jueves, 10 de julio de 2014

HEMOS PEDALEADO UN TRECHO DEL CAMINO DE SANTIAGO

Buenas tardes a todos:
Son las 18:00 horas de la tarde. Hace 3 horas que hemos regresado de Santiago de Compostela. María y Carmen han pasado unos días de descanso por Galicia y Alberto y José Manuel hemos recorrido un trecho del camino de Santiago, desde Carrión de los Condes (400 km).
El camino nos ha ocupado 6 días y hemos llevado buena marcha en bicicleta de montaña. No quiero abundar en el tema de incidencias y averías para no aburrir.
Lo mejor del CAMINO ha sido el encuentro con la gente, conocer las experiencias y proyectos de todos aquellos con los que nos encontrábamos, conversar sobre el proyecto de vida que tenían y que vivían, empatizar con sus vidas y DISFRUTAR con ellos. ¡Maravilloso! ¡Cuánta gente buena hay por el mundo! ¡Cuánta gente sufriente porque algo se ha torcido en sus vidas! Y sin embargo, todos ellos han reaccionado y se han puesto a caminar.
Me vienen a la mente los nombres de Yolanda, Jesús, Miguel, Andrés, Saúl, Estefanía, José...
Alberto y yo (hijo y padre) hemos sintonizado entre nosotros y el camino nos ha ayudado a reflexionar y a valorar lo mucho que la vida nos ha regalado.
El próximo domingo iremos a Añavieja y revisaremos las colmenas.
Estaremos en contacto a través de este blog.
Recibid un abrazo de este amigo.
José Manuel

jueves, 3 de julio de 2014

UN CLAMOR QUE CLAMA AL CIELO

Hola a todos:
Esta mañana hemos enviado unos eurillos a Pedro Luis para que tenga un poco de apoyo para la causa de los pobres. Sólo han sido 3.500 € y nos hubiera gustado enviarle más. Ya veremos más adelante si es posible, si vendemos la miel que hemos sacado en primavera.
Me voy a tomar la libertad de poneros algunos retazos de las "memorias" de Pedro Luis, carmelita descalzo que está inmerso en la causa de los pobres en un barrio de Tucumán. Él no es especial, especiales lo son todos aquellos que dan su vida y se entregan a la causa por los más pobres, y él es uno de ellos. 
Las líneas que transcribo las escribía Pedro Luis a los pocos días de llegar a su nuevo destino, habiendo dejado Sucumbíos en buenas manos. Me las envió y yo os las participo. Al leer estos textos me da vergüenza ajena la falta de ética de muchos de nuestros políticos que sólo buscan llenarse el bolsillo y dejan tirados a los pobres, a la gente sencilla y sin recursos.
Ahí va este regalito.

