sábado, 7 de julio de 2018

ALIMENTAR Y EMBOTAR Y NO PARAR DE TRABAJAR

Ayer, viernes 6 de julio, víspera de San Fermín, Carmen y yo marchamos hacia Añavieja. Solos, porque Alberto se quedó estudiando y María tenía un "no sé qué" que le sirve casi siempre para no venir con nosotros.
Carmen se quedó preparando los útiles para embotar, asear el obrador... Yo partí hacia el asentamiento de Los Cabos y allí me "entretuve" en alimentar a las colmenas sin alza y a algunas colmenas con alza que no avanzaban. No hay floración en el ambiente pese a las lluvias continuas que caen sobre la zona. Ha pasado el trabajo de las abejas y casi todas ellas están aburridas dentro. Así es que en cuanto abría la tapa para comprobar cómo se encontraban, las "amigas" salían al exterior directas hacia mi cara, dispuestas a mosconear y a picar. A medida que iba abriendo colmenas se iban uniendo más abejas a la "ceremonia" de acosarme. Alguna ya me picó en la espalda atravesando el buzo y la camiseta interior de manga larga. Estrené guantes de cuero y también los atravesaron. ¡Qué fenómenas, qué capacidad de hacer pasar mal el rato!
Acabé el trabajo en ese colmenar y me fui al colmenar de El Pino. A medida que llegaba pude contemplar cómo estaban las jaras en plena floración. Revisé las colmenas, los núcleos y los cazaenjambres pero tuve la sensación de que no habían avanzado casi nada, incluso algunos núcleos habían retrocedido, así es que sacudí las abejas de algunos núcleos y me los llevé a casa.
Comimos tarde, a las 15:00 y me bajé a Dévanos a retirar un enjambre que se había instalado en un arco de la base de la iglesia. El enjambre era potente, de 7 láminas grandes y dos pequeñas. Lo corté en trozos y lo fui pasando a bastidores. Allí se quedó la colmena para que las abejas que había volando en el exterior se metieran en ella. El próximo jueves, por la noche, bajaré a por ella y me la llevaré a Los Cabos.
Total que, estando en verano, tuve que alimentar a las abejas, casi 50 kg de azúcar disueltos en agua caliente y metidos en bolsas para repartirlas, una a una, en cada colmena o núcleo. Y eso que la jara está en floración.
Mientras tanto, Carmen, la tía Rosa y Maruja embotaron 121 kg de miel en el obrador, les pusieron las etiquetas a los tarros y ya están dispuestos para la venta.
Tuvimos que volver a hacer otros 50 kg de azúcar disuelto en agua para alimentarlas el próximo fin de semana porque las colmenas van a menos y es necesario que estén fuertes para la mielada que esperamos a finales de julio.
En estos días estoy en tratos con una empresa que prepara azúcar caramelizada y te la vende líquida. Es el azúcar que se utiliza para las frutas escarchadas. Sale cara, pero voy a probar a ver si da resultado y las abejas aumentan en número con el nuevo producto.
Por otra parte, ayer compré un nuevo extractor de 6 cuadros. La broma salió por 1850 € y eso que el que me la vendió me lo hizo un poco más barato que el precio habitual. El nuevo extractor es igual que el extractor grande que tenía, con lo cual se puede sacar miel a 12 cuadros a la vez y eso supone ir rápido en el trabajo. El extractor de 4 cuadros lo tengo comprometido con Víctor, aunque también me lo compran en Burgos si lo quiero vender ¡ya! A finales de este mes colocaré el nuevo extractor grande y ya resolveré con el pequeño.
Y nada más, el próximo jueves Carmen y yo volvemos a Añavieja a alimentar las colmenas y preparar el nuevo extractor, o al menos preparar el suelo sobre el que se asentará.
Un abrazo, y nos leemos en la siguiente.
José Manuel

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