jueves, 8 de diciembre de 2016

“Ayudar a los demás siempre produce una gran satisfacción”

Hola, éste es el artículo que apareció en el periódico SORIA NOTICIAS. Agradecemos a la periodista - Eva y a su compañero David - el interés que han mostrado por dar a conocer el proyecto.

Las abejas de Añavieja trabajan con fines solidarios en un proyecto que busca obtener fondos para una escuela de la localidad ecuatoriana de Sumbíos. Su miel, de gran calidad es vendida de forma desinteresada, al igual que el trabajo que desarrolla un grupo familiar que no escatima ni voluntad ni tiempo para ayudar a quienes así lo precisan.
Mari Carmen y José Manuel componen un matrimonio de Logroño que ha conseguido involucrar a familia y amigos en el proyecto. Sacan tiempo de donde no lo hay para ir a Añavieja cada quince días y atender a sus abejas. Envían todo el dinero que recaudan a una escuela en Sucumbíos (Ecuador). Son, como los definen sus amigos, una mezcla perfecta de nervio y paciencia que crea una personalidad especial que ha permitido que Añamiel saliera adelante.
P: ¿De dónde surge el proyecto? ¿Por qué Miel Solidaria?
R: Un día, estando en Logroño, me acerqué a una tienda a comprar algo y me encontré a un conocido de Scouts en silla de ruedas. Y me quedé sorprendidísimo porque lo vi muy afectado y luego hablando con él me dijo que, a pesar de eso, estaba colaborando con un proyecto en Ecuador. A partir de eso, me vine a casa y dije: ¿te das cuenta de cómo alguien que no puede está ayudando? Y nosotros que podemos, no estamos haciendo nada. Entonces a partir de ahí empecé a hablar con mi mujer y no sabíamos por dónde tirar. Al final decidimos trabajar con las abejas, que yo he trabajo alguna vez. Le dije: no tengo ni idea, pero ya aprenderemos.
P: ¿Sin saber nada, empezasteis a producir a miel?
R: Bueno, empezamos a tener pérdidas de dinero por producir miel. Al principio siempre decíamos que la misión saldría mucho mejor parada si dejáramos de hacer miel y enviáramos el dinero que invertimos. Los tres primeros años fueron un fracaso, era todo inversión. Y además, como no sabíamos, nos metimos en una forma de producción, en un tipo de colmenas que era nefasto. Era muy natural, pero solo funciona en lugares donde las condiciones ambientales sean buenas; y aquí, como son muy adversas y hace mucho frío, tienes que ayudar a las abejas a que produzcan, primero más abejas para que luego puedan producir la miel. Además aquí al ser un sitio muy frío la temporada es reducidísima, dos o tres meses nada más. Entonces si no les ayudas moviéndolas es una pérdida total.
P: Habéis dicho que la inversión inicial fue grande, ¿contasteis con algún tipo de ayuda institucional, subvenciones?
R: No, nada. Llegamos a coger el modelo de colmena africano y fuimos nosotros quienes trajimos la madera y nos hicimos 100 colmenas trayéndolas desde 150 kilómetros de aquí. Acabé descomponiendo la colmena y trayendo las piezas que nos fabricaban en un pueblo de La Rioja, haciendo viajes. Lo gordo, es que después del trabajo que nos llevó fabricar las colmenas, hubo que desmontarlo todo porque ese sistema no nos servía.
P: ¿Y cómo volvisteis a empezar?
R: Pensamos: no sabemos; vamos a cambiar. Este sistema que hemos elegido que nos parece tan natural y tan bonito es pura poesía porque no produce. Así que nos prestaron 20 colmenas de un chico que tuvo miel en el pueblo y las quitaba. Nos las dejó para empezar a ver qué tal nos iba. Ahora tenemos ya en torno a las 70 colmenas.
P: ¿Por qué Sucumbíos y no otro lugar?
R: Porque mi amigo, por el que surgió la idea, nos habló de dónde venía el proyecto y contactamos con otras personas, coincidimos con el padre Pedro Luis, que es el misionero, y tuvimos varias reuniones y nos fuimos metiendo cada vez más. Al principio había unas aportaciones económicas bajísimas porque los primeros años producíamos alrededor de 200 kilos y, al siguiente año, cuando produjimos más de 300 kilos pensábamos que bajaba Dios y la Providencia.
P: ¿Cómo fue el cambio por el que pasasteis a multiplicar la producción?
R: Cuando cambiamos de colmenas volvió otra vez la Providencia a llamar a la puerta y entonces Mari Carmen, que estaba colaborando en la parroquia, le dijeron de alguien en Ezcaray que sabía mucho de colmenas y le llamamos. Era Íñigo. Le contamos el proyecto, nos escuchó, le hablamos de los fracasos y la verdad es que nos encontramos con un ángel porque, se calló, no dijo nada y al final nos llamó y nos dijo: “oye, que he decidido que sí, que os voy a enseñar”. Porque claro, o te enseña alguien o no puede ser. José Manuel se había leído muchos libros, incluso se los había estudiado, pero luego ibas a trabajar con las abejas y todo mal.
Íñigo dijo que nos enseñaba y José Manuel fue muchísimos días con él a trabajar, a aprender y así seguimos. Es profesional, vive de ello y quiere enseñar. Porque los apicultores no quieren contártelo, no quieren enseñar; es un mundo tremendamente cerrado; es como si fueras a invadirlos. Íñigo se lo pensó y decidió ayudarnos primero porque creía en nuestro proyecto y, segundo, porque no íbamos a ser competidores suyos.
P: ¿Alrededor de cuánta gente puede estar colaborando con el proyecto?
R: Comprando miel hay muchísima gente que ni conocemos y colaborando en todo el proceso de elaboración, producción, etiquetado, embotado... estamos la familia y toda aquella gente que cuando no llegamos viene y nos ayuda. Alrededor de 20 ó 30 personas que si no hace falta, no vienen, pero si los necesitas no fallan. Y cuando estás agobiado y alguien viene, el agradecimiento se multiplica por tres.
P: ¿Hay alguien que les haya llamado no para colaborar comprando miel sino trabajando?
R: Sí, ha habido gente que lo ha hecho. Pero el problema es que nuestro tiempo es muy limitado y, mientras enseñamos, no hacemos lo demás. Necesitamos a alguien que venga y rápidamente sepa lo que tiene que hacer. Este verano vinieron un par de amigas a las que estuvimos enseñando y luego ya se quedaron dos o tres días, entonces ya sí que mereció la pena. Sí hay gente disponible, pero el problema es que hay que especializarlos. Yo (José Manuel) no me fiaría de que nadie viniera conmigo a trasladar colmenas, sólo de quien me ayuda actualmente porque sé que van a responder.
P: Vuestros hijos eran muy pequeños cuando empezásteis y ahora son adolescentes, ¿cómo se consigue que quieran venir aquí a ayudar a hacer miel y que no quieran estar por ahí con sus amigos?
R: Peleando, sólo peleando (risas). Pero son unos niños muy buenos, siempre están por aquí ayudando. Eso sí, cuando no hay miel también se alegran. Pero cuando nos decidimos a hacer esto, que ellos tenían 8 y 10 años, nos sentamos todos y lo hablamos. Fue un compromiso familiar aunque nadie sabíamos dónde nos metíamos. Ha habido veces que incluso hemos pensado porqué lo hicimos. No fue tampoco una imposición, lo hablamos y los niños cuando les presentas un proyecto ilusionante son manipulables; pero al menos se habló y no se impuso.
P: ¿Les gustaría que sus hijos continuasen con el proyecto algún día?
R: Por gustarte, te gusta. Pero serán ellos los que sabrán lo que tendrán que hacer. Por otro lado, tampoco sabemos dónde va a acabar el proyecto. Esto no es cerrado, está vivo; entonces esperamos que evolucione, pero esperaremos lo que el tiempo y la vida depare teniendo el objetivo claro. Porque no es un proyecto para enriquecernos, si fuera para eso ya lo habríamos dejado, con nuestros sueldos es bastante.
Siempre pienso que mis hijos ojalá hicieran algo que nos les repercutiera económicamente, que les creara problemas para que tuvieran que trabajar más por los demás, esto les haría mejores personas.
P: ¿Cómo explicaríais que merece la pena?
R: Simplemente así, diciendo que merece la pena la satisfacción que te da el ayudar a los demás. Si la gente hace la prueba, lo verán. Pero si no te decides, nunca haces nada. Pero si te decides y lo haces, irás a más porque te da muchas satisfacciones.