"Llevo dos días en Tucumán y me entero que hay un proyecto “Navidad para todos”, por el que se les da a un grupo de familias pobres un presente por Navidad… Lo patrocina Cáritas Diocesana. Y mañana, jueves, van a llevarles las invitaciones para la primera reunión de tres que van a tener. Yo me apunto a la primera para acompañar a Mariela y Nadia que son de las supervivientes que comenzaron a hacer las visitas. A nadie le gusta entrar en el Chivero, un barrio ganado al espacio de las viejas vías del tren casi en desuso. No es que no les guste entrar, sino más bien es que no entra nadie… la fama “justamente” ganada del barrio, invita a no plantearse el tema, de ahí la cara de sorpresa de Mariela cuando escucha que el Padrecito quiere acompañarlas…Entramos al barrio, siguiendo la vía del tren, inundada de basura, que en tiempos funcionaba y ahora da paso ¡alguna vez! a un tren de mercancías. Al lado derecho se apiñan las ¿casas? de la gente, por familias, con unos estrechos pasillitos entre ellas. En Argentina, a estos lugares se les llama “villas miseria”, pero a mí me parece que esta no llega a villa, creo que se quedó sólo con lo de miseria… Comenzamos a entregar las invitaciones y a presentar al cura para que lo conozcan y pueda en un futuro venir solo por estos caminos. En este momento no puede venir solo, pues es peligroso. “Hola, somos de la parroquia San Juan de la Cruz… Queremos dejarle la invitación para la reunión de las familias censadas… les esperamos. Este es el Padre Pedro, que acaba de llegar nuevo a la parroquia. Mucho gusto…” Caras de extrañeza que el padre venga al barrio… ¡es la primera vez! , dicen, aunque ya sabíamos que el P. Wilson sí entró por aquí… Al padre nuevo, le cuesta entender que la gente pueda vivir en esta situación de miseria. Nunca había visto en su vida casas construidas con plásticos, puertas rotas, tablas viejas, somieres… rodeadas de tanta basura, sin baños, sin… sin nada.En una de las primeras casas, una señora nos dice que quiere que llevemos a su hijo de once años a algún sitio, porque anda por la calle y los vecinos le están invitando a drogarse.Otra casa, y otra más, y sale con los ojos desorbitados, brillantes, suponemos que el amigo de Manuel, un joven de unos 20 años. Su cara no parece estar así por la siesta mal dormida… quizás tiene otras cosas…Y a mí me llegan las dudas y pensamientos… ¿no es esto un paternalismo contraproducente? y me tranquilizan la conciencia las palabras de Mariela, persona de fundamentos, que me dice que ha sido muy interesante el primer año y único que se hizo este tema, y que gracias a esto la parroquia entró por primera vez en el barrio y que a pesar de las deficiencias es interesante… Y yo, a cumplir el sabio consejo que me dieron cuando llegué a Sucumbíos hace 16 años: ¡oír, ver y callar! cuando no entiendas algo, no juzgues, no hables, observa… y cuando lleves 5 años, ya puedes dar tu opinión… ¡qué bueno! Ya quedan menos de 20 invitaciones, una es para la Señora Petrona sobre la que me pone en conocimiento Mariela: “Ya verá, padre, qué señora. Tiene casi 20 nietos a su cargo porque los hijos todos se drogan, pero es una mujer de una fortaleza…” Llegamos a su casa y por su cuerpito, pequeño y encogido, no daba a entender la fortaleza de la que me hablaban. Con ella salieron varios de los veinte y un joven mayor, con los ojos y aspecto “raros”… Nos recibe con disculpas… no pudo ir a recoger las cositas que el jueves le daban de Cáritas en la parroquia. “No pasa nada, señora Petrona, vaya cuando pueda, se lo darán igual”. Los nietos, avispados, simpáticos… salían de la oscura casita de suelo de tierra y paredes de tabla que amenazaban ruina y saludaban educadamente. Mi ánimo estaba demasiado afectado por lo que estaba viendo, y mi cabeza seguía trabajando y dándole  vueltas a un mismo pensamiento: ¡qué futuro les espera a todos estos pequeños!

Bueno, amigos, creo que este tipo de escritos testimoniales nos ayudan a valorar más la vida y a las personas que nos rodean. Esto que leemos y reflexionamos es VIDA y por esta causa y otras parecidas merece la pena luchar.
Recibid un abrazo de José Manuel

martes, 1 de julio de 2014

HEMOS PUESTO EN BOTES TODA LA MIEL DE PRIMAVERA

Hola, amigos:
Acabamos de llegar de Añavieja, de El Poblao.
Hemos pasado toda la miel de primavera de los maduradores a botes de cristal. En este momento disponemos de 600 maravillosos y milagrosos (curan los resfriados) botes de miel de romero que harán las delicias de todos los que consumís nuestra miel.
Hemos trabajado mis dos hijos y yo desde por la mañana hasta las 14:00 horas. Hemos etiquetado toda la miel y después hemos limpiado, higienizado todos los instrumentos utilizados. Carmen se ha quedado en Logroño, en un cursillo.
Tengo que agradecer el apoyo, el esfuerzo y la intensidad del trabajo de mis dos hijos, Alberto y María (15 y 13 años). Sin ellos no hubiera podido llevar todo a buen término el cometido.
También hemos sido informados de la desgraciada tormenta de pedrisco que cayó sobre los asentamientos de abejas hace una semana. El cielo se cubrió de un manto de granizo y destruyó todas las floraciones. No sé cómo van a poder salir adelante las abejas hasta que llegue la mielada de la encina y del brezo si ahora no tienen para comer. Lo más seguro es que tengamos que alimentarlas para evitar que mueran de hambre.
Pero vamos a mirar hacia adelante, sin miedo, con ilusión y con la humildad suficiente para ponernos el "buzo de trabajo" y decirnos que todo sirve para aprender.
Hoy no hemos podido sacar fotografía porque hemos andado pillados de tiempo. A ver si la próxima visita a Añavieja somos testigos de algo que merezca la pena ser visto y lo colgamos.
El viernes nos vamos de Camino de Santiago en bicicleta (Alberto y yo), y vamos entrenados para no hacer el canelo. Esperamos que el espíritu que anima el camino y a todos los caminantes nos invada para poder llegar a Santiago con fuerza física, mental y espiritual.
Recibid todos y todas una abrazo.
José Manuel