domingo, 10 de diciembre de 2023

CONTINUAMOS CON EL ARREGLO DE CAMINOS

 Buenas y venturosas tardes a quienes leéis este pequeño blog.

Sí, efectivamente, este fin de semana estuvimos arreglando el camino de arena que lleva hasta el asentamiento de abejas. Le sugerí a mi hermano si podíamos continuar arreglando el camino de arena que había sido devorado por el agua en la última tormenta. Y accedió.

Enganchamos un remolque viejo sin tableros al tractor con pala. Mi hermano fue cargando el remolque de piedras de tamaño entre pequeño y mediano con ayuda del tractor y de la pala. Después entramos en el camino de arena hasta llegar al lugar donde el agua había descarnado el suelo. Fuimos descargando piedras en el socavón del camino, a lo largo de unos 30 metros.

La segunda parte del trabajo consistió en igualar el suelo de piedras, tapando lo mejor posible el canal que había creado el agua. El trabajo nos llevó media mañana, lo justo para volver a casa a la hora de comer.

No somos perfectos ni adiestrados camineros, pero yo quedé conforme con el trabajo hecho. El mes de enero podré llegar hasta el asentamiento de abejas y salir de él con el carro cargado de colmenas, sin miedo a volcar y tener un accidente.

Estos trabajos de mantenimiento son vitales para un buen funcionamiento del apicultor y de la apicultura. Hay que prevenir, anticiparse a los posibles problemas, mantener en perfecto estado las colmenas y los caminos que conducen a ellas. 

En los próximos días de este mes de diciembre bajaré al lugar donde pondré las colmenas en el mes de enero. El lugar ya lo tengo acondicionado desde hace dos años y ha estado en perfecto uso. Pero es conveniente revisarlo, comprobar que todo está en perfecto estado. Este año ha habido mejoras en los accesos a ese lugar porque han arreglado los caminos de aproximación. El problema viene en los últimos doscientos metros en los que no hay camino y el trayecto está cargado de sorpresas.

Por cierto, además de arreglar el camino, tuve la feliz idea de acercarme hasta el asentamiento para ver el estado de las colmenas y sentí un inmenso placer, pues todas las colmenas estaban funcionando a tope, se veían salir y entrar muchas abejas. Sólo un núcleo que cogí a finales de verano parecía más flojo. Pero espero disponer de todas las colmenas para llevarlas al próximo asentamiento y que las abejas lleven a cabo su trabajo de polinizar los almendros a la vez que producen miel de romero y de tomillo.

Y esto es todo por hoy. Me leéis en la próxima entrega después de Navidad.

miércoles, 29 de noviembre de 2023

CARTEL DE VENTA DE MIEL

 Ahora, desde hoy, debo tratar de vender la mayor cantidad de miel posible. Es el reto del que hablé en la anterior comunicación y el que debemos llevar adelante, tanto mi mujer y yo, como los voluntarios que colaboran, como las parroquias, como mi tía Rosa, como...

El fin de semana pasado coloqué un supercartel encima de la puerta de entrada de la casa de mi tía Rosa. El cartel mide 80 x 60 cm. Ella dice que se verá desde la carretera, aproximadamente a 60 metros de distancia. Ese mismo cartel, a tamaño más pequeño, en A3, lo vamos a colgar a la entrada de nuestra casa de Añavieja. Lo pondremos cuando estemos pasando el fin de semana y las vacaciones en el pueblo, y lo retiraremos cuando no estemos allí.

Os adjunto el cartel por si os puede servir de orientación en el caso de que queráis poneros uno en vuestro negocio, o a la entrada de vuestra casa.

Pues nada más, esto es todo por ahora. Nos vemos en la siguiente comunicación.

lunes, 27 de noviembre de 2023

REPARANDO O ARREGLANDO CAMINOS

 Como consecuencia de las lluvias torrenciales de la primavera pasada, el camino que lleva desde la pista parcelaria hasta el asentamiento de abejas ha sufrido un serio deterioro. Me explico.

El camino entre encinas está asentado sobre arena - algo parecido a un camino de playa -. A medida que ascendemos progresivamente nos vamos introduciendo en el encinar, el camino se estrecha, y a la vez vamos acercándonos al origen de donde proviene la arena. Las encinas crecen en un suelo de arena, desde la parte inferior del "valle" hasta la media montaña. Cuando se produjo la lluvia torrencial en la zona (llegaron a caer 75 litros por metro cuadrado), el agua arrastró la arena del camino y lo dejó hundido en uno de los lados, creando así un gran bache continuado. Ahora, para circular por dicho camino, el vehículo avanza inclinado, con muchos baches que imposibilitan la estabilidad.

