domingo, 31 de enero de 2016

HE TRASLADADO LAS COLMENAS A VALVERDE DE ÁGREDA

Bueno, bueno, ya he comenzado el trajín de todos los años.
El viernes por la tarde llegué a Añavieja a las 16:00 y a las 16:30 ya había cargado el primer viaje de colmenas (20 unidades) y me dirigía hacia Valverde. Al pasar por Dévanos se incorporó al trabajo mi amigo José, un jubilado de 72 años que es... ¿Como os lo diría yo? José es sencillo, humilde, discreto, voluntarioso, currante y de una cercanía y sinceridad que te dejan asombrado.
José me ayudó a descargar el viaje (19 colmenas).
Volvimos hacia Añavieja, cargamos el segundo viaje, hicimos el mismo recorrido que el primero y... Decidimos hacer el tercer viaje y trasladamos otras 19 colmenas. De vuelta de Valverde a Añavieja, dejé a José en Dévanos - eran ya las 19:30, de noche - tomé ruta hacia Añavieja y descansé un rato.
Después de cenar, con ayuda de mi hijo Alberto, preparamos bolsas de comida para las colmenas.
El sábado, al amanecer, llevé las últimas 7 colmenas y las bolsas de alimento. Tuve que montar una base para colocar las colmenas que llevaba porque no cabían todas. Después alimenté las colmenas y volví hacia Añavieja.
Quedan, o quedaban, 65 colmenas, pero ya pude comprobar que habían algunas vacías, osea muertas. Este año 2016 se presenta un poco complicado porque hay menos colmenas. Además, todos los almendros naturales (nacidos en tierras no cultivadas y en los orillos de los caminos) ya estaban en plena floración, algo inusual para fechas tan tempranas. Eso puede provocar que en este mes de febrero caiga alguna helada y se mueran las flores de los almendros y también alguna colmena a causa del frío repentino.
Por otra parte estamos acabando de vender los últimos kilos de miel que nos quedaban. Eso de hacer favores ha provocado que yo y mi familia nos hayamos quedado sin miel para nuestro autoconsumo. Me ha sucedido lo mismo que el año pasado. ¡No aprendo!
Hasta aquí los inicios del apicultor atareado. Ya os iré contando cómo nos van las cosas en el transcurso de los próximos meses.
Recibid un abrazo y un ¡ánimo! porque este mes tiene algún día menos.
José Manuel

domingo, 24 de enero de 2016

EL PRÓXIMO FIN DE SEMANA COMIENZO EL TRASLADO DE COLMENAS A VALVERDE DE ÁGREDA

Hola, buenas tardes/noches.
El mensaje de hoy es breve. El próximo fin de semana comienzo a trasladar las colmenas a Valverde de Ágreda. Acabo de hablar con José - de Dévanos - y me va a ayudar en los traslados.
El viernes saldré de clase a las 14:00, llegaré a Añavieja a las 16:00, bajaré a donde tengo las colmenas invernando, llenaré la furgoneta de cajas y... Pasaré por Dévanos, donde me espera José, y nos encaminaremos a Valverde.
Descargaremos y después volveremos hacia Añavieja para cargar otro viaje y bajarlo a Valverde. Cuando descarguemos ya será noche cerrada.
A la mañana siguiente, sábado, me levantaré a las 7:30, cargaré otro viaje y lo bajaré a Valverde. Después volveré a Añavieja a por el segundo viaje. Lo descargaré en Valverde y prepararé los núcleos cazaenjambres.
Espero que con 4 viajes acabe llevando todas las colmenas. En el caso de que me quedara alguna colmena sin bajar, la bajaría el domingo por la mañana.
Con la bajada de colmenas a Valverde comienzo el trajín de todos los años que me lleva hasta el mes de junio, disfrutando poco del descanso e invirtiendo casi todos mis fines de semana en las abejas.
Ya os contaré en el próximo correo cómo me ha ido en los traslados y cómo nos hemos entendido José y yo en la carga y descarga de colmenas.
Un abrazo.
José Manuel

domingo, 3 de enero de 2016

CARTA DEL MISIONERO PEDRO LUIS, DESDE TUCUMÁN

Hola a tod@s l@s que seguís nuestro blog:

Hemos estado varios de vacaciones en Añavieja y hemos regresado hoy a Logroño. Los primeros días fueron maravillosos, con mucho sol, luz, paseos y realizando algunos trabajos en los asentamientos a los que llevaremos las abejas en el mes de febrero.
En Nochebuena recibimos una maravillosa y poética carta de nuestro querido misionero carmelita Pedro Luis. Fue él quien nos enganchó con sus proyectos y a través de él hacemos llegar nuestra ayuda en forma de dinero a Sucumbíos y a Tucumán.
Os adjunto la carta poética que nos hizo llegar a la familia. Disfrutadla porque es poesía y profundidad en estado puro.
Un abrazo a todos y que la felicidad os llegue y os llene durante el año 2016.

San Miguel de Tucumán, 24 de diciembre de 2015

Queridas amigas abejas solidarias:

La verdad que es la primera vez en mi vida que me toca escribir una carta a unas abejas. Y no sé por dónde comenzar. Estoy nervioso. Las abejas, allá por mi pueblo, Fontanillas, en Zamora hace muchos años, sólo me daban miedo e intentaba esquivarlas. Cuando os conocí en Añavieja, os perdí un poco el respeto, y hasta me atreví a acercarme, muy despacio, a vuestras colmenas, eso sí, con la confianza y el traje que me prestaron José Manuel, Carmen, María y Alberto. A ellos sí que los conocéis bien.

Y así, muy despacito, quiero acercarme de nuevo a vosotras. Sabiendo que en estas fechas de Navidad estáis un poco aletargadas, me atrevo a acercarme un poco más. Como sabéis, vivo en San Miguel de Tucumán, en Argentina, desde hace ya más de cuatro años, pero esto no me ha impedido estar siempre muy cercano a todas vosotras, primero por la visita que he intentado hacer cada año, y segundo, porque con los actuales medios de comunicación, he podido tener una comunicación diaria y cercana a través de vuestro blog y siempre ha habido algún pajarito que me ha estado informando de cada vuelo. Uyyyy siento mucho nombraros los pajaritos…

Siempre me ha llenado de emoción saber que allá en Soria, tan lejos de Ecuador, haya un grupo tan hermoso de abejas que se esfuerzan cada día por ayudar a los niños y niñas que más lo necesitan. Ustedes podían estar volando para engordarse como hacen todas las abejas, y si les quedaba tiempo libre, pasar la vida de flor en flor, disfrutando de las alas que Dios les ha dado, pero, trabajan y trabajan, y no hay vuelo cargado de polen que no conduzca al fin deseado: “conseguir que unos niños y niñas de Cascales, en Ecuador, puedan tener una vida más digna”. Y más emoción todavía me ha dado que para este empeño hayan involucrado a todas las abejas despistadas que pasaban a su lado. Dicen las crónicas que no queda una abeja, en toda la región que no sepa de vuestro empeño.

Ya sabéis, queridas abejas, que hay otras abejas en Ecuador afanadas en el mismo empeño de llevar a buen fin lo que vosotras comenzáis. Y lo tienen más fácil, porque reciben de vosotras, no solo el fruto de la venta de vuestra miel, sino el estímulo y las fuerzas de seguir adelante con esta obra tan bonita de ayudar a los niños. En la selva del Amazonas hace mucho calor, y hay bichos muy peligrosos, y a veces las abejas ecuatorianas se desaniman y les gustaría formar su panal en el árbol más alto, donde corre una hermosa brisa, y desentenderse para siempre de los niños y sus problemas. Pero como buenas abejas que conocen su trabajo, saben lo que hacéis vosotras, y lo que os cuesta meteros en cada flor, llenaros de polen y volar en medio de abejorros, con frío o calor, con lluvia o viento, hasta la colmena. Y vuestro sacrificio, les da alas a ellas. Vuestra entrega diaria, resucita sus esperanzas.

Cuentan los historiadores abejunos que hace cuatro años, un abejorro gordo, que no llegaba a reina, voló muy lejos, hasta Tucumán, y como lo único que sabía hacer era animar a que se formaran colmenas, creó un enjambre bien formado, que se instaló en el barrio del Sifón y llamaron: “Casa de los Niños Santa Teresita del Sifón”. Las abejas sabéis mejor que nadie que lo vuestro es construir enjambres nuevos y esperar que lleguen a ser colmenas bien formadas, y que ¿el fruto? Si llega… alguien lo cosechará. De unos es traer el polen y de otros será la cosecha. Por eso, este abejorro, acabada la estación de la floración en Tucumán, ha decidido cambiar de finca, buscando las flores nuevas que le ayuden a recuperar esas fuerzas que necesita para seguir saltando de flor en flor. Lo bueno de los enjambres es, que como no están compuestos por muchas abejas, tienen poco equipaje, y pueden llevarse de un lado a otro con facilidad.

Y vuelve a Ecuador a partir de marzo, porque las raíces se mantienen, y a las abejas les gusta volver a las jaras que ya conocen, y porque en Guayaquil, hay una parroquia de los carmelitas, la Victoria, donde hay un colegio de niños muy necesitados, en un barrio considerado como zona roja, donde la floración es muy abundante y tenemos todas las instalaciones y los permisos para instalar una nueva colmena que será la novena. Y como abeja, sé lo difíciles que son los comienzos, y que una abeja sola no hace colmena, por lo que se ha comenzado por hacer otro enjambre. Y ya hay en Guayaquil un grupo de abejas zumbando por el barrio, dispuestas a buscar flores aunque sean del parque de la Victoria que está enfrente de la parroquia. NOTA: ¿Te cuento un chisme? No lo digas a nadie, pero dicen en el barrio que las han visto volar, y que ya tienen hecho un “levantamiento”, o sea, como si fuera un plano del barrio que nos indique todas las zonas arboladas y de flores, para poder implantar con éxito la colmena soñada, porque estas abejas de hoy día, son muy estudiadas, no son como las de antes, ahora con el internet, saben hacer las cosas como debe ser, para optimizar los recursos y no gastar las alas de gana.

Y como también las abejas están de celebración por estos días, no me queda otra que felicitaros. Todas las abejas se acuerdan por Navidad de lo buenas que son, y les sale una beta de generosidad, y se felicitan y se desean cosas buenas, y dan vuelos circulares de alegría… Pero vosotras sois buenas de verdad, todo el año, no solo en Navidad, por eso quiero daros las gracias por todo, por cada uno de vuestros vuelos, por los vuelos largos y aburridos, por los cortos, por cada una de vosotras, por la Reina, por cada obrera, también por los zánganos… por todas las flores que han colaborado con su polen, a veces flores humildes que perdidas en el monte pensaban que nunca iban a servir para nada. Gracias, porque a pesar de ver tan lejos a las abejas del otro lado, y la falta de noticias, nunca han perdido la confianza de que también existen.

Y las abejas más viejas de la colmena, recuerdan que un día ya lejano, unas abejas jóvenes prometieron dar un gran vuelo “al otro lado”. Será un gran encuentro de “ABEJAS SOLIDARIAS”

¡¡¡FELIZ NAVIDAD COLMENA!!!

Pedro Luis
24 de diciembre de 2015