sábado, 18 de diciembre de 2021

¡GRACIAS, 2021! ¡BIENVENIDO, 2022!

Hoy no voy a escribir un texto clásico de abejas y de anécdotas. Hoy me desborda la vida, quiero analizar mi año 2021, a grandes rasgos, centrándome en lo bonito que ha tenido este año para mi crecimiento personal, para mis aspiraciones cumplidas, especialmente las más significativas.

Después de muchos meses sin poder estar con mi padre, este verano he paseado con él, le he contado cosas que había vivido en los meses precedentes y le he escuchado decir las mismas frases acerca de lo bien que lo tratan en la Residencia de ancianos de Ágreda, de cómo lo quieren, de lo a gusto que está. Y siempre, siempre le he escuchado decir: ¿cómo están Alberto y María (mis hijos)? Está claro que, para los abuelos, lo más importante son los nietos, hablar de ellos y con ellos. Éste ha sido uno de los momentos importantes y bonitos de este año.

Otro momento que me dejó sorprendido - gratamente sorprendido - aconteció cuando volvimos a Añavieja después de haberse iniciado el curso en septiembre. Durante todo el verano alimenté a mis maltrechas colmenas, las vacuné en dos ocasiones, creció el número de abejas en la colmena, pero... no hubo mielada, el campo estaba seco, muy seco. Volvimos a Logroño, Carmen inició el curso con sus alumnos y yo invertí mi tiempo en volver a coger forma física con la bicicleta de carretera y la bicicleta de montaña. Transcurridas dos semanas, volvimos al pueblo y, ¡oh, sorpresa!, las colmenas habían "engordado", casi todas tenían mucha miel. Dirigí mis brazos al cielo y le agradecí al Todopoderoso el regalo que nos hacía y la posibilidad de enviar dinero a la Misión de Ecuador. Días después, y tras varios fines de semana, catamos y embotamos la miel. 

Un tercer motivo de agradecimiento a este año 2021 está relacionado con mi familia. Para empezar, tengo que decir que disfruto de mi relación de pareja con Carmen, aunque a veces tengamos nuestras regañinas. Y también disfruto, gozo y me siento lleno de satisfacción cuando pienso en mis hijos, en su recorrido por la vida, en su lucha por crecer. Alberto ha terminado sus estudios de CAFYD, está terminando su Máster de Deportes de Resistencia (natación, bicicleta, atletismo) y ha comenzado el segundo Máster de "Prevención y rehabilitación de lesiones". A la vez que ha desarrollado los dos máster, ha comenzado a ganarse la vida entrenando a chicos en un club de atletismo y entrena a un grupo de jóvenes triatletas todas las semanas. Me llena de orgullo escucharle la frase: "No tengo tiempo más que para estudiar los máster, entrenar a los chicos y dormir". Cada dos fines de semana realiza un recorrido de 800 kilómetros de ida hasta Gerona para recibir formación presencial desde el viernes hasta el domingo. A mediodía del domingo vuelve a coger el coche y recorre los 800 kilómetros de vuelta a Santander. Vive de sus entrenamientos y a la vez continúa su formación. Yo siempre le recuerdo que "cuanto menos dependa de sus padres, más crecerá y madurará como persona". Y observo que sigue a rajatabla el consejo. 

Por otra parte, mi hija María, la del genio vivo y energía a tope, está terminando el primer cuatrimestre del 3º curso de Fisioterapia. Se toma todo con energía, con vocación de luchadora. A la vez que estudia, lleva a cabo los entrenamientos semanales que le organiza su hermano Alberto, acude al gimnasio entre semana y forma parte del grupo de teatro de Tudela al que acude todos los jueves para ensayar y preparar la obra de teatro "Mamma mía" que estrenarán el mes de junio de 2022. Ensaya los bailes, las canciones... Y estudia y pone el máximo empeño en sacar adelante el 3º curso de Fisioterapia. En febrero hará las prácticas de Fisio en Santander, en un centro que le ha buscado su hermano. Esta chica, con sus 20 años, es una moto de 1.000 cc.

Me falta por mencionar otro momento interesante. A finales de noviembre participé en "La Gran Recogida del Banco de Alimentos". Soy coordinador del Banco de Alimentos de La Rioja y me toca organizar a un grupo de personas, por turnos, en un supermercado de Logroño, viernes y sábado. Creo que lo hicimos bien, estuve presente en uno de los turnos de 12:00 a 15:00 del viernes. Me encantó el encuentro con los voluntarios que participaron solicitando ayuda a los clientes que entraban en el supermercado. ¡Qué alegría me produce descubrir, sentir, experimentar... la capacidad de entrega de los voluntarios y de las personas que ofrecen algo de su dinero para ayudar a los más necesitados!