En el mes de enero tengo que sacar las colmenas de dicho encinar para llevarlas a polinizar los almendros de Valverde de Ágreda, pero el carro en el que irán cargadas tiene un eje muy bajo, el cual golpea en el suelo y a la vez se inclina peligrosamente provocando que vuelque con el contenido de las colmenas en su interior.

Este fin de semana me he beneficiado de la ayuda de mi hermano Juan Carlos, agricultor. Ha cargado un remolque, con ayuda de la pala tractora, con piedras redondeadas medianas y lo hemos ido descargando a lo largo del camino donde se ha producido el regacho. Después hemos igualado el suelo, moviendo las piedras con ayuda de azadas. Así hemos "arreglado" la parte más deteriorada del camino, unos 20 metros. El próximo puente festivo de cuatro días espero convencer a mi hermano para continuar haciendo el mismo tipo de trabajo en el resto del camino. Aproximadamente otros 30 metros. De este modo podré desplazarme por el camino con el remolque cargado de colmenas.

El mantenimiento de este camino me lleva ocupadas muchas horas a lo largo de estos años pasados. Continuamente lo debo podar de ramas y de zarzas con ayuda de podadora. En los lugares donde se iban produciendo regachos y desigualdades del terreno he anclado rejillas que ya están obsoletas de las granjas de cerdos. Este mantenimiento anual me está permitiendo llegar al asentamiento y volver de él con garantías. Ya comenté en algún escrito anterior que me sentía molesto porque el uso de dicho camino se deteriora si lo transitan vehículos todoterreno de ruedas altas y anchas. Vehículos de personas sin cerebro que piensan que el campo y los caminos están para ser usados indiscriminadamente.

Por el momento me siento más relajado porque la angustia de un posible vuelco con el carro cargado de colmenas no se va a traducir en un triste episodio. Continuaré mejorando el camino y espero disfrutar del asentamiento y del lugar durante muchos años.

Por cierto, este año en el que ha habido una mala cosecha de miel generalizada, yo he sido un beneficiario de una buena cosecha y dispongo de mucha miel. Ahora viene la fase de la venta: ¿conseguiré vender toda la miel antes de la cosecha de junio?

Un abrazo para los amigos y amigas lector@s.

lunes, 23 de octubre de 2023

BUENAS SENSACIONES EN MI VISITA AL APIARIO

 Me adentré por el camino arenoso del monte que conduce al lugar donde se encuentra mi asentamiento de abejas. Conduje el vehículo con talante molesto, enojado y con ansia de dar un soberano escarmiento a los que destruyen ese camino con sus vehículos todoterreno. Yo reparo los pasos y puntos donde el camino se hunde, se descompone y hace difícil su tránsito. Y otros, energúmenos aprovechados, hacen uso del camino destruyéndolo, rompiendo las rejillas de hormigón que yo pongo para tapar grietas, hundimientos y rampas; no reparan ni recomponen lo que rompen. 

A la par, el camino, en su parte más alta, está descompuesto. Las riadas de las grandes lluvias, de las DANAS, como las llaman o denominan ahora, han socavado el camino, hundiéndolo en uno de sus lados, creando hondonadas que hacen que mi vehículo circule inclinado, en difícil equilibrio. Si a ello se añade el hecho de que el agua se ha llevado la arena y ha dejado el camino sembrado de piedras desnudas, redondas, areniscas, tenemos como resultado una conducción del vehículo incierta, dando saltos, haciendo vibrar algunas partes de la carrocería.

De esa guisa llegué al asentamiento. Las abejas estaban dentro de las colmenas porque soplaba un poco de aire y la temperatura rondaba los 14º. Había llegado al asentamiento con la intención de vacunar a las abejas contra la varroa. Disponía de tiras de APIVAR y las tenía que poner en las colmenas, una en cada una de ellas. A medida que iba poniendo tiras, las abejas se iban enfadando y me intentaban picar a través de los guantes. Decenas de abejas cubrían mis guantes y yo soportaba estoicamente su molestia hasta que me enfadaba y las ahumaba, haciéndolas huir, salvo aquellas que ya habían clavado su aguijón en el forro del guante y habían conseguido llegar hasta la piel de mis brazos.

