.
El resto de la aventura os lo cuento en el siguiente "relato".
Un abrazo.

martes, 12 de junio de 2018

TRASLADO DE COLMENAS, LLUVIA, BARRO...

Hola:
Duro fin de semana. El sábado, Día de La Rioja, lo pasé con mis amigos de Pasión Ciclista. Estuvimos poniendo alfombra nueva al local de bicicletas, desde las 8:30 hasta las 19:00, más o menos. Todo intensivo, agachados, doblados... Al acabar el día el cuerpo pedía descanso, con fuertes dolores de rodillas a causa del trabajo arrastrado durante la jornada, con dolores en mi hernia discal operarada como consecuencia del continuo ponerse depié y arrodillarse. Estando en la cama me dolía todo, TODO, me dolía hasta para girarme y cambiar de posición.
El domingo por la mañana me metí un buen tute con la bicicleta de carretera - 64 km - a una velocidad media de casi 30 por hora. Llegué a Logroño, comí rápido y me puse en ruta hacia Añavieja. Llegué, me cambié, viaje hasta Valverde y comencé a quitar las alzas de dos asentamientos de colmenas. Eran las 17:00 y no sabía qué hacer hasta que atardeciera y pudiera recoger las colmenas para subirlas a Añavieja, junto con las alzas. Me acerqué andando hasta avistar el barranco de El Cajo y allí pasé dos horas comiendo, medio tumbado y con fuertes dolores de  músculos.
A las 19:30 cargué las colmenas de los dos asentamientos y, en total, cargué casi 40 colmenas, junto con las alzas. El remolque iba con las ruedas aplastadas y el todoterreno llevaba 10 colmenas. Fue un recorrido lento para no reventar las ruedas. Cuando estábamos a punto de llegar a Añavieja se puso a llover. Al llegar al asentamiento, hacia las 21:30 me encontré con una de las sorpresas que más me ha encoraginado en los últimos meses: habían arado la finca a ambos lados del lugar del asentamiento donde iba a ir colocadas las colmenas y no quedaba apenas espacio para pasar. El suelo estaba embarrado y al final de la finca no tenía espacio suficiente para dar la vuelta con el todoterreno y el carro. Maldije mi suerte porque pasé momentos de angustia. Descargué las colmenas y dentro del remolque quedarán todas las alzas, ¡que tenían su peso! Pues bien, tiré con el remolque hasta el final de la finca y metí el todoterreno contra las encinas. Solté el remolque y, echándole lo que hay que echarle en situaciones así..., lo levanté, lo moví como pude y lo giré hacia la salida por donde había venido; volví a enganchar el todoterreno y el remolque y me fui hacia Añavieja. Todo esto lloviendo, de noche y con el suelo arcilloso. Antes de llegar al final de la finca el todoterreno y el carro se deslizaron sobre el suelo embarrado y arcilloso y tiraron 2 colmenas. Conseguí salir de la finca con angustia y totalmente empapado. Llegué a casa, cené un yogur y una manzana y me fui a la cama, totalmente apaleado, dolorido y desconcertado. Eran las 00:05.
A las 6:00 de la mañana me puse en marcha y volví al asentamiento para colocarles las alzas a las colmenas. Acabé de ponerlas y ya comenzaba a caer una ligera lluvia.