Creo que éstos han sido los momentos/experiencias que recuerdo con más frescura. Seguro que ha habido otros, pero por hoy ya he reflexionado durante una hora y me siento más a gusto. Lamento ser un pelma para quienes seguís este blog, pero a la vez os invito a que hagáis vuestra propia reflexión acerca de los momentos más importantes que os han acaecido a lo largo de este año. Ser consciente de tu propio crecimiento personal incrementa tu autoestima, te hace sentirte vivo, te proyecta hacia el futuro y evita que cometas errores de bulto.

Os deseo a todos salud, que disfrutéis de una buena relación familiar, que tengáis muchos AMIGOS, y que llenéis de VIDA vuestro interior espiritual.

José Manuel

viernes, 17 de diciembre de 2021

¡CÓMO ESTÁN LOS PRECIOS!

 Buenas tardes/noches.

Son las18:44 del día 17 de diciembre. Escribo estas líneas forrado de ropa en el estudio de casa que da al norte. En la calle hay una temperatura de entre 1º y 3º. Oigo repicar las campanas de las torres de la colegiata Santa María de la Redonda. ¿Por qué repican? Es evidente, repican porque tocan a vísperas pues mañana es la fiesta de la patrona de Logroño, la Virgen de la Esperanza. Queda una semana para que estemos en Nochebuena. ¡Cómo pasa el tiempo, Manolo!

Centrándome en el título de este artículo: "Cómo están los precios", me viene a la memoria mi viaje del pasado miércoles a Añavieja, acompañado de mi amigo Ángel, el veterano e inquieto Ángel. 

Pero empecemos por el principio. Hace siete días recibí un correo electrónico informándome que el día 15 de diciembre era el último día para adquirir botes de cristal y tapas para embotar miel. Que a partir del día 16 iban a subir los precios. Los botes subían un 13 % y las tapas un 50 %. Un sudor frío recorrió mi cuerpo y a la vez se enervaron mis energías. Tal subida de precios la justificaban porque había subido todo, el precio de la luz, el del gas... ¡Qué sinvergüenzas! Aprovechan cualquier síntoma de debilidad para ajustar precios y reírse del trabajador autónomo, del apicultor. También aproveché el viaje para comprar 500 kg de jarabe para alimentar a las abejas cuando salgan del invierno. Tenía miedo y recelo de que también aprovecharan la circunstancia para elevar precios.

Primero viajamos de Logroño a Añavieja para coger el Terrano y el carro. Después viajamos desde Añavieja hasta Rincón de Soto para comprar los botes. En síntesis, que tuve que comprar un palé de botes de vidrio (1.900 botes) y 2 cajas de tapas (1.700 tapas). Ángel y yo invertimos 2 horas para cambiar los botes de cristal del superpalé a cajas de cartón en las que cabían 45 botes. El carro/remolque iba lleno de cajas y las cubiertas de las ruedas se aplastaban contra el suelo, pareciendo que fueran a reventar. 

¿Por qué escribo todo esto? Porque es una forma de manifestar a todos cuantos leáis este sentido manifiesto, que estoy harto de todos los que se aprovechan de los humildes, de los pobres. El capitalismo  y liberalismo político y económico sólo hacen degradar al pobre, empobrecer al trabajador autónomo y engordar a los que ya son ricos para convertirlos en obesos capitalistas.

Pero me va a suceder lo de siempre: transcurridos unos días me olvidaré de lo que he vivido, me "enchufaré" con el trabajo de preparar colmenas, de limpiarlas, adecentaré el camino de acceso al asentamiento de colmenas y... empezaré a pensar en el modo de trasladar las colmenas al asentamiento de primavera.

En mi fuero interno siento impotencia cuando narro estos hechos. Pienso que lo que me ocurre a mí le estará sucediendo a muchos otros apicultores. Cada vez será menor el margen de ganancia en la apicultura y habrá que aumentar el número de colmenas para obtener los mismos beneficios que obteníamos hace 10 años con un 20 % menos de colmenas.

¡Ay, ay! Navidad, Navidad, vamos a comer algunos dulces y a abrazar y besar a los familiares (si nos deja el COVID) y vamos a pensar que lo mejor de esta vida lo tenemos en el día a día, en nuestra familia, en los amigos. Yo estoy contento y orgulloso de mis hijos y mi relación de pareja matrimonial funciona bien porque alternamos temporadas de relación fluida, con pequeños desencuentros que activan nuestro matrimonio y no nos dejan dormirnos en los laureles. O sea, lo normal, lo que le sucede a todas las parejas que viven el día a día.

Y nada más por hoy. A ver si hay suerte y en el próximo comunicado os cuento algo interesante.

Un abrazo para todos y para todas.

José Manuel