martes, 11 de febrero de 2020

SACAR MIEL Y VACUNAR

Después de muchos días sin escribir nada, comienzo de nuevo el "correo".
Me he levantado cuando todavía no había amanecido y me he puesto a la tarea de sacar miel de las colmenas muertas. El trabajo ha sido todo seguido, hasta las 14:15. Una buena paliza.
Por la tarde he ido a tratar (vacunar) las colmenas que estaban vivas. He preparado el generador, lo he puesto en marcha y he tratado todas las colmenas con ácido oxálico. Espero y deseo que con este tratamiento dejen de morir colmenas. Sólo me quedan 8 colmenas vivas de las 60 colmenas que tenía en el mes de octubre/noviembre.
Mañana volveré a Logroño con más pena que gloria porque este inicio de año me ha dejado con la moral por los suelos. Me pongo a pensar en cuál puede ser la causa de esta defenestración en estos dos últimos años. Es contradictorio lo que me sucede, pues cuanto más cosas sé y trabajo en relación a las abejas, cada vez se mueren más colmenas.
En fin, que con la venta de la miel que he sacado y con más dinero que pondré de mi bolsillo, adquiriré un buen número de núcleos y empezaremos de cero.
Y nada más. Espero dar buenas noticias en fechas próximas.
José Manuel

lunes, 10 de febrero de 2020

EXTRAYENDO MIEL Y "PORTEANDO" COLMENAS

Son las once de la noche.
He pasado el día trabajando, metiendo las colmenas en un lugar cerrado de la casa, poniendo radiadores eléctricos para que se calentaran los cuadros y poder retirar la cera sellada con menos esfuerzo. Después he pasado el resto del día sacando miel de las colmenas vacías de abejas. Por la tarde me ha acompañado y ayudado Fe, mi vecina del pueblo, discreta, amable, cercana, cariñosa...
Al atardecer he cargado las colmenas que me quedan vivas y las he llevado a Valverde. He subido cuando ya había anochecido y he continuado sacando miel de colmenas, hasta hace media hora.
Son las once y necesito dormir porque mañana debo continuar sacando miel de las colmenas.
Buenas noches, Dios les guarde en su sueño.
José Manuel

domingo, 9 de febrero de 2020

INICIO DE AÑO APÍCOLA 2020

Buenas tardes a todos los que me seguís en el blog.
He tardado mucho tiempo en tomar el hilo de este "cuaderno de apuntes", entre otras razones porque no tenía nada que contar y no pretendo tener seguidores, y además porque mi ánimo rodó por el suelo cuando fui a revisar las colmenas y me encontré con una catástrofe que nunca hubiera imaginado. El hecho se resume en pocas palabras: se me han muerto casi todas las colmenas.
La verdad es que me quedan pocas ganas de comentar esta realidad tan cruda. En noviembre puse a invernar 60 colmenas, las traté contra la varroa con ácido oxálico, las estuve alimentando durante varias semanas y consideré que iban a pasar el invierno con dignidad y sin causar muchas bajas.
Hace diez días las fui a revisar nuevamente para ver cómo hacía la trashumancia para llevarlas a Valverde, el pueblo en el que cumplen su función polinizando los almendros de los agricultores. Estaba orgulloso del nuevo sistema de bebedero que había creado para que las abejas tuvieran agua durante los meses de estancia en mi pueblo, Añavieja. Me ayudó mi hermano a llevar el agua y a colocar el abrevadero para abejas, protegido de ciervos, corzos y jabalíes. Todo perfecto.
Han transcurrido dos meses y ahora sólo quedan unas pocas colmenas, y además están muy débiles. Las trasladaré, las alimentaré y las volveré a tratar contra la varroa. Lo curioso de esta muerte de colmenas es que la mayoría de ellas están repletas de miel pero no hay abejas en su interior. ¿Qué ha sucedido? ¿Ha sido el ácaro varroa el que ha destruido su cerebro y ellas han salido a volar y se han extraviado y no han sabido volver a la colmena?
¿Qué futuro me espera?
Pues muy sencillo y muy inversor a la vez. Tengo que comprar, cuando menos, 40 núcleos para hacer con ellos nuevas colmenas (miles de €). Eso supone sacar dinero de donde no lo hay, es decir de mi cuenta de ahorro, después comprar cera nueva y ponérsela a los cuadros que han muerto, comprar alimento (azúcar, jarabe) para abastecer los núcleos y convertirlos en colmenas y hacer muchos viajes desde Logroño a Añavieja (125 km de distancia entre ambas poblaciones) que consumen días fuera de casa, llenar el depósito de gasoil, activar la calefacción en la casa de Añavieja... En fin, espero que la Providencia me ayude a ser operativo y saque adelante los núcleos que compre.
Para empezar, mañana partiré hacia Añavieja para trasladar las pocas colmenas que han quedado y ayudar a los agricultores de Valverde en la polinización de sus almendros. Después sacaré la miel que hay en las colmenas que han muerto y, antes de volver a Logroño, trataré las colmenas nuevamente con el ácido oxálico para ver si elimino la posible varroa que quede en ellas.
Estoy ilusionado con el sistema de bebedero que he creado para el asentamiento de Valverde, con su protección contra zorros, corzos, perros y otras alimañas. Además, Mariano (agricultor de Valverde) me ha facilitado un nuevo lugar de asentamiento que me evitará conflictos con otro apicultor depredador que invade la zona, amenaza a los que llegamos con buenas intenciones de ayudar a la polinización y se beneficia del tomillo pero no trae las colmenas para polinizar en el mes de marzo.
Espero que con la ayuda y el apoyo del alcalde de Ágreda, de la Extensión Agraria y, si es preciso, de los guardia civiles SEPRONA, pongamos a cada uno en su sitio y salga beneficiado el pueblo de Valverde y sus agricultores.
Y nada más por ahora, espero contaros buenas noticias en mi próxima "escritura".
Un abrazo y disfrutad de este año 2020 en crecer como personas, en salir de vuestro yo para ayudar a los demás. Eso os hará felices y ayudaréis a crear un mundo mejor, más humano.
José Manuel