Bajé a Valverde otra vez y cargué todas las colmenas de un asentamiento. El remolque y el todorreno iban llenos, hasta la bandera. Llevé toda la carga al asentamiento de El Pino y la descargué. No llovía y aproveché para revisar todas las colmenas, tanto las que llevaba como las que había (en total unas 62).
Volví a casa para comer algo y dormir. A las 16:00 ya estaba embotando miel con mi tía Rosa y mi prima Rosa Mari. Comenzó a llover y se pasó toda la tarde en un continuo chirimiri. Dejé a mi tía y a mi prima y mi hermano Carlos y yo nos fuimos a ver el asentamiento que me había causado problemas el día anterior. Atravesamos la finca con el suelo embarrado, miramos los alrededores para encontrar agua para las abejas y... Montamos en el todorreno y allí empezó la odisea porque el suelo estaba totalmente deslizante, el vehículo se iba hacia un lado y hacia el otro, se averió la doble tracción y no había forma de avanzar. Mi hermano se puso a los mandos del vehículo, yo empujaba con todas mis fuerzas y no había forma de salir. Cuando conseguimos avanzar un poco, el vehículo se quedó varado al lado de las colmenas. Las abejas salían alteradas dispuestas a todo. Yo iba protegido pero mi hermano Carlos no se había puesto la careta y recibió de lo suyo. Así estuvimos cerca de una hora, patinando, maldiciendo... Cuando casi llegábamos al final de la fila de colmenas, patinando el coche, yo totalmente embarrado y calado, el todoterreno se deslizó, quedó un poco cruzado y derribó dos colmenas de sus bases. Una de las colmenas perdió la tapa y comenzaron a salir cientos y cientos de abejas. ¡Qué infierno! Al final de la finca había una rampa y no veíamos la manera de superarla. Pusimos ramas para que agarraran las ruedas, cargamos piedras para que hicieran más peso y no patinaran... Al final salimos al camino, totalmente embarrados, calados... En ese momento hicimos otra prueba más (una de las muchas) para ver si funcionaba la doble tracción y en ese momento volvió a funcionar la doble tracción, cuando ya habíamos superado todas las dificultades. ¡Dita sea!
Volví a casa y acabé de ayudar a mi prima y a mi tía a embotar toda la miel y poner las etiquetas. Acabamos hacia las 21:00.
Hoy es martes y me he levantado a las 7:00. Nuevamente está chispeando y anuncian más aguas para hoy para mañana. He decidido vestirme, lavar el todoterreno y volverme a Logroño porque no puedo hacer nada. Ya volveré el próximo viernes para retirar las alzas del último asentamiento que me queda en Valverde y ese mismo viernes, por la noche, cargaré las colmenas. Menuda paliza me espera porque tanto las alzas como las colmenas están en el hoyo del corral y hay que sacarlas al camino echándole muchas ganas. ¡Ayuda!
Menuda tralla llevo. Me duele todo el cuerpo, los brazos, los hombros, la hernia discal, el menisco roto. Espero no haber sido demasiado rollero, pero aquí os he plasmado una buena película para que hayáis entrenado la imaginación.
El próximo día os cuento más.
Salud y buena vida.
José Manuel

lunes, 4 de junio de 2018

MUCHO "CURRO", PERO HEMOS CATADO MIEL


Bien venidos y bien hallados a esta página.
Nuevamente, este fin de semana pasado ha sido de traca. Desde el viernes por la tarde, día en que llegamos a Añavieja, hasta el domingo todo fue correr, vivir con el ahogo del tiempo en el estómago y tensión en músculos y nervios.
El viernes llegamos a las 20:00 a Añavieja y Carmen se pasó el resto de la tarde-noche, hasta las 10:30, poniendo láminas de cera nueva a los bastidores y aún le quedó trabajo para el día siguiente. A su vez, María iba rellenando las colmenas con los bastidores de cera que Carmen preparaba. Yo preparé las 15 colmenas que necesité para el día siguiente, por la tarde. Además, preparé 23 alzas para reponer los bastidores de miel al día siguiente. Cuando ya anochecía me informaron que había un enjambre colgado del alero del tejado de una nave industrial. Había dicho que no cogería más enjambres pero si no cogía este podría meterse en ¡Dios sabe qué vivienda, casa, tejado… del pueblo!. Así es que estuve trabajando hasta más allá de las 10:30.
Nos pusimos a cenar a las 23:00, cansados. A la par estaba lloviendo y no dejaba preparar más cosas en el exterior del obrador. Nos acostamos más allá de las 24:00.
El sábado me levanté a las 7:00 y estaba en marcha con el todoterreno y el carro a las 7:30. Inicié el trabajo en el asentamiento más duro porque estaba de hierba hasta la rodilla, todo mojado y con amenaza de tormenta. El lugar era el temido corral en el que tengo metidas las colmenas (una hondonada), unos metros más abajo del camino y con una rampa final de salida que deja los músculos y las piernas agotados, sobre todo si se tiene en cuenta que subo la cuesta con alzas cargadas con miel que pesan entre 20 y 25 kg (casi todas ellas). Las abejas estaban con una mala uva que “daba para atrás” porque la tormenta amenazaba con convertirse  en ducha. Allí me pasé dos horas recogiendo los cuadros cargados de miel de todas las colmenas y sacando las alzas al camino. Y las abejas a lo suyo: picar, ponerme de mal genio y… Al principio trabajé con alegría y ligereza pero poco a poco se fueron empapando mis ropas, especialmente las botas y los pantalones, y las abejas no dejaron de darme picotazos a través de los guantes mojados. Acabé harto de las abejas, de la humedad y de la maldita cuesta que daba acceso al camino y por la que sufría llevando colgadas de mis brazos las alzas cargadas de miel.
Cerré el carro y me fui a otro asentamiento. Me cambié de guantes porque estaban empapados de sudor. En el siguiente asentamiento se puso a lloviznar y lo hice todo con ligereza porque no tenía ganas de vivir la mañana empapado. Todo fue muy rápido.
En el último asentamiento trabajé rápido pero un poco decepcionado porque tengo varias colmenas que se han vuelto zanganeras y no avanzan. Así es que el próximo fin de semana las cambiaré de lugar, les meteré jabardillos pequeños con reina nueva en cada colmena y espero que salgan adelante y estén productivas para el mes de agosto.
Había salido de casa a las 7:30 con la intención de volver a ella hacia las 11:30, pero el curro fue duro y volví a las 13:30. Descargamos las alzas e inmediatamente Carmen se puso a sacar miel con ayuda de mi tía Rosa. María sacaba y metía los bastidores en los extractores de miel y yo cargaba el remolque con las colmenas preparadas por María. Esas colmenas me servirían para trabajar por la tarde y poder pasar núcleos a colmenas.
Comimos y, por la tarde, Carmen, María y la tía Rosa estuvieron extrayendo miel. Yo bajé a otro asentamiento y estuve pasando núcleos a colmenas. Después me fui al asentamiento de El Pino, donde tengo puestas 28 colmenas cazaenjambres con los enjambres que he capturado en el mes de mayo. Revisé todas, marqué las que ya tenían reina y estaban poniendo huevos y me volví a Añavieja.
A las 8:30 ya habían terminado de sacar toda la miel (¡300 y pico kg!) y Carmen y yo nos fuimos a la iglesia para recoger el núcleo que contenía el enjambre de abejas que se había colado detrás del retablo. Retiré las tablas, cerré la piquera de entrada al núcleo y lo saqué fuera de la iglesia. Pero el núcleo no se cerraba bien y escapaban muchas abejas. Me lo llevé rápidamente al todoterreno y le puse cinta de carrocero en las aberturas. Cuando volví a la iglesia me encontré con que a mi señora esposa, Carmen, le había picado una abeja en el párpado y se le estaba hinchando rápidamente (Carmen es alérgica, o algo parecido). Así es que ella se cogió el coche y se fue al centro de salud a que le pincharan una inyección de Urbasón. Yo cogí otros cuatro enjambres que habían caído en los cazaenjambres durante esta semana y me fui a llevarlos a El Pino. Total: 32 enjambres. ¡Qué locura!
La mañana del domingo la pasé almacenando alzas con bastidores vacíos de miel y organizando todo el almacén. Después nos fuimos a la iglesia a intentar recomponer el retablo mayor, con sus paneles de madera. Pusimos a Santa Engracia en su sitio y nos dio el tiempo justo para cambiarnos y volver para celebrar la misa de Corpus Cristi.
Eso es todo. Ahora que lo releo me parece una locura porque llevamos dos fines de semana de agotamiento, aunque en éste último ya hemos sacado miel. 
El próximo fin de semana, que es puente en Logroño, día de La Rioja, fiesta de San Bernabé (patrón de Logroño), volveré yo solito a Añavieja a revisar colmenas, pasar los últimos núcleos a colmena, embotar la miel y trasladar las colmenas de los asentamientos que están a menos altura (se está acabando el tomillo) a mis asentamientos de Añavieja que están a 1.000 m de altura (todavía hay romero y el tomillo chuta fuerte).
Os cuelgo dos fotografías que hizo mi hija María cuando estaban sacando miel. Carmen no se dejó hacer fotografías con el ojo hinchado, así es que lo dejamos ahí y que cada cual se imagine el ojo.
Un abrazo.
José Manuel