domingo, 9 de septiembre de 2018

TODO IBA BIEN... Y SE AVERIÓ EL TODOTERRENO

Buenas tardes:
No sabía cómo titular este "encuentro" de fin de semana, pero como llevo "in mente" mi preocupación relacionada con una avería del todoterreno, pues ese motivo se ha convertido en primicia y título.
Este fin de semana ha sido un vivir a todo gas entre Carmen y yo. Viajamos el viernes a Añavieja después de comer. Me acompañó Samuel al apiario y allí trabajamos en El PINO durante 2 horas. Os diré, por si no había comentado antes nada acerca de Samuel, que este chico de 1º de Bachiller, 16 años y vecino de Ágreda, ha manifestado su ilusión por ser mi nuevo aprendiz de apicultor. Pues bien, trabajamos en el apiario y extrajimos todos los cuadros de las alzas que se habían producido durante las tres últimas semanas. Después volvimos a Añavieja y comenzamos a extraer miel de las alzas porque me había quedado sin cuadros ni alzas. Mi impresión de Samuel es positiva porque le veo poner ganas, escucha mis explicaciones y se ha puesto a recuperar colmenas viejas. Además tiene detrás el gran apoyo de su familia, la cual me parece que tiene muy claros los valores con los que hay que vivir en esta sociedad.
Estuvimos trabajando hasta las 22:00 de la noche y dejamos 4 alzas para el día siguiente. 
Al día siguiente me levanté pronto, de noche, y saqué la miel de las 4 alzas porque necesitaba todos los cuadros para el apiario de Los Cabos. Después volví al apiario de El Pino a sacar los cuadros de 6 alzas que no pudimos hacer el día anterior por falta de cuadros de recambio. Volví a Añavieja, descargué los cuadros, cogí más alzas vacías y a continuación fui al apiario de Los Cabos donde estuve trabajando solo durante 2 horas. En este apiario se trabaja bien y rápido porque todas las colmenas están en fila, una tras otra.
Volví a Añavieja cargado con 17 alzas. Al llegar, Carmen y la tía Rosa comenzaron a extraer la miel de las alzas que traía. También se unió Ricardo al trabajo de limpiar alzas y yo me fui a trasladar mi vieja furgoneta dada de baja a un lugar donde pudiera cargarla el camión y llevársela al desguace. Y allí empezaron mis nuevos males. Había cogido el todoterreno para arrastrar la furgoneta con ayuda de una silga. Me detuve un momento para dejar pasar a otro vehículo y en ese instante el todoterreno se quedó sin embrague. No había forma de meter las velocidades, el pedal del embrague estaba suave y no realizaba su función. Tuve que apartar y aparcar el vehículo unos metros más adelante y allí se ha quedado a la espera de que se lo lleve la grúa a un taller.
Parece como si mis dos vehículos quisieran hacer causa común, pues la furgoneta irá al desguace esta semana y el todoterreno irá al taller el lunes donde me van a meter "la pala cristiana" y me van a dejar flojo el bolsillo de euros por reparar la avería.
Por la tarde, después de comer, acabamos de sacar la miel de las últimas alzas que había traído por la mañana. Después me puse a montar el mueble expositor de cuentos que Carmen necesita para el colegio. En este mueble dediqué unas horas de la tarde y lo dejé todo preparado para llevarlo casi montado a Logroño (como no cabía en el coche, tuvimos que viajar a Logroño sacando una parte del mueble por la parte de atrás del vehículo porque medía dos metros de largo y un metro de alto.
Mientras yo montaba el mueble, Carmen limpiaba el obrador y adecentaba el lugar. 
Al final se llenaron dos maduradores de