Como ya he dicho, soporté estoicamente sus picotazos y a la vez me alegré sobremanera porque comprobé que las colmenas estaban fuertes. Estaban muy fuertes, tenían miel guardada para pasar el invierno y sólo dos o tres colmenas parecían condenadas a morir por falta de población. El próximo mes de noviembre las trataré nuevamente y esperó que pasen el invierno sin grandes cambios, dispuestas para ser trasladadas al pueblo de Valverde y ayuden en la polinización de los almendros en el mes de marzo y abril.

Por otra parte, aprovechamos el fin de semana para dos trabajos fundamentales. El primero consistió en licuar la cera de las catas de este verano en el cerificador. Obtuve 11 kg de cera amarilla, los cuales convertiré en láminas nuevas para la próxima campana. Y, en segundo lugar, mi esposa Carmen preparó frascos de propóleo para el tratamiento de las vías respiratorias, los cuales entregamos a profesores, a personas con problemas respiratorios y para combatir resfriados y toses. 

También compramos 1016 frascos de cristal para envasar miel, a 475 €. ¡Qué subida de precios!

Un fin de semana completo porque también trabajamos en el huerto de la tía Rosa, retiramos las tomateras y las colgamos en la cochera para que maduraran los tomates en un ambiente menos frío.

Eso es todo por ahora. Cuando haya novedades, os pondré al corriente para que seáis partícipes del proceso de seguimiento de un colmenar de abejas.



lunes, 9 de octubre de 2023

RECIBIMOS LA VISITA DE DOS ÁNGELES

 El lunes de la semana pasada - 2/10/2023 - nos vinieron a visitar a casa los dos grandes artífices (entre otros) de las Casas de los Niños de Sucumbíos (Ecuador): Pedro Luis (carmelita) y Gladis (directora de las Casas).

Fue como un ramalazo de aire fresco, un impulso a nuestras pequeñas aportaciones. Como ya le escribí al P. Fidel y le dije: "Por aquí han pasado dos ángeles". Y lo que digo es cierto, y así lo sentimos mi esposa y yo. Las dos almas nos hablaron de sus experiencias, de la dureza del compromiso que les tiene arrobados en aquella misión, y de la alegría y entusiasmo que ponen en la tarea. ¿Cómo no sentir en nuestro fuero interno el mensaje y los testimonios que nos aportaron? Lo dicho: fue un regalo.

Así es que Gladis y Pedro Luis, Pedro Luis y Gladis, ¡GRACIAS POR VENIR A MANTENER VIVA NUESTRA FE y nuestro pequeño compromiso con vosotros! Sois dos ángeles. Repito, sois dos ángeles y no sentimos felices de disfrutar ese aleteo que transmiten vuestras vidas cuando habláis, cuando testimoniáis.

Volviendo al tema de las abejas - de lo nuestro -, este fin de semana hemos embotado 280 kg de miel, toda de brezo. Ya hemos vendido cerca de cien kilos y esperamos poder seguir vendiendo. Y todavía disponemos de mucha miel almacenada en dos maduradores, y cientos de kilos de miel envasada en tarros de cristal.

El domingo por la mañana me acerqué al asentamiento para ver cómo estaban las colmenas y me quedé asombrado positivamente pues todas las colmenas estaban repletas de miel y de cría. En la anterior cata de miel les quité el alza de miel y cuatro cuadros de la colmena, de abajo. ¡Y habían vuelto a llenar los 4 cuadros de miel! Esto es indicativo, a mi modo de entender, de que en primavera dispondremos de muchas abejas y de miel. Eso siempre y cuando llueva en primavera.

También descubrí, para mi desgracia, que el camino de acceso a las colmenas había sido destrozado en algunos puntos. Las huellas que aparecían marcadas en el suelo del camino eran de un vehículo todoterreno de grandes dimensiones (las huellas dejadas por el neumático medían 80 centímetros de ancho). Había roto algunas rejillas de hormigón que yo había puesto en los lugares del camino que están muy destrozados para facilitar el acceso al asentamiento. Creo que la razón es evidente: fueron a coger setas, níscalos... después de las lluvias. Como disponen de un vehículo gigante, no tienen inconveniente en arrasar y destrozar lo que se ponga por delante y por debajo porque sus ruedas son inmensas. Así es que tendré que volver a poner nuevas rejillas de hormigón, pesadas y resistentes, las cuales me permitirán el acceso al asentamiento.

