domingo, 31 de mayo de 2015

FIN DE SEMANA EN COMPAÑÍA

Un saludo a todos los lectores.
Este fin de semana estuvimos acompañados por la familia Martínez Carrión (Iván, Paula, Adrián y Carlota). Compartimos con ellos la jornada, con visita a uno de los apiarios donde había colmenas jóvenes recién formadas. Pasamos (que no bajamos de la furgoneta) al lado de una granja de terneros, visitamos el gallinero y las gallinas de la tía Rosa, la granja de cerdos ibéricos del tío Carlos, sacamos miel, vimos los lugares más interesantes de Añavieja y... vuelta a Logroño.
Fue un día mezclado de mucho curro, como ya os contaré más adelante, junto con la visita familiar.
Ahí podéis apreciar el tamaño de los niños - gemelos de 5 años - y su funda de apicultores.

Pero nuestro trabajo comenzó el viernes a las 19:30. Carmen y Alberto se metieron en el obrador y comenzaron a embotar la miel que habíamos sacado dos semanas antes. Después vinieron las etiquetas y... Yo me bajé al apiario y estuve trabajando una hora y media, pero como no podía luchar contra la mala uva de las abejas me tuve que volver hacia casa aburrido de picotazos. Llegué a las 10:15 de la noche, cené un poco y continué embotando hasta las 12:000 horas.
A la mañana siguiente me fui a las 7:00 a las abejas y estuve sacando toda la miel que pude. Mientras tanto, Carmen y Alberto estaban sacando miel en el obrador. Por la tarde continuamos sacando miel a la vez que atendíamos a la visita. Estuvimos hasta las 11:00 de la noche. Y hoy, domingo, hemos continuado embotando miel desde el amanecer hasta las 12:00.
Ha sido otro fin de semana de darnos una buena paliza. Total, que hemos embotado y etiquetado 500 kg de miel. Y a la vez hemos extraído de los panales otros 400 kg de miel. Mi mujer, Carmen, dice que ya vale de miel y de abejas, que quite colmenas, que esto no es vida los fines de semana. Eso lo dice ella que no ha venido todos los fines de semana como lo he hecho yo.
En fin, que tenemos ¡un cosechón de miel! Que el Padre providente nos regala mucho trabajo pero también nos concede los frutos para que nos sintamos contentos. 
Ahora hay que vender toda la miel, la que hemos embotado, más la que embotaremos el próximo fin de semana, más la que vamos a sacar el próximo fin de semana. Y luego vendrán las mieles de verano, la de la lavanda y la del brezo y la encina. Este año nadaremos en miel.

Ahí os muestro una foto de parte de la miel que hemos embotado, lo que falta ya estaba cargado en el coche, repartido a la tía Rosa para la venta cercana, una caja para Hermelo y...
El próximo día os sigo contando, ahora toca descansar un poco y preparar las clases de mañana en el colegio.
Un abrazo.

viernes, 22 de mayo de 2015

HOY ME HA ACOMPAÑADO MI HIJO ALBERTO. ¡¡¡ALELULA, ALELUYA!!!

Hola, amigos y amigas.
¡Sí, hoy me ha acompañado mi hijo Alberto hasta Añavieja!
He salido del colegio de Albelda, he venido hasta Logroño, he cogido a Alberto cuando salía del colegio y nos hemos venido hacia Añavieja comiéndonos unos bocadillos durante el viaje.
¿Creéis que ha sido una compañía gratis y de ofrecimiento generoso? ¡Huy, para eso todavía falta mucho tiempo y muchas reflexiones!
Él quería que lo llevara hoy, sábado, a la carrera de duatlón que se celebra en el robledal de Carrasquedo (Grañón) y, ¡claro!, no tenía coche ni nadie que lo llevara.
Hicimos un pacto. Yo te llevo a la carrera y me paso la tarde contigo y a cambio tú vienes conmigo a Añavieja y me ayudas en el trabajo con las abejas.
Y así lo hicimos. Yo levantaba las tapas de la colmenas, Alberto echaba humo, yo sacaba los bastidores con miel, él metía bastidores vacíos, cerrábamos la colmena y pasábamos a otra.
Bajamos con la furgoneta con el suficiente número de alzas, pero no bastó. Llenamos las alzas, cargamos la furgoneta, volvimos a Añavieja, descargamos. Cogimos más alzas vacías y volvimos al apiario a continuar el trabajo.
Regresamos a Añvieja con el trabajo hecho, cogimos el coche y llegamos a Logroño a las 10:00 de la noche.
Buen trabajo, sobre todo porque los bastidores volvieron cargados de miel a Añavieja. Yo calculo que cogeríamos unos 150 kg de miel fina. El próximo fin de semana la sacaremos.
Me pregunto: ¿qué hay que hacer con los hijos para que se ofrezcan generosamente sin tener que llegar a pactos? Si alguien lo sabe que me lo cuente.
Un abrazo a todos y a todas y pasad un buen día.

lunes, 18 de mayo de 2015

BUENA MIEL Y DE MUY BUENA CALIDAD

Ha sido un largo fin de semana.
Comencé el jueves por la tarde a trabajar, hacia las 16:00 (el viernes era fiesta  en mi pueblo).
Me pasé la tarde mirando TODAS las colmenas, quitándoles los bastidores con miel y poniéndoles otros bastidores vacíos. Así hasta que agoté todo el material que llevé al colmenar.
Volví a Añavieja, descargué la furgoneta en el obrador y me fui a otro colmenar para juntar los núcleos pequeños (unía dos pequeños para formar uno grande). Volví a las 9:30 a casa, cené y me fui a la cama.
El viernes, a las 7:00, me puse en marcha y volví otra vez al asentamiento del día anterior a recoger más bastidores con miel.
Vine a casa, descargué y me puse a llenar botes de miel que habíamos sacado dos semanas antes. Fueron 160 botes, los cuales ya están vendidos todos. A continuación me puse a sacar miel con los extractores. Comí en 20 minutos y continué sacando miel.
A las 5:30 aparecieron por el obrador dos amigos de Dévanos, José y su sobrina Eva. Nos pusimos a trabajar en equipo y aquello fue una maravilla. Estuvimos trabajando hasta las 21:00 de la tarde. Ellos dos quitaban el opérculo de cera a los bastidores y yo los iba cargando en los dos extractores, luego recogía los bastidores vacíos, una vez extraída la miel, y los almacenaba. A la vez, vaciaba los calderos en los maduradores, reparaba algunos bastidores rotos y otras faenas que iban surgiendo. Fue un rato muy bonito, de trabajo y de conversación. Al final de la tarde, los dos volvieron a Dévanos.
Acabé de limpiar a las 9.45, cené y me fui a la cama.
El sábado me levanté pronto y estuve sacando toda la miel que quedaba en los bastidores que había traído el día anterior por la mañana. Acabé a las 12:30, limpié lo más grueso, recogí cartones del suelo, fregué algo el suelo y dejé los maduradores llenos de miel, ¡a rebosar!, cerca de 500 kg.
Comí en el salón y me quedé dormido en el sofá, agotado, sin muchas ganas de marcha.
Por la tarde volví a recoger más núcleos pequeños y los fui juntando por parejas en el nuevo asentamiento. El próximo fin de semana veré si he conseguido hacer algo que haya merecido la pena, porque todo son probaturas y las que funcionen bien las volveré a repetir en años venideros.
El domingo, con la presencia y ayuda de mi mujer, limpiamos el obrador, desmonté los dos extractores que no estaban bien anclados al suelo, ajusté la altura de los apoyos para sacar la miel y...¡se acabó el fin de semana!
El próximo fin de semana volveré a Añavieja a continuar cogiendo los bastidores que hayan llenado de miel en las colmenas. Y también a continuar juntando los núcleos débiles por parejas para formar nuevas colmenas.
Y dentro de dos fines de semana dispondremos de dulce y deliciosa miel, ya madura y limpia de todas las impurezas de cera. Os puedo asegurar que estaba buenísima porque fui probándola a medida que la iba sacando.
Así es que todos aquellos que deseéis miel, o los que hacéis de "comerciales" para Añamiel Solidaria, ya podéis llamar por teléfono al número que está en la parte superior. Carmen, mi mujer, os cogerá los pedidos.
Que paséis buena semana y disfrutéis de estos días tan buenos que nos regala la naturaleza.
Un abrazo.
José Manuel

sábado, 2 de mayo de 2015

HEMOS SACADO MIEL DE ROMERO

Recibid un saludo de bienvenida todos los que visitáis nuestra página.
Tal y como aparece en el titular de la noticia, ayer, fiesta del trabajo, estuvimos trabajando desde por la mañana hasta por la noche.
El trabajo por la mañana en el campo fue un tanto molesto porque el viento soplaba fuerte y, cada vez que abría una colmena para sacar un bastidor, las abejas salían despedidas. Eso a la par producía un "cabreo" en los pobres bichos, los cuales se lanzaban contra mi ropa, mis guantes y mi cara.
A la vez estaba medio lloviznando y resultaba molesto trabajar sin sentir el agüilla sobre la cara.
Bueno, después de, aproximadamente, 4 horas conseguí revisar todas las colmenas y todas las alzas y volver hacia casa con batidores cargados de miel.
He de decir que este año las reinas están aceleradas y no hacen otra cosa que producir nuevas reinas, dividir las colmenas y salir volando con la mitad de las abejas en dirección a paraderos desconocidos. Así es que ayer, a medida que abría las alzas y revisaba los bastidores, tuve que dar muerte a decenas de reinas que estaban a punto de nacer. Fue un auténtico desastre "monárquico".
Cuando ya volvía hacia casa observé que, pegado al costado de una colmena, había un enjambre de abejas al abrigo del frío. Cogí una colmena, la puse debajo del enjambre, quité la tapa, di un golpe a la colmena en la que estaban agarradas y todas cayeron dentro de la segunda colmena. Espero que el próximo fin de semana pueda ver a la nueva colmena lanzada y a la reina poniendo huevos.
Mi mujer y mis hijos estuvieron sacando miel después de comer. Hemos conseguido montar una instalación tan sencilla y a la vez tan perfecta, tan limpia e higiénica y tan operativa que en menos de tres horas ya habían extraído toda la miel de las alzas.
Vamos a dejar que la miel madure durante dos semanas en el madurador y después embotaremos miel de romero, blanca, limpia y ¡con un aroma y un sabor que invaden el paladar y la pituitaria!
Así es que en quince días ya dispondremos de miel para vender. No mucha (150 kg), porque es de romero puro, pero esperamos que a finales de mayo dispongamos de más kilos de miel de tomillo y de otras flores.
Recibid un abrazo y disfrutad de la primavera, que está que se sale de colorido.