AÑAmiel solidaria: enero 2017

lunes, 16 de enero de 2017

¡DING, DONG! LLEGA CORREO DESDE ECUADOR

Hola a todos y a todos, amigos y amigas, colabores, curiosos... Todos tenemos cabida en este blog.
Han transcurrido muchos días desde que escribimos el último comunicado. Ahora nos llegan noticias recientes de Ecuador, frescas, llenas de VIDA, con mucha fuerza impulsada por la PROVIDENCIA.
Hoy nos podemos sentir felices porque desde aquí rompemos barreras y alambradas que nuestra rica Europa crea para marginar a otros países, a otros continentes. Veo las imágenes en periódicos y televisión de los emigrantes muertos de frío, de hambre, rechazados por nosotros. Siento vergüenza de ser europeo y formar parte de los países ricos que se miran el ombligo. Nacer en Europa, en España sólo es una circunstancia de la vida, que no por ello nos debe conducir a pensar en la suerte que hemos tenido y decir en nuestro fuero interno que los demás "tienen lo que se merecen".
Nosotros mantenemos nuestro pequeño grano de arena dando algo de lo nuestro y recibiendo a cambio lecciones de entrega y de amor de la joven América.
Os adjunto la última misiva de Pedro Luis que nos llega de Ecuador. Disfrutadla y dad gracias porque hay personas que allá donde van dan lo mejor de sí mismos creando futuro en lugares donde reina la necesidad.
Un beso, un abrazo y un ¡que seáis felices en este año 2017!
José Manuel (en rojo os remarco lo más me ha llamado la atención y más me ha llegado al fondo)

Pedro Luis Rodríguez
Casa de los Niños Santa Teresita
Parroquia Virgen del Carmen, PP. Carmelitas
Guayaquil
13 de enero de 2017

Queridos amigos:

Aunque ya lo hemos hecho por otros medios, tenemos que comenzar deseando a todos un feliz año nuevo 2017. Que los recientemente llegados Reyes Magos nos hayan traído sus alforjas cargadas de “Solidaridad”.

Ya desde la “tranquilidad” que da el mes de enero, quiero volver la mirada a las Fiestas Navideñas que acabamos de pasar en la Casa de los Niños, y me viene a la mente una palabra sobre las demás: “Solidaridad”.

1. “Solidaridad” en nuestra Casita de los Niños de Guayaquil:

Los jóvenes del JUCAE (Juventud Carmelita Ecuatoriana), desde la Casa de los Niños, derrocharon “Solidaridad” en las visitas nocturnas que realizaron desde el mes de noviembre a las personas que viven en la calle alrededor de nuestra parroquia. Descubrieron que en cuatro cuadras pasan la noche a la intemperie, unas ¡¡¡50 personas!!! Además de las 5 visitas, ofreciéndoles un café, en una de ellas les llevaron un plato de comida elaborado por ellos mismos. La idea de los jóvenes y de la Casa de los Niños, no es quedarse en las visitas, sino poder llegar algo más lejos… También este grupo de jóvenes colaboró con nosotros, organizando la Gran Fiesta de la Navidad en las casas de los niños que asisten a nuestro centro. Participaron unos 80 niños además del grupo de adultos.
La Parroquia Virgen del Carmen, también demostró su “Solidaridad” con la Casa de los Niños, colaborando con caramelos, alimentos, juguetes… para poder entregar a los niños y niñas, además de dar su tiempo y trabajo para realizar las distintas actividades que se realizaron.
“Solidaridad” en la comida navideña que ofrecimos para los papás y niños de la Casa de los Niños. Era la primera vez que los papás asistieron a la Casa de los Niños en un número tan grande.
“Solidaridad” en tantos donantes que nos siguen ayudando desinteresadamente para los niños, desde España, desde Cuenca, desde tantos lugares... Más de 700 fundas de caramelos, alimentos, zapatos y juguetes que nos llegaron a la Casa de los Niños para repartirlos entre los niños de Cascales, de la catequesis, los que asistieron a la novena y los que cada día vienen a la Casa de los Niños. Gracias a todos por su “Solidaridad”.

2. “Solidaridad” en nuestras Casas de los Niños de Cascales:

Desde el día 14 al 18 de diciembre, la Casa de los Niños de Guayaquil se fue a visitar a sus “casitas” hermanas de Cascales. Fue un encuentro muy bonito en el que además de conocernos, vimos la “Solidaridad” de la gente a cada paso.
Una visita que se movió entre fiesta y fiesta, pues celebramos con ellos la Fiesta de la Navidad del Centro de Día de Adultos Mayores y la Fiesta de los Niños,
donde participaron unos 400 niños y niñas de las 7 Casas de los Niños y de las Infancias Misioneras.
Pero no sólo fiestas, pues tuvimos una reunión institucional en el Municipio de Cascales con el alcalde y sus concejales. En ella nos informaron que de cara a este año que estamos comenzando, el Municipio, por medio de su Patronato, continuará apoyándonos con los dos proyectos que llevábamos en convenio, y que son: el Comedor de niños y adolescentes, y el Centro de Día de Adultos mayores. Además, nos informaron que se aumentará la cobertura, pasando de atender a 85 niños y 25 adultos, a atender a 100 niños y 30 adultos. Son buenas noticias, la “Solidaridad” va en aumento.
Pero no fue la única BUENA NOTICIA de “Solidaridad”, pues en esa reunión también se decidió que va a comenzar una nueva Casa de los Niños en Cascales. Desde hace un tiempo tenemos un nuevo edificio que no estaba del todo acabado. El Municipio se comprometió a acabar los detalles pendientes, y en este mes de enero comenzamos a prestar el servicio. La nueva Casa de los Niños está en un barrio muy pobre, donde viven muchos niños indígenas que están haciendo sus estudios en los centros educativos de Cascales y viven a veces solos. De ahí la importancia del nuevo centro.

3. “Solidaridad” que también se demuestra en el VOLUNTARIADO:

Dos jóvenes Voluntarios de Argentina, Nacho y Nicole, están ya en Quito, y en breve se incorporarán para hacer un voluntariado en Guayaquil primero y en Cascales después, por más tiempo. Y otros dos amigos de España, Emi y Pepe están ya preparando viaje, y también en breve nos quieren conocer más profundamente, pues algo ya saben de nosotros, pues hace un año nos acompañaron con su “Solidaridad” en el campamento NUDO 2015. Les damos la más cordial Bienvenida, esperamos que puedan encontrar entre nosotros lo que andan buscando.

Y ¿qué más contar? Que después de las fiestas la vida sigue, y el servicio de nuestras nueve educadoras y el personal de coordinación, continúa a favor de los niños y niñas. Comenzamos con mucha ilusión el nuevo reto que se nos presenta con la nueva casa de los niños y los nuevos convenios con el municipio de Cascales. Cada día se nos abren nuevos “retos sueños”: la planta de lácteos, el yogurt, los cancioneros, los voluntarios, el apoyo al colegio de Cascales, los indígenas, la gente de la calle… Santa Teresita sigue en su afán de derramar rosas sobre esta obra que es de todos ustedes que la llevan adelante. Muchas gracias por todo y que Dios les siga bendiciendo su “Solidaridad”.

Un abrazo a todos

Pedro Luis

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BREVE HISTORIA DE “AÑAMIEL SOLIDARIA”

Nuestros inicios se remontan al año 2008. Por aquel entonces no existía en mí ni en mi familia la inquietud por trabajar con las abejas.

Todo surgió por un encuentro casual con un antiguo amigo, Juan Carlos, al que no había visto desde hacía diez años, por lo menos. Lo vi en silla de ruedas, limitado en sus capacidades al máximo. Hablamos y me contó que estaba destinando una parte de su tiempo y de sus energías a colaborar con una misión de Ecuador, en la provincia de Sucumbíos. Volví hacia casa dándole vueltas en mi cabeza a su situación y a su compromiso.

Por aquellas fechas invité a una empresa a implicarse en un apoyo financiero a una zona o misión con necesidades extremas. La empresa aceptó colaborar y yo me puse como tarea encontrar un lugar en el mundo en el que hubiera una necesidad clara y una ONG que necesitara ayuda.

Deseché las grandes asociaciones y busqué un lugar sencillo, concreto, trabajado por personas concretas, con nombres y apellidos. Y lo hallé. El lugar era Sucumbíos, una provincia pobre de Ecuador, con mucha problemática social. La entidad que dirigía el proyecto (o los muchos proyectos) eran los carmelitas descalzos. La persona de referencia era el Padre Pedro Luis.

Ahí empezó todo. El año 2.009 enviamos varios miles de euros, aportados por la empresa y por algunas donaciones de personas voluntarias que estrujaron su cartera.

Pasaron los años y poco a poco fue desapareciendo la empresa.

Con la desaparición de esa aportación descubrimos que la cantidad de dinero que enviábamos a Ecuador se quedaba pobre. Pero, pese a las circunstancias adversas, continuamos enviando a Sucumbíos varios miles de euros todos los años.

En el año 2009 decidí meterme en el mundillo de las abejas a través de un amigo que conocía y trabajaba en apicultura desde hacía muchos años. Empecé construyéndome mis colmenas, invirtiendo mucho dinero y muchas horas. También acabé en urgencias porque me corté los dedos con la sierra circular. La familia en pleno (con dos hijos de 7 y de 10 años) nos pasamos muchos fines de semana y vacaciones construyendo tejados para proteger las colmenas. El esfuerzo fue ingente, a veces con frío, con lloros, con tensiones.

Durante estos años he ido aprendiendo a base de cometer errores, muchos errores y muchos disgustos. Pero también a base de tesón y de un compromiso familiar de que en Sucumbíos siempre contarían con nuestro apoyo. El apoyo quizá sea poco, escaso, pero es el que damos con mucho cariño y con gran admiración hacia todos aquellos voluntarios y sacerdotes que DAN SU VIDA generosamente.

Desde hace tres años he contactado con un gran maestro y mentor que me va enseñando los secretos del trabajo con las abejas. Se llama Íñigo, es de Santurdejo, y un gran amigo, una persona fiel, noble, humilde y generosa porque comparte conmigo sus conocimientos, su sabiduría y su paciencia. De cada error que cometo sabe sacarme con orientaciones claras. Además me va indicando y guiando mi aprendizaje.

Este cuarto año de trabajo con las abejas “he cometido algunos aciertos” y he sido guiado con la sabia mano de Íñigo, y del buen Dios providente que no me deja en ningún momento y me apoya cuando me desanimo. Los resultados han sido asombrosos. He conseguido hacer enjambres de mis colmenas y las abejas han producido muchos kilos de miel. Estos resultados pueden parecer normales para un apicultor experto, pero para mí han supuesto el vuelco a la trayectoria ruinosa que llevaba en años precedentes.

En este momento nuestras abejas producen más miel de la que podríamos imaginar en nuestros mejores sueños y la vendemos a particulares. Porque habéis de saber que no vendemos miel ni a empresas ni a mayoristas. Vendemos directamente a nuestros amigos, conocidos… Vendemos en las parroquias de Añavieja, Dévanos, Ágreda, Ólvega, en Logroño y pueblos de alrededor y en los colegios donde trabajamos (mi mujer y yo somos maestros).

Hemos conseguido implicar a muchos colaboradores que nos van extendiendo sus redes por los lugares donde viven. Cada vez es mayor el número de personas que compra nuestra miel. Esperamos que el próximo año y en años sucesivos se vaya ampliando el número de personas que nos conozcan, conozcan el destino del dinero que se obtiene por la venta de miel y adquieran esta miel milagrosa que fabrican nuestras abejas.

Nuestra miel es de calidad, no sé si de calidad normal o de calidad superior. Pero es una miel que obtenemos en lugares donde las abejas no liban ni pecorean en cultivos tratados con fitosanitarios. En la primera cata obtenemos miel de romero, tomillo y otras flores. En la segunda cata obtenemos miel de encina y de brezo.

Hemos acondicionado un espacio en nuestra casa de Añavieja para extraer la miel. Las paredes están alicatadas, tenemos un habitáculo cerrado donde conservamos las alzas a temperatura estable para que la miel salga después con fluidez. Todo en este espacio rezuma higiene, mucha higiene.

Del trabajo de la extracción y del embotado se encargan Carmen y María, las mujeres de la familia; y lo hacen con finura, con mucho amor. Del trabajo de campo nos encargamos Alberto y José Manuel. Mis hijos y mi mujer saben tanto como yo.

Confío el futuro de esta “aventura” en la fuerza de la juventud de mis hijos, que ahora tienen 14 y 12 años, en su implicación progresiva en el proyecto. Ellos sabrán cómo apoyar, cómo mejorar lo existente y cómo hacer ver a otros jóvenes que pueden venir a colaborar, a dar de su tiempo de forma gratuita para que otras personas que son más pobres y necesitadas que ellos puedan salir adelante.

Quien lea este artículo puede pensar que soy un “soñador” y que mi familia no sabe dónde se ha metido. Puede ser cierto, pero luchamos por algo que va más allá de nosotros mismos.

Vivimos en Logroño y eso nos supone muchos viajes a Añavieja (125 km) para trabajar con las abejas: viajes semanales o de fin de semana, durante los meses de febrero a mayo para enjambrar las colmenas, sacar núcleos, crear nuevas colmenas; viajes para trasladar las colmenas a las zonas de pecorea de Valverde y Dévanos. Luego viene la extracción de miel a finales de junio y durante los meses de verano. También hay otros trabajos que hacer que requieren de mucha dedicación y de tiempo.

Junto a nosotros, caminando a nuestro lado, hay muchas personas de los pueblos que colaboran con nosotros. Íñigo, que es mi maestro apicultor. Mis hermanos ayudándome a montar el obrador, a fabricar los carros y la infraestructura. Mi tía que me deja un local para guardar las colmenas. Amparo, diseñadora de etiquetas, que nos diseñó y nos pagó la tirada de varios miles de etiquetas. Los párrocos de los pueblos vendiendo a la gente. Personas que nos ceden terrenos para colocar las colmenas. Muchas personas que venden directamente la miel a los clientes. No pongo nombres, pero son muchos y sois muchos los que colaboráis y consumís la miel. Todos juntos sumamos.

Iniciamos cada año con renovadas ilusiones, con el deseo de mantener los clientes actuales y extender nuestra venta de miel a nuevos clientes en Soria y pueblos cercanos.

Y ya sabes, si te ha “picado” la curiosidad al leer este artículo y quieres probar y consumir miel de la buena, a la vez que colaboras con un proyecto solidario, te invito a visitar Añavieja y adquirir miel de “AÑAMIEL SOLIDARIA”.