Y nada más por hoy. El fin de semana del 21 y 22 de octubre volveremos al pueblo para cocer toda la cera que hemos sacado de la extracción de la miel y con ella elaborar nuestras propias láminas de cera nueva. Creo que disponemos de más de cien kilos de cera y eso nos dará margen para hacer ¡muchas láminas!

Un abrazo a nuestros lectores y, ¡hasta la próxima!

lunes, 25 de septiembre de 2023

CONCLUIMOS LAS CATAS DE MIEL

 Esta semana pasada, del 16 al 22 de septiembre concluí la extracción de miel de este año.

En síntesis, tengo que manifestar que ha sido un año loco, loco... Llevábamos 3 años con escasa producción y este año - que ha sido un mal año para los agricultores de la zona de mi pueblo - ha sido el mejor año que yo recuerde en producción de miel. En síntesis: no entiendo nada, pero bien venida sea la producción.

Extrajimos poca miel en primavera, tuvimos una buena extracción de miel en verano (de miel de lavanda) y, ahora, en otoño, hemos extraído más de setecientos kg de miel de brezo. 

Además, al acabar el año y comenzando el otoño, las colmenas están a tope de abejas. Esto no había sucedido en los últimos años. Vienen a mi memoria los muchos otoños en los que las abejas eran escasas, la colmenas estaban débiles y amenazaban con morirse. Pues bien, este otoño están fuertes. Cuando caté la miel en los días pasados, me picaron todo lo que quisieron y más. Cientos de picotazos traspasaban la ropa y me hacían sentir inválido y objetivo de misiles pequeños. Eso me sucedió, aun cuando iba fuertemente protegido.

Si miro la realidad con optimismo, me siento afortunado por la generosidad de la Providencia, porque me permite disponer de mucha miel para obtener dividendos y poderlos enviar como ayuda a las escuelas y comedores de Sucumbíos (Ecuador).

Ahora viene la segunda parte: conseguir vender cientos de kg de miel a los clientes. Esto es "un sinvivir". 

Muchos de mis amigos me dicen que estoy más ocupado y estresado ahora que me he jubilado que cuando ejercía de maestro en la escuela. 

Seguimos en la brecha y esperamos mejorar en meses venideros.

lunes, 3 de julio de 2023

NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA

 Fin de semana de embotado de miel. Han sido pocos los kg. embotados, pero son muchos si los comparo con los del año pasado y hace dos años en los que no obtuve nada.

Hace tres semanas cayó el cielo sobre la tierra de Añavieja y comarca (recordaba lo de Astérix y Obélix). Fueron muchos litros en poco tiempo. El agua de la comarca se encauzó sobre el canal y como el canal está lleno de vegetación, como si fuera un bosque, el agua desbordó el cauce e inundó las fincas de los agricultores de Añavieja, las fincas de patatas. Y, por si fuera poco, remató el desastre lanzando una granizada que deshojó las plantas. Fue el desastre. Todavía sigue embalsada la laguna y muchas fincas parecen piscinas en sus partes más hondas.

Pero esa gran cantidad de agua vino bien para el asentamiento de abejas. Las colmenas están en una zona arenosa, la cual absorbió el agua y empapó el subsuelo de la zona. El terreno acoge un gran encinar, mezclado con plantas de brezo. Curiosamente, la jara no florecía por falta humedad. Pues bien, la cantidad de agua caída ha hecho florecer la jara y ha encendido a las abejas. Las colmenas se han llenado de polen y de néctar. ¡Ha sido un cambio bestial! ¡Increíble!

Fruto de esta gran caída de agua son las colmenas llenas de cría. He tenido que poner muchas alzas a muchas colmenas porque las abejas se desbordaban cuando abría la tapa.

Ahora espero que la encina "llore" sus gotas dulces, lo mismo que el brezo su néctar. Este año va a ser buena cosecha, algo inesperado. Todo lo contrario de la pobre primavera. Ya veremos.

No me quiero hacer ilusiones ni crearme falsas expectativas, pero vamos por buen camino.

Un abrazo.


viernes, 19 de mayo de 2023

RETOMANDO EL BLOG

 Buenas tardes, estoy vivo a pesar de no haber escrito desde hace meses, pero estoy muy, muy desmoralizado.

He estado trabajando durante estos meses de febrero a mayo, alimentando colmenas para que no se murieran, haciendo enjambres para crear algo de futuro y... desmoralizándome porque no veo futuro ni a las abejas, ni al planeta Tierra.

