martes, 24 de diciembre de 2019

FELIZ NAVIDAD Y NO FUMIGADO AÑO NUEVO

Nos hemos reunido en familia para ce-lebrar, ce-nar, ce-searnos lo mejor entre todos los miembros que formamos el núcleo de Añavieja.
Ha transcurrido un año y en él hemos experimentado cambios, ha nacido una resobrinilla, a mi padre lo hemos ingresado en la residencia de ancianos donde está feliz (mañana comerá con nosotros) y estamos con actitud expectante ante el próximo año.
Os deseamos a todos que la vida que tengáis en familia se asemeje a la de Nazaret, pero que no paséis tantas penurias y soledad como vivieron María, José y Jesús.
¡Ánimo, que hay Navidad si nosotros lo queremos y así se lo pedimos al Dios Padre creador!
De parte de nuestra familia (Carmen, Alberto, María, José Manuel) un fuerte abrazo cargado de energía y de cercanía.

Y para nuestras abejas, para nuestro mundo contaminado, pedimos sensibilidad a los gobernantes y concienciación a los que poblamos el planeta de que este discurrir de la madre tierra lo hemos de hacer entre todos.
José Manuel

martes, 10 de diciembre de 2019

MEJORANDO MI ALMACÉN DE COLMENAS

Buenas tardes:
Aprovechando que estamos en invierno, y dado que estoy cuidando a mi padre en el pueblo (tuvo una grave caída y ha quedado totalmente dependiente), he decidido mejorar mi almacén de colmenas y alzas. Me voy a explicar por si mi "invento" le puede servir a alguien.
El lugar donde guardo las colmenas es una granja de cerdos en desuso, una de sus paredes tiene contacto con la tierra y eso permite que en su interior haya un cierto frescor. Pero pese a ello ataca la polilla de la colmena. Descubrí que al final de la granja hay otra mini granja de aproximadamente 9 x 6 metros cuadros (54 metros cuadrados) y dos de sus paredes están bajo tierra, con lo cual el nivel de humedad y de temperatura son muy estimables.
Me compré un aparato pequeño que mide la temperatura y la humedad máxima y mínima y quedan registradas. Llevo midiendo los dos parámetros (temperatura y humedad) desde hace ya dos meses y me da una media de temperatura baja de 6 grados y alta de 13 grados; y la humedad está entre los 59 grados y los 91 grados. Con esos parámetros tan buenos, he decidido derribar todos los tabiques de la granja, retirar los escombros y sellar las dos paredes que no tienen contacto con la tierra. En ambas paredes he puesto láminas de colchón de espuma y otros elementos que dejan el local totalmente aislado y sin apenas luz, o incluso a oscuras y con frescor de otoño-invierno.
Cuando comience la próxima campaña iré colocando en dicho local las colmenas. Las alzas las pondré lo más cercanas posible a las paredes que tienen contacto con la tierra y crearé un lugar más combativo contra la polilla y los ratones.
¿Qué os parece? Esto es propio de un soñador, por lo menos es lo que me queda después de tanto fracaso con la polilla, la varroa y la sequía. Lo bueno del caso es que luego me fallarán mis manejos de las colmenas en el campo y... ¡vuelta a empezar!
Espero que en dos o tres semanas tenga habilitado el local, igualado el suelo, puesta la puerta de acceso desde la cara norte y hecha una rampa para subir al nivel del local con el carretillo.
Estoy preparando unos bidones para traer azúcar caramelizada para el inicio de la campaña, allá por el mes de febrero, y en fechas próximas mejoraré los bebederos con nuevos depósitos que me ha regalado mi amigo Emilio (dueño de la empresa Artesanas de Añavieja).
Eso es todo por ahora. Sed felices, disfrutad de la familia en estas fechas navideñas y... nada más.
José Manuel