domingo, 4 de diciembre de 2016

SOMOS NOTICIA EN LA PRENSA

Hola, amigos/as:
Hace dos semanas tuvimos el placer de recibir a la prensa en nuestra casa. En este caso fueron dos jóvenes periodistas quienes se acercaron y quisieron conversar con nosotros.
Como teníamos claro que deseábamos que la imagen de Añamiel respondiera a la realidad de Añamiel, invitamos a algunos de los colaboradores del proyecto que viven cerca de Añavieja a la sesión de fotografía y a la entrevista que mantuvimos posteriormente.
Nos hubiera gustado que hubieran aparecido las opiniones y aportaciones de los colaboradores que aparecen en la fotografía (tía Rosa, José, Ricardo) para que cuantos seguís este blog hubierais entendido cada vez con más profundidad que el proyecto Añamiel no es solamente proyecto de una familia de apellidos y sangre, sino que es una familia de corazones unidos, sentimientos compartidos, proyecto extensivo a todo aquel y a toda aquella persona que quiere invertir parte de su tiempo en trabajar para obtener financiación económica y financiar proyectos de vida: escuela, comedor, centro de acogida, personas sin recursos... Por eso ahí aparecen en la foto la tía Rosa de Añavieja, el amigo José de Dévanos, el entusiasta Ricardo "avecinado" en Añavieja desde hace dos años.
En fin, que lo mejor del proyecto son las personas que lo compartimos, que nos relacionamos con la excusa de la miel y de las abejas, que creemos que hay algo más que hacer dinero, que el proyecto engancha y crea lazos que acercan a las personas.
Eso es todo por hoy, otro día más.
Y recordad: ¡Sed felices, puñetas!


viernes, 4 de noviembre de 2016

LOS POBRES ENCUENTRAN SU ESPERANZA

Hola, amigos y amigas:
Os hago llegar un precioso vídeo de cómo se ha llevado a cabo la restauración de una casa en un barrio de Guayaquil (la zona pobre, no la de los ricos). Es precioso, es estimulante ver a un cura motivando, estimulando a los adultos y atrayendo a los niños a la escuela. Desde Añamiel Solidaria nos identificamos con el proyecto, lo aplaudimos y lo apoyamos.
Dios se hace cercano a los más desfavorecidos, aunque sólo sea en pequeños rincones.
Un abrazo a todos.
José Manuel

lunes, 24 de octubre de 2016

SE ACABÓ LA TEMPORADA MELÍFERA

¡Salud! a todos los que seguís este blog.
Sí, amigos y amigas, sí, el pasado fin de semana hemos concluido con el trabajo apícola. Me quedan dos o tres visitas para tratar las colmenas contra la varroa y de ahí en adelante descansaremos hasta febrero-marzo.
Este fin de semana pasado ha sido de tute, tute, tute. El viernes por la noche hicimos dos viajes con colmenas para traerlas hasta la zona de invernada de Añavieja. A la vez dos de nosotros estuvimos embotando miel. Así hasta las 10 de la noche.
El sábado me levanté a las siete y pico y me dirigí hacia otro pueblo para traer colmenas. Comenzó a amanecer cuando ya volvía hacia Añavieja.
Después, mientras nuestros hijos seguían embotando miel, Carmen y yo estuvimos limpiando cuadros y dejando todo el material limpio y pulcro para la próxima campaña.
La tarde del sábado sirvió para limpiar, lavar el obrador... Y el domingo por la mañana lo aprovechamos para acabar de limpiar los extractores y dejar todo como los chorros del oro.
¡Buen tute nos hemos dado!
Si sois clientes de nuestra miel, os informo que sólo hemos cosechado 250 kg. Una miseria. Eso sí, la miel es de brezo puro, densa, energética, ¡una pasada! Por cierto, este fin de semana ya hemos vendido 50 kg y sólo nos quedan 200 kg.
Ya tenía ganas de disponer de más tiempo durante los fines de semana en Añavieja. Los últimos meses han sido tan intensos que no había tiempo ni para coger la bicicleta y salir a entrenar. A partir del próximo fin de semana esperamos disfrutar del campo, de paseos, ¡de levantarnos tarde por la mañana!
En próximos correos os informaremos de cuánto dinero hemos cosechado esta campaña y que vamos a enviar fuera.
Un abrazo.
José Manuel

miércoles, 12 de octubre de 2016

DOS MESES DE SUFRIMIENTO Y REFLEXIÓN

Buenas noches, deseada esperanza.
Desde ayer, martes, hasta hoy miércoles (12 de octubre, día del Pilar) llevo dos días de dolor de cabeza. Sí, sí, dolor de cabeza, migraña, como consecuencia de pérdidas de visión (visión borrosa que permanece como visión durante aproximadamente 45 minutos, a veces un poco más). Cuando recupero la visión me invade una jaqueca o migraña que me atonta, no me deja pensar con lucidez y más que caminar por la vida creo que me dejo llevar como un zombi. Ayer tuve pérdida de visión mientras impartía clase de Valores a mis alumnos; una hora y media después, en la reunión de Equipo de Nivel volví a tener nueva pérdida de visión. Al llegar a casa, comí y me tumbé en el sofá para dormitar y después pasee durante un rato, erráticamente, por el parque.  Hoy, 12 de octubre, he practicado bicicleta durante 1 hora y cuarto, rodando, sin forzar y al llegar a casa he vuelto a tener pérdida de visión antes del mediodía. Por la tarde he tenido nueva pérdida de visión y nueva jaqueca.
¿Qué le sucede a mi cuerpo? Creo que está diciéndome que ya era hora de que me ocupara de él y que relajara un poco porque con mi colitis ulcerosa con sangre y mis pérdidas de visión se está degradando poco a poco.
Todo viene a cuento de que durante los meses de agosto y septiembre mi madre ha caído muy enferma, ha sufrido mucho, muchísimo, ha ido agonizando en un continuo y permanente dolor. Los turnos de estancia a su lado de mañana, tarde y noche nos han ido agotando a todos, o por lo menos a mí. He mantenido el tipo (bueno, eso es un decir) y cuando por fin falleció mi madre el día 1 de octubre comencé a darme cuenta de que yo estaba hecho una miseria (diarreas continuas, expulsión de sangre... y ahora pérdidas de la visión y jaquecas). No lo cuento por ahí por no ir de "hombre doloroso" y crear preocupación y angustia en mi entorno, pero ¡qué duro y emocionalmente inestable se mantiene mi cuerpo y cómo repercute en mi mente!
Han transcurrido 10 días desde entonces y soy consciente de que necesito encontrarme a mí mismo y mirar con sosiego, con paz interior y con mimo a este hombre que ahora os escribe esta reflexión y que anda luchando en la vida y en el colegio dando lo mejor de mí mismo, pero bastante mermado.
Después de todo lo dicho podréis comprender que desde el mes de agosto no haya escrito nada en este blog, de que las abejas han pasado a un segundo plano y que las incidencias habidas durante estos meses se hayan quedado olvidadas o guardadas en un oscuro túnel.
El verano ha sido muy seco, extremadamente virulento en calores y en falta de alimento para las abejas. Algunas colmenas han muerto por falta de alimento o de agua y la mayoría de ellas ha quedado mermada en el número de abejas. Cuando subí las colmenas de Valverde de Ágreda, después de pasar la primavera, muchas de ellas subían fuertes, llenas de abejas. Las coloqué en dos asentamientos, uno de encina y brezo y otro de roble y brezo, con agua cerca para saciarse. Pero...
Pero la sequía no dejó llorar a la carrasca ni al roble, tampoco dejó que el brezo brillante fuese tierno y jugoso para obtener néctar de él. Sólo los amaneceres un poco frescos dieron algo de trabajo a las abejas pues el brezo "se ponía tierno" y podían libar.
Pensaba que este año íbamos a sacar muchos kilos de miel, y además miel buena, de brezo, potente, energética. Pues de eso nada de nada. Obtuvimos 120 kilogramos en los primeros días de agosto, cuando vino TVE de Castilla y León, y de ahí en adelante empezó la ruina.
El pasado fin de semana catamos nuevamente la miel y obtuvimos otros 200 kg que estarán disponibles y a la vente dentro de dos semanas, cuando la miel haya madurado. Total, ¡320 kg!, una ruina, menos de la mitad que el año pasado.
Así es que este año es de esos que en las efemérides hay que olvidar porque han quedado afectados tres elementos constitutivos de importancia: la vida que se ha ido, la salud que se ha degradado y la producción que no podrá ser de gran ayuda para otros.
Es todo, amigos y amigas. No sé si me he confesado o si me he propuesto dar pena, pero es lo que ahora fluye por mi mente, la cual adolece de cierta jaqueca.
Pido a la Providencia que me dé energía para afrontar mañana las clases y ser el mejor yo de mí mismo para darles a mis alumnos lo mejor, lo más cercano, cariñoso y profesional vocacionado que subyace en mi fuero interno.
Un abrazo para tod@s.
José Manuel

sábado, 20 de agosto de 2016

FUIMOS NOTICIA EN TELEVISIÓN DE CASTILLA Y LEÓN

Hola,amigos y amigas:
Llevamos un verano nefasto,tanto las abejas como nosotros. Pero os vamos a dar una noticia en forma de película.
En este verano de sequía hemos recibido la visita de Televisión Castilla y León. Os ofrecemos la película para que la disfrutéis. Es una gozada la frescura del programa, la juventud implicada y la visión del Proyecto que implica a muchas personas.
Sin más, con ustedes.... AÑAMIEL SOLIDARIA.
Un abrazo.
José Manuel

domingo, 31 de julio de 2016

SEGUIMOS EN LA LUCHA

Hola, amig@s:
Este título puede parecer un poco pretencioso, como si hasta la fecha no hubiese habido descanso en una interminable batalla. El hecho es que yo lo vivo así por diversas circunstancias.
El final del año apícola 2015 y el principio del año 2016 no han dado más que para disgustos. He tenido que adquirir 25 núcleos nuevos o enjambres (eso se llama invertir dinero), he hecho 20 enjambres con mis colmenas y sólo me han resultado buenos 10 (eso se llama perder el tiempo y no aprender), la producción de miel de romero fue nula (eso fue una ruina) y la producción de miel de tomillo duró sólo 10 días (a eso lo llamo yo invertir para no ganar). Total, que esto no funciona de acuerdo a como había planeado yo.
Llegó finales de junio y no había ningún tipo de flor en la zona, ni en el llano ni el encinar. La sequía lo dejó todo aniquilado. Llevamos casi un mes sin haber llovido ni una gota de agua y las reinas de cada colmena necesitan que haya algo de floración para que al entrar las abejas el polen a las colmenas, la reina se active y comience a poner huevos y a crear vida, a crear futuro. Como no hay flor, no hay polen; y como no hay polen el número de abejas se reduce en las colmenas. La única solución a esta situación es dar de comer a las abejas para que la reina piense que se reactiva el campo y comience a poner huevos.
Llevo un mes dando de comer a las abejas. Cada colmena, cada núcleo de abejas lleva comidas 5 bolsas de jarabe. Las reinas parece ser que se están animando y van poniendo huevos y naciendo abejas. Y ahí viene mi incertidumbre. Imaginaos que he puesto las colmenas a tope de abejas dispuestas a pecorear en el encinar y resulta que el encinar – como  consecuencia de la sequía – no produce el mielato (jugo de la encina) ni el brezo hace brotar sus florecillas. Pues resultará que esta segunda inversión en tiempo y en dinero ha sido en vano y no habrá más miel. Yo sigo trabajando para que esto salga adelante, después Dios y la naturaleza dirán lo que deban decir.
Me cuesta aceptar esta situación del mismo modo que me cuesta aceptar mi colitis ulcerosa (con sangre) que llevo padeciendo desde hace 6 años y que me tiene desconcertado. Hace 9 días iba entrenando con la bicicleta y un coche se me llevo en una rotonda y me dejó un poco maltrecho de cadera (la cadera en la que llevo una lesión de bursitis desde hace dos años). El martes pasado estuve ingresado en un box del hospital y me introdujeron lentamente (durante 3 horas) una medicación por goteo para combatir la puñetera colitis ulcerosa. Dos días después comencé a notar debilidad general en todo el cuerpo, sobre todo debilidad mental. He estado 4 días con “fiebre” de 37 y varias décimas, han continuado las diarreas y esto parece que va camino de no corregirse.
Dicen que “después de la tormenta viene la calma” y que después de llover escampa. Yo confío en mi fortaleza mental porque la fortaleza física, por ahora, no me acompaña. Lejos quedan mis tiempos de juventud, de tiempos de montaña, de trasvesías, de escaladas haciendo el salvaje y jugándome la vida en la montaña inconscientemente. ¡Qué fuerte era entonces y qué peligro tenía para todos aquellos que me acompañaban muchos fines de semana a Pirineos, al San Lorenzo en invierno, al Mont Blanc (por cierto, allí me despeñé en el glaciar de Bossons y tuvieron que rescatarme con helicóptero). ¡Qué tiempos aquellos y qué duro me había hecho! Y ahora una miserable colitis ulcerosa me tiene debilitado. Dicen que son los nervios, que me lo tomo todo muy a pecho y que somatizo los problemas, los trabajos, la vida. Será eso, pero yo procuro tomármelo cada vez con más calma.
¡Vaya discurso, vaya rollo, vaya desahogo! Algunos y algunas que hayáis leído esta novela seguro que habéis pensado que soy un flojo, que vosotros lo estáis pasando peor, que la vida os está dando por todos los lados y que no veis que se aclaren las nubes oscuras del horizonte. Sólo se me ocurre deciros que estoy con vosotros, que ¡ánimo!, que las cosas están cambiando y que nosotros estamos EN LA LUCHA (como dice el título de esta colaboración).
Me pongo a pensar en positivo para decir que algo sí que ha cambiado en este último mes, que he adaptado un remolque de balas de paja para convertirlo en un remolque de transportar muchas colmenas, que las colmenas van teniendo cada vez más abejas, que mi hijo se va espabilando un poco y está trabajando algunos días por la mañana atando balas de paja para sacar un dinerillo y poder pagarse el entrenador personal el próximo curso, que tengo muchos familiares, amigos y amigas que me quieren, que escucho las reflexiones de mi hija de 15 años y aprecio que tienen buen sedimento…
La lectura del Evangelio de hoy nos hablaba de no atesorar tesoros en la tierra, de no poner al dinero en el primer objetivo de nuestra vida, de no mirarnos el ombligo como si fuéramos el centro del mundo, que compartiéramos con los demás. La homilía del cura Alberto ha sido una gozada, parecía que se metía en el papel del Evangelio. Nos ha hecho pensar a mi familia y a mí que estamos aquí para ser felices y para procurar felicidad a los demás.
Es todo por hoy. Me canso, me cuesta pensar y expresar con palabras claras lo que me surge. En otro momento os contaré más.
Un abrazo para todos y sed felices hoy, mañana ya veremos cómo lo intentamos.
JoséManuel


lunes, 20 de junio de 2016

MUCHO TRABAJO, POCA MIEL


Me he escapado este fin de semana a Añavieja. Fui el viernes por la tarde y volví a Logroño el domingo a mediodía para comer con la familia.
¿Qué descubrí? Pues poca cosa, pobreza, que no han trabajado nada las abejas, que todas las alzas están vacías y que el calor y la no lluvia han dejado el terreno convertido en un secarral.
Así es que emboté la miel del pasado fin de semana, trasladé 23 núcleos y colmenas pobres a Añavieja, a la zona de El Pino y... me volví a Logroño triste.
Ha terminado la cosecha de primavera y hemos cogido sólo 480 kg, cuando el año pasado llegamos a cosechar 1.500 kg.
Ahora estoy pendiente de reformar una remolque que se utilizaba para recoger pacas y que iba detrás de la empacadora. Mi hermano le ha hecho unos retoques y se va a convertir en una buena solución. Ahora puedo llegar a transportar hasta 40 colmenas en un sólo viaje, teniendo en cuenta que con la furgoneta llegaba a transportar 18. Eso sí, ahora tengo que llevar enganchado y tirado el carro ¡por un tractor! Cuando tenga el trabajo hecho (lo tengo que lijar, pintar, ponerle una malla, unas silgas tensoras para sujetar las colmenas) ya os enseñaré alguna foto. Va a ser la bomba. Seré capaz de transportar todas las colmenas en dos viajes.
El fin de semana que viene comenzaré a subir las colmenas de Valverde a Añavieja, a la zona del monte Pégado, a 1.200 metros de altitud.
A ver si hay suerte y comienza el brezo a sacar su flor y podemos ir sacando algo de cosecha. Si no es así, en lugar de sacar cosecha tendré que alimentar y dar de comer a las colmenas.
Espero daros mejores noticias en el próximo correo.
Un abrazo.
José Manuel

domingo, 29 de mayo de 2016

FIN DE SEMANA SACANDO MIEL Y ATRAPANDO ENJAMBRES



Hola, sean dichosos ustedes:
Hace ya muchos días que no escribía en el blog. Llevo muchas semanas desmoralizado, sin ilusión por trabajar con las abejas. Me he pasado dos meses esperando que el tiempo mejorara. De repente ha mejorado y en dos semanas casi ha dejado seco el campo y las flores marchitas.
Este fin de semana hemos sacado miel. Sí, ¡por fin hemos sacado miel! Pero no creáis que la cosa está como para tirar fuegos artificiales. Sólo han sido 200 kg. El año pasado para estas fechas ya había sacado 1.100 kg. Y ahora comienza a secarse todo repentinamente, sin haber dado opción a las abejas de multiplicarse.
También he pasado este fin de semana haciendo de cazaenjambres. Ahí me veis en la fotografía, soy el del tejado. He atrapado 7 enjambres que estaban colgados en el techo de la cochera, en su interior, los había pasado a núcleos y posteriormente los quería llevar a un asentamiento.
¡Qué curiosa es la vida! Yo he he creado 16 enjambres a partir de mis colmenas y sólo me han funcionado 3. Y las abejas, por su cuenta, sueltas, que vienen de otros lugares, a lo loco, han colocado 7 enjambres en el techo de la cochera, cada uno con su correspondiente reina. O bien yo soy necio en mi sistema de trabajo - algo de eso ya tengo - o bien las abejas me están tomando el pelo. He comprado unos cuantos enjambres y me he gastado 1.500 € para reponer las decenas de colmenas que se han muerto el invierno pasado. Esperaba recuperar parte de la inversión hecha obteniendo abundante miel, pero esto no parece tener visos positivos de futuro.
En fin, el próximo fin de semana volveremos mi mujer y yo a Añavieja a sacar miel. Pido a la divina Providencia que multiplique el trabajo de las colmenas del mismo modo que Jesús de Nazareth hizo la multiplicación de los panes y de los peces.
Ya os contaré el próximo fin de semana, y si la cosa ha ido bien lo notaréis en el tono de mi escrito.
Un abrazo a todos.


sábado, 16 de abril de 2016

¡QUÉ HORROR DE AÑO! TENGO QUE SOBREPONERME A LOS MALOS RESULTADOS

Buenas tardes:
Llevaba varias semanas sin escribir nada, pero es que mis ánimos no llegaban a la línea de flotación, me estaba ahogando en mi propia tristeza por el estado de las colmenas.
Ayer volví a las andadas. Acabé las clases a las 14:00 y me puse en camino hacia Añavieja. Comí mientras viajaba y llegué cansado de las horas de clase y de toda la semana.
Me esperaba Ricardo en el pueblo (Ricardo es un profesor de Dibujo de la ESO que ha venido a vivir a Añavieja). Juntos nos dirigimos al apiario y allí estuvimos dándoles de comer a las abejas (¡una vez más!). Además de morirse más de 35 colmenas, hay otras 3 ó 4 colmenas a las que les he dado la Unción de enfermos. ¡Qué desastre de año! ¿Qué ha pasado? ¿Dónde estoy fallando?...
Lo dicho, les pusimos una bolsa de comida a cada colmena y enjambramos dos colmenas (el año pasado por estas fechas las colmenas estaban a rebosar, había enjambrado 20 colmenas y estaba sacando miel).
Nos volvimos a Añavieja hacia las 19:00 horas. Cené 4 rebanadas de pan tostado, con unas rodajas de salchichón que iba cortando, una manzana y ¡se acabó la cena! Monté en el coche a las 20:10 y volví hacia La Rioja (45 minutos viajando en coche) cuando estaba a punto de oscurecer. Llegué a Aldeanueva de Ebro y cogí los 15 núcleos que me había preparado mi mentor Íñigo. Cargué el coche con 15 núcleos (colmenas pequeñas) y, ya de noche, volví hacia Valverde de Ágreda. Me metí por caminos hasta llegar al colmenar con el coche. Descargué, volví a la carretera y llegué a Añavieja a las 23:00 horas.
De lo dicho podréis deducir que he tenido que comprar 15 futuras colmenas (ahora son núcleos, todavía en desarrollo). Dentro de 10 días compraré otros 10 núcleos. Ya veis, hay que reponer lo que se ha muerto, bien sea comprando o bien haciéndome mis propios núcleos.
Fue un buen día para cargar a la historia de mi vida. A media noche me he despertado con pérdida de visión y he tenido que tomarme un Ibuprofeno para la jaqueca. Hoy, sábado estoy como grogui. Me he levantado y, sin desayunar, he ido al colmenar de Valverde, he pasado los 15 núcleos que traje anoche a colmenas y me he vuelto a Añavieja. He tenido que preparar nuevas bolsas de comida para las abejas para dárselas de comer el próximo viernes cuando vuelva a Añavieja.
¡Qué mal está saliendo todo este año! ¡Qué horror y qué sacrificio el que me está costando para sacar adelante el apiario! Veo difícil sacar la miel que saqué el año pasado, veo casi imposible atender a nuestros clientes amigos y más difícil poder enviar a Sucumbíos una cantidad que merezca la pena. ¡Con lo bien que había ido el año pasado!
En síntesis: lucha, lucha, lucha y... a lo mejor pocos resultados. Hoy toca sobreponerse, aceptar que las cosas no salen como uno desearía y... PEDIR A DIOS EL INCREMENTO porque mis capacidades no dan para más.
Pero no penséis que por esto voy a caer por los suelos. ¡No, no! Aquí hay que echar el resto y salir hacia adelante. Sólo le pido a Dios que me dé fuerzas para lograrlo.
Un beso para todos y para todas.
José Manuel

lunes, 21 de marzo de 2016

"El papa quiere una Iglesia pobre y comprometida con los demás"

Os acerco a todos la persona sencilla y humilde de Pedro Luis, carmelita descalzo, que coordina y trabaja en relación con la misión de Sucumbíos a la que ayuda Añamiel Solidaria.


"Pondría a todos los sacerdotes que se ordenan una experiencia de misiones de dos o tres años, porque te cambia la vida y el futuro de tu pastoral"


Convivir a diario con las penurias para ayudar a los demás es, probablemente, una de las tareas más importantes que puede desarrollar un ser humano y conforma un carácter y una visión de la existencia que choca con fuerza con las múltiples tonterías cotidianas que oprimen la vida acomodada. No obstante, el zamorano
Pedro Luis Rodríguez Aliste, carmelita descalzo, no muestra impaciencia ante la ignorancia generalizada respecto al sufrimiento humano y explica en un tono sumamente conciliador sus experiencias.
-¿Cómo se toma la decisión de emprender el camino del misionero?
-Cuando era pequeño, aparte de ser monaguillo, no tenía tampoco muchas intenciones de ser sacerdote, pero en el Seminario fuimos viendo nuestro futuro y, con las visitas que teníamos de nuestros misioneros en Sucumbíos, en Ecuador, quedé enamorado de esa forma de ver la vida y quería darme por los pobres.
-¿Qué le enamoró de las misiones?
-La forma de Iglesia comprometida con los pobres, con los ministerios, donde llevan realmente el peso de toda la Iglesia. Es una iglesia de las periferias, como dice el papa Francisco. Me enamoró lo que él nos repite cada día. Él quiere una Iglesia pobre, para los pobres y comprometida en el servicio a los más necesitados y eso lo encontré allí. Es un lugar donde el sacerdote tiene que trabajar en el campo como los demás, vivir como ellos para ganarse el pan, como decía san Pablo, haciendo tiendas de campaña. Es una iglesia muy viva, donde no importa las horas que duran las celebraciones porque la gente las vive y las disfruta.
-¿Cuáles son sus planes cercanos en Ecuador?
-Vuelvo de Argentina, de Tucumán, a Guayaquil (Ecuador) para una experiencia que lleva varios años funcionando, que es la Casa de los Niños Santa Teresita. Allí, los niños que viven en la pobreza puede estar un poco protegidos, encontrar un lugar donde aprenden, estudian y se divierten.
-¿Cómo es un día habitual en Sucumbíos?
-Lo normal es levantarse muy temprano, oración, desayuno y salgo hacia las siete de la mañana a visitar comunidades perdidas dentro de la selva. Un grupo de personas se juntan para formar su escuelita, su capilla y lleva adelante su comunidad. Los sacerdotes vamos a visitarles, a acompañarles, a formarles y, sobre todo, a celebrar los sacramentos, que es lo que ellos necesitan y viven. Dentro de esas visitas nació la necesidad de que los niños, con la formación que reciben en esas escuelitas, con unos cuarenta alumnos, cada uno de un curso, y una profesora, ayudarles para que puedan llegar a la Universidad.
-¿Igualdad de oportunidades?
-Siempre hablamos de ese concepto dentro de la educación pero no la hay cuando un niño de esas comunidades nunca puede llegar a estudiar en una Universidad. Antes, le echan porque no está formado, no tiene base y no puede con unos estudios superiores, además de la distancia y la pobreza. Así surgió la necesidad de crear unos lugares donde se pudieran juntar por las tardes para recibir apoyo escolar y ayudar a los que estuvieran más retrasados, además de hacer talleres y cursos de pintura, manualidades, música, deporte? Eso es la Casa de los Niños.
-¿Cuál es la estructura del centro?
-Tenemos siete centros en Ecuador y un centro en Tucumán, donde estuve recientemente. En cada centro hay una persona que está con los niños y también tenemos un centro de día de adultos, que es otra cosa que hemos empezado hace unos años. Hay unas 40 personas a las que se les ofrece un desayuno, talleres, estar juntos toda la mañana y una comida antes de que se vayan a sus casas por la tarde. También empezamos este año con un comedor para 80 niños que salen de muy lejos a estudiar en los medios de transporte que tienen en sus comunidades y que, a veces, no comían a mediodía porque tienen la vuelta y no disponían de tiempo ni de dinero.
-A usted le tocará saber hacer de todo.
-Pues sí, aunque, sobre todo, la coordinación. Tenemos una fundación formada, con un consejo, y un grupo de personas de apoyo, incluidas las cuentas. Somos dieciséis personas trabajando y todos ayudamos a la hora de servir a los adultos la comida y de estar con los niños.
-¿Cómo se financian?
-Huy, eso es lo complicado, porque algunas personas deben tener una remuneración. Una persona no puede trabajar durante mucho tiempo sin cobrar nada porque necesita vivir. Tenemos voluntariado pero también algunos trabajadores. Después están los gastos de comida, entre otros muchos. Hay un grupo de apadrinamientos en una ciudad de Ecuador para el comedor de los niños y en España hay proyectos muy bonitos para ayudarnos desde allí. Son iniciativas muy bonitas que van en un doble sentido. Pensamos que ayudamos pero no nos damos cuenta de que somos nosotros los ayudados porque alguien nos ha ayudado a nosotros a ser solidarios y a calentar nuestro corazón y practicar la misericordia de la que habla el papa Francisco.
-¿Cree que la crisis en occidente nos ha enseñado algo?
-Quizá a pensar un poco más en los demás y que, a pesar de lo mal que estamos nunca debemos de dejar de ser solidarios con quienes lo pasan mucho peor. Me llamó mucho la atención que me preguntaran en Argentina por la crisis en España. La gente que vive en esa zona en la que hay una situación terrible, donde te juegas la vida casi para salir de casa y donde una ambulancia no entra a buscar a alguien que esté muy grave porque allí no entra ni siquiera la policía, me preguntaba por la situación española. "Pobrecitos. Escuchamos que están en crisis", me decían. Es cierto que estamos en crisis pero ¿qué es lo que vive esa gente? Crisis eterna y continua. Una crisis total de calidad de vida, donde no tienes ni lo más imprescindible para vivir, donde no puedes ni caminar por tu calle y sentarte en un jardín. Eso es realmente crisis.
-¿Qué consejo le daría a un cura recién ordenado que esté pensando en misiones?
-Que lo intente porque merece la pena. Pondría en todos los que se ordenan una experiencia de este tipo, aunque dure dos o tres años. Cambia toda tu vida y el futuro de tu pastoral porque te quita miedos, te abre nuevos horizontes y te enseña un tipo de iglesia muy parecida a lo que Jesús quiso de nosotros y a lo que hicieron las primeras comunidades cristianas. Que se anime y lo intente.
-A usted le ha tocado ver de todo. ¿Cualquiera tiene el temple suficiente para no derrumbarse?
-No lo sé. La verdad es que, a veces, hay situaciones que te arrugan el corazón al ver las necesidades y no poder hacer nada para solucionarlas. Ves desgracias que te duelen pero siempre, al final, puedes hacer algo, aunque sea decir una palabra o dar un abrazo. Nuestro trabajo es llevar también un poco de esperanza y, por ejemplo, en Tucumán, la gente es muy religiosa y le hace mucho bien ponerse en manos de Dios y eso lo hemos perdido aquí en parte. Ves a una mujer salir adelante y dar gracias a Dios cuando, delante de ella, prácticamente se ahorcó su hijo de 21 años y ella insiste en dar gracias al Señor a pesar de todo y no me ha hecho desesperarme. Las situaciones tremendas duelen y, a veces, te hunden en la miseria pero también ves que merece la pena ayudar a los demás.
-En situaciones tan difíciles, ¿funciona el "Quien a Dios tiene, nada le falta"?
-Sí. Lo dice nuestra fundadora, Santa Teresa de Jesús. Es cierto que "nada te turbe, nada te espante". Sólo Dios basta y también necesitamos la ayuda y la compañía de las personas. Recordemos que "Dios no tiene manos en este momento y necesita las tuyas".

jueves, 25 de febrero de 2016

NOTICIAS DESDE ECUADOR

Hola, ¿estás ahí? ¿me lees? ¿sigues mis comunicados?
Hola a todos y a todas:
Me ha llegado un comunicado de Ecuador, del lugar al que apoyamos. Os lo copio tal y como me ha llegado.
"Mis estimados padrinos y madrinas, tengo el agrado de informarles que mensualmente enviaré un informe técnico y fotográfico de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que reciben a diario el almuerzo. Agradezco infinitamente por su apoyo, ya hemos culminado el primer quimestre y los resultados han sido muy buenos, se ha mejorado en un 50% las condiciones de salud de los NNA.
Mil gracias por su apoyo.
Att. Gladys."
MES: ENERO 2016         N° BENEFICIARIOS 60 NNA-JOVENES

DETALLE DE ALMUERZOS (comidas).
SEGUNDA semana -->  11-15 ENERO 284 almuerzos
TERCERA semana -->   18-22 ENERO 293 almuerzos
CUARTA semana -->     25-29 ENERO 300 almuerzos
                                                  TOTAL  877 almuerzos

A mi modo de entender, lo más interesante es que el proyecto vaya adquiriendo fuerza, que se controlen todos los procesos de atención a los beneficiarios y queda una parte final que, a mi modo de ver, elevaría a la categoría de excelente este proyecto. Esa parte consistiría en el "seguimiento" de los chicos que vienen al comedor y que después van a vivir a sus pisos o viviendas alquiladas por sus familias. Ese seguimiento, si es que no se da (que a lo mejor se se está dando) sería propio de un educador/tutor que ayudaría a controlar estudios, vida fuera del aula... de los jóvenes que vienen a estudiar de fuera. Supondría complementar a las familias donde ellas no llegan.
En fin, ya se andará y espero hablar de esto con Pedro Luis.
Por otra parte, y referido a las abejas, este fin de semana las alimentaremos un poco. También tengo pensado poner cera nueva en los bastidores que colocaré a las abejas cuando comience el buen tiempo.
Bueno, amigos, nos leemos en la próxima. Que tengáis un buen "finde".
José Manuel


viernes, 19 de febrero de 2016

"TRANSPORTER" DE NÚCLEOS

Hola a tod@s:
Acabo de llegar de Añavieja.
He salido del colegio a las 14:05, he montado en el coche y me he dirigido hacia Añavieja.
La nevera era mi compañera en el asiento del copiloto. He abierto la cremallera y me he ido comiendo los dos bocadillos de pan de molde, varias mandarinas y 3 galletas. El cuerpo lo ha agradecido, se han reconstituido mis fuerzas y he podido disfrutar de un viaje apacible y solariego.
He llegado a Añavieja, he descargado cajas en el obrador (llevaba el coche repleto de cajas que me servirán en primavera para colocar los botes de miel bien almacenados). Después me he dirigido al almacén de El Gallinero y allí he ido cogiendo núcleos y cargando el coche. Me han cabido 25 núcleos, la cantidad que yo quería.
¿Para qué los núcleos? En primer lugar diré que los núcleos son medias colmenas. Los núcleos sirven para meter en ellos enjambres de abejas con su respectiva reina. Servirán para cubrir las bajas de colmenas que se han producido durante este invierno (han muerto más de 25 colmenas). Ahora toca reponer y pagar, no queda otra.
He vuelto hacia Logroño y he llegado antes de que anocheciera. Mañana por la mañana pasaré los núcleos de mi coche al carro de mi mentor Íñigo (el que me enseña todo lo que sé, lo poco que sé) y él me las llenará de abejas con reina potente. Dentro de tres semanas trasladaré los núcleos a Añavieja y los pasaré a colmenas. Ahí empezará el trabajo para las abejas, para que llenen de miel los bastidores.
He comenzado la zarabanda de todos los años que acontece en estas fechas. El próximo fin de semana alimentaremos las colmenas para compensar la falta de comida que traen del invierno.
El próximo fin de semana os contaré más y mejor (eso espero)
Un abrazo.
José Manuel

domingo, 14 de febrero de 2016

¡QUÉ SE MUEREN LAS ABEJAS!

Buenas tardes/noches a todos.
Hoy no tengo mucho entusiasmo en "mis venas". Y las ganas de comunicar se me han ido a dar un paseo. ¿Por qué?
Pues bueno, por algo muy simple, porque este fin de semana he tenido que recoger 10 colmenas que se me habían muerto. Hace dos fines de semana recogí otras 6 colmenas muertas. Y en Navidad había recogido algunas más.
Total, que estoy en cuadro, me he quedado con 55 colmenas, de las cuales hay 10 que les veo un futuro incierto, vamos que las veo más muertas que vivas.
Después de un año de buena producción, el 2015, descubrí que el verano pasado las colmenas se vinieron abajo porque no llovió. Estaban fuertes, como robles, abundantes en miles de abejas... y a medida que fue pasando el verano fueron languideciendo.
Cuando estábamos en junio había 80 colmenas y yo estaba feliz porque la producción de miel estaba garantizada a gran escala. Hoy me veo... que no sé si me veo.
El futuro plan es adquirir núcleos (enjambres de abejas). Al menos tendré que comprar 25 núcleos, con lo que eso supone de inversión para este año 2016.
Bueno, ya lo he dicho todo. Es lo que hay.
Un fuerte abrazo a todos y ya os iré contando el devenir de los acontecimientos.
José Manuel

domingo, 31 de enero de 2016

HE TRASLADADO LAS COLMENAS A VALVERDE DE ÁGREDA

Bueno, bueno, ya he comenzado el trajín de todos los años.
El viernes por la tarde llegué a Añavieja a las 16:00 y a las 16:30 ya había cargado el primer viaje de colmenas (20 unidades) y me dirigía hacia Valverde. Al pasar por Dévanos se incorporó al trabajo mi amigo José, un jubilado de 72 años que es... ¿Como os lo diría yo? José es sencillo, humilde, discreto, voluntarioso, currante y de una cercanía y sinceridad que te dejan asombrado.
José me ayudó a descargar el viaje (19 colmenas).
Volvimos hacia Añavieja, cargamos el segundo viaje, hicimos el mismo recorrido que el primero y... Decidimos hacer el tercer viaje y trasladamos otras 19 colmenas. De vuelta de Valverde a Añavieja, dejé a José en Dévanos - eran ya las 19:30, de noche - tomé ruta hacia Añavieja y descansé un rato.
Después de cenar, con ayuda de mi hijo Alberto, preparamos bolsas de comida para las colmenas.
El sábado, al amanecer, llevé las últimas 7 colmenas y las bolsas de alimento. Tuve que montar una base para colocar las colmenas que llevaba porque no cabían todas. Después alimenté las colmenas y volví hacia Añavieja.
Quedan, o quedaban, 65 colmenas, pero ya pude comprobar que habían algunas vacías, osea muertas. Este año 2016 se presenta un poco complicado porque hay menos colmenas. Además, todos los almendros naturales (nacidos en tierras no cultivadas y en los orillos de los caminos) ya estaban en plena floración, algo inusual para fechas tan tempranas. Eso puede provocar que en este mes de febrero caiga alguna helada y se mueran las flores de los almendros y también alguna colmena a causa del frío repentino.
Por otra parte estamos acabando de vender los últimos kilos de miel que nos quedaban. Eso de hacer favores ha provocado que yo y mi familia nos hayamos quedado sin miel para nuestro autoconsumo. Me ha sucedido lo mismo que el año pasado. ¡No aprendo!
Hasta aquí los inicios del apicultor atareado. Ya os iré contando cómo nos van las cosas en el transcurso de los próximos meses.
Recibid un abrazo y un ¡ánimo! porque este mes tiene algún día menos.
José Manuel

domingo, 24 de enero de 2016

EL PRÓXIMO FIN DE SEMANA COMIENZO EL TRASLADO DE COLMENAS A VALVERDE DE ÁGREDA

Hola, buenas tardes/noches.
El mensaje de hoy es breve. El próximo fin de semana comienzo a trasladar las colmenas a Valverde de Ágreda. Acabo de hablar con José - de Dévanos - y me va a ayudar en los traslados.
El viernes saldré de clase a las 14:00, llegaré a Añavieja a las 16:00, bajaré a donde tengo las colmenas invernando, llenaré la furgoneta de cajas y... Pasaré por Dévanos, donde me espera José, y nos encaminaremos a Valverde.
Descargaremos y después volveremos hacia Añavieja para cargar otro viaje y bajarlo a Valverde. Cuando descarguemos ya será noche cerrada.
A la mañana siguiente, sábado, me levantaré a las 7:30, cargaré otro viaje y lo bajaré a Valverde. Después volveré a Añavieja a por el segundo viaje. Lo descargaré en Valverde y prepararé los núcleos cazaenjambres.
Espero que con 4 viajes acabe llevando todas las colmenas. En el caso de que me quedara alguna colmena sin bajar, la bajaría el domingo por la mañana.
Con la bajada de colmenas a Valverde comienzo el trajín de todos los años que me lleva hasta el mes de junio, disfrutando poco del descanso e invirtiendo casi todos mis fines de semana en las abejas.
Ya os contaré en el próximo correo cómo me ha ido en los traslados y cómo nos hemos entendido José y yo en la carga y descarga de colmenas.
Un abrazo.
José Manuel

domingo, 3 de enero de 2016

CARTA DEL MISIONERO PEDRO LUIS, DESDE TUCUMÁN

Hola a tod@s l@s que seguís nuestro blog:

Hemos estado varios de vacaciones en Añavieja y hemos regresado hoy a Logroño. Los primeros días fueron maravillosos, con mucho sol, luz, paseos y realizando algunos trabajos en los asentamientos a los que llevaremos las abejas en el mes de febrero.
En Nochebuena recibimos una maravillosa y poética carta de nuestro querido misionero carmelita Pedro Luis. Fue él quien nos enganchó con sus proyectos y a través de él hacemos llegar nuestra ayuda en forma de dinero a Sucumbíos y a Tucumán.
Os adjunto la carta poética que nos hizo llegar a la familia. Disfrutadla porque es poesía y profundidad en estado puro.
Un abrazo a todos y que la felicidad os llegue y os llene durante el año 2016.

San Miguel de Tucumán, 24 de diciembre de 2015

Queridas amigas abejas solidarias:

La verdad que es la primera vez en mi vida que me toca escribir una carta a unas abejas. Y no sé por dónde comenzar. Estoy nervioso. Las abejas, allá por mi pueblo, Fontanillas, en Zamora hace muchos años, sólo me daban miedo e intentaba esquivarlas. Cuando os conocí en Añavieja, os perdí un poco el respeto, y hasta me atreví a acercarme, muy despacio, a vuestras colmenas, eso sí, con la confianza y el traje que me prestaron José Manuel, Carmen, María y Alberto. A ellos sí que los conocéis bien.

Y así, muy despacito, quiero acercarme de nuevo a vosotras. Sabiendo que en estas fechas de Navidad estáis un poco aletargadas, me atrevo a acercarme un poco más. Como sabéis, vivo en San Miguel de Tucumán, en Argentina, desde hace ya más de cuatro años, pero esto no me ha impedido estar siempre muy cercano a todas vosotras, primero por la visita que he intentado hacer cada año, y segundo, porque con los actuales medios de comunicación, he podido tener una comunicación diaria y cercana a través de vuestro blog y siempre ha habido algún pajarito que me ha estado informando de cada vuelo. Uyyyy siento mucho nombraros los pajaritos…

Siempre me ha llenado de emoción saber que allá en Soria, tan lejos de Ecuador, haya un grupo tan hermoso de abejas que se esfuerzan cada día por ayudar a los niños y niñas que más lo necesitan. Ustedes podían estar volando para engordarse como hacen todas las abejas, y si les quedaba tiempo libre, pasar la vida de flor en flor, disfrutando de las alas que Dios les ha dado, pero, trabajan y trabajan, y no hay vuelo cargado de polen que no conduzca al fin deseado: “conseguir que unos niños y niñas de Cascales, en Ecuador, puedan tener una vida más digna”. Y más emoción todavía me ha dado que para este empeño hayan involucrado a todas las abejas despistadas que pasaban a su lado. Dicen las crónicas que no queda una abeja, en toda la región que no sepa de vuestro empeño.

Ya sabéis, queridas abejas, que hay otras abejas en Ecuador afanadas en el mismo empeño de llevar a buen fin lo que vosotras comenzáis. Y lo tienen más fácil, porque reciben de vosotras, no solo el fruto de la venta de vuestra miel, sino el estímulo y las fuerzas de seguir adelante con esta obra tan bonita de ayudar a los niños. En la selva del Amazonas hace mucho calor, y hay bichos muy peligrosos, y a veces las abejas ecuatorianas se desaniman y les gustaría formar su panal en el árbol más alto, donde corre una hermosa brisa, y desentenderse para siempre de los niños y sus problemas. Pero como buenas abejas que conocen su trabajo, saben lo que hacéis vosotras, y lo que os cuesta meteros en cada flor, llenaros de polen y volar en medio de abejorros, con frío o calor, con lluvia o viento, hasta la colmena. Y vuestro sacrificio, les da alas a ellas. Vuestra entrega diaria, resucita sus esperanzas.

Cuentan los historiadores abejunos que hace cuatro años, un abejorro gordo, que no llegaba a reina, voló muy lejos, hasta Tucumán, y como lo único que sabía hacer era animar a que se formaran colmenas, creó un enjambre bien formado, que se instaló en el barrio del Sifón y llamaron: “Casa de los Niños Santa Teresita del Sifón”. Las abejas sabéis mejor que nadie que lo vuestro es construir enjambres nuevos y esperar que lleguen a ser colmenas bien formadas, y que ¿el fruto? Si llega… alguien lo cosechará. De unos es traer el polen y de otros será la cosecha. Por eso, este abejorro, acabada la estación de la floración en Tucumán, ha decidido cambiar de finca, buscando las flores nuevas que le ayuden a recuperar esas fuerzas que necesita para seguir saltando de flor en flor. Lo bueno de los enjambres es, que como no están compuestos por muchas abejas, tienen poco equipaje, y pueden llevarse de un lado a otro con facilidad.

Y vuelve a Ecuador a partir de marzo, porque las raíces se mantienen, y a las abejas les gusta volver a las jaras que ya conocen, y porque en Guayaquil, hay una parroquia de los carmelitas, la Victoria, donde hay un colegio de niños muy necesitados, en un barrio considerado como zona roja, donde la floración es muy abundante y tenemos todas las instalaciones y los permisos para instalar una nueva colmena que será la novena. Y como abeja, sé lo difíciles que son los comienzos, y que una abeja sola no hace colmena, por lo que se ha comenzado por hacer otro enjambre. Y ya hay en Guayaquil un grupo de abejas zumbando por el barrio, dispuestas a buscar flores aunque sean del parque de la Victoria que está enfrente de la parroquia. NOTA: ¿Te cuento un chisme? No lo digas a nadie, pero dicen en el barrio que las han visto volar, y que ya tienen hecho un “levantamiento”, o sea, como si fuera un plano del barrio que nos indique todas las zonas arboladas y de flores, para poder implantar con éxito la colmena soñada, porque estas abejas de hoy día, son muy estudiadas, no son como las de antes, ahora con el internet, saben hacer las cosas como debe ser, para optimizar los recursos y no gastar las alas de gana.

Y como también las abejas están de celebración por estos días, no me queda otra que felicitaros. Todas las abejas se acuerdan por Navidad de lo buenas que son, y les sale una beta de generosidad, y se felicitan y se desean cosas buenas, y dan vuelos circulares de alegría… Pero vosotras sois buenas de verdad, todo el año, no solo en Navidad, por eso quiero daros las gracias por todo, por cada uno de vuestros vuelos, por los vuelos largos y aburridos, por los cortos, por cada una de vosotras, por la Reina, por cada obrera, también por los zánganos… por todas las flores que han colaborado con su polen, a veces flores humildes que perdidas en el monte pensaban que nunca iban a servir para nada. Gracias, porque a pesar de ver tan lejos a las abejas del otro lado, y la falta de noticias, nunca han perdido la confianza de que también existen.

Y las abejas más viejas de la colmena, recuerdan que un día ya lejano, unas abejas jóvenes prometieron dar un gran vuelo “al otro lado”. Será un gran encuentro de “ABEJAS SOLIDARIAS”

¡¡¡FELIZ NAVIDAD COLMENA!!!

Pedro Luis
24 de diciembre de 2015