Durante estos dos últimos meses he acompañado a mi maestro para ayudarle a crear enjambres pero, como no ha llovido, el fruto ha sido escaso. No creo que hayamos hecho más de 250 enjambres. En años precedentes se hacían muchos más, más de 500.

Se han muerto muchas colmenas, la fecundación de las reinas ha sido irregular y... ¡los malditos abejarucos nos han matado muchas reinas en su vuelo nupcial de apareamiento!

Todo esto tiene un nombre: CAMBIO CLIMÁTICO. Los países ricos no van a ceder en su afán de crecer, contaminar y enriquecerse. Mientras, los países pobres viven la eterna sequía, el eterno abandono y la inmisericorde explotación de los países ricos.

Ya vemos lo que sucede: grandes sequías, terremotos, inundaciones, tornados, pedrisco desolador, se deshielan los polos y los glaciares. Pero a los ricos les da igual porque manejan el planeta con sus decisiones, con su afán de no menguar.

Es triste constatar lo que nos están anunciando los científicos si seguimos por este camino. ¿Pero qué país es el guapo que deja de crecer para que otros crezcan más que él?

Hay que seguir en la lucha, con nuestras pequeñas acciones del día a día: ducha de agua de 2 minutos, subir a casa y bajar de casa sin usar el ascensor, alargar la vida de los pantalones, camisas, calcetines (yo estoy aprendiendo a coser a mano), hacer la compra llevando bolsas de tela para que no nos den bolsas de plástico... Y muchas más ideas que pueden ayudar a ser amables con nuestro planeta.

En síntesis, reducir, reciclar, reutilizar.

Un abrazo y hasta la próxima.

José Manuel

lunes, 13 de febrero de 2023

¿QUÉ PODEMOS ESPERAR SI NO LLUEVE?

 Han transcurrido muchas lunas desde mi último escrito. La verdad es que no tenía ni ánimo ni motivos para poner por escrito experiencias o proyectos que iluminaran este blog.

Hoy, un poco alicaído por el fallecimiento de mi padre después de un largo mes de presencia en el hospital, con turnos de día y de noche. Ahora toca asumir la realidad y comenzar con sosiego algún proyecto que aporte paz y entusiasmo.

Me voy a permitir copiar textualmente alguna de las frases que mis hijos leyeron al final de la eucaristía del funeral de mi padre. Me siento orgulloso de ellos porque tienen valores que aportan positividad a sus vidas y a las vidas de cuantos los rodeamos. Ver a mis dos hijos - Alberto y María - comentando experiencias vividas con mi padre cuando eran niños me invita a pensar que algo bueno hemos hecho mi esposa y yo para que expresen sus sentimientos.

Lo dicho, ahí van algunas frases dichas por ellos en la eucaristía: "Recuerdo con cariño la primera bicicleta que tuve en el pueblo. Me compraste la más pequeña que encontraste, pero yo era muy pequeño todavía y no conseguía llegar a los pedales; así que me pusisteis un taco de madera en cada pedal y así pude pedalear y tirarme por las cuestas". Eso expresó Alberto.

María dijo: "Los paseos por la granja de cerdos al aire libre, sentada en tu regazo cuando conducías el tractor era especiales. Bajábamos a dar de comer a los cerdos, nos dejabas coger el volante y cuando llegábamos a la granja la revisábamos y jugábamos con los cerdos pequeños".

María y Alberto: "Llegar a la casa del pueblo cada fin de semana y encontrarte sentado, mirando por la ventana en dirección a la carretera para vernos llegar, era parte de tu rutina. Nos habías encendido la calefacción por la mañana, la casa estaba caliente. Nos esperabas con unas pastas napolitanas de chocolate. Nos acompañabas durante 5 escasos minutos y luego te ibas a tu casa. Era tu forma de querernos y de sentirte siempre cerca" Y concluyen: "Has sido un regalo de abuelo. Tener un abuelo así de meticón y a la vez cariñoso ha sido una de las experiencias bonitas que nos ha regalado la vida. Hasta pronto".

En fin, ya sé que esto no está relacionado con las abejas, pero es lo último que hemos vivido en familia con la despedida de mi padre y su marcha hacia el Padre.

Espero que en fechas próximas pueda hablar algo de abejas, pero ahora priman dos realidades en el campo: mucho frío y mucha sequía.

Un abrazo para todos y para todas.

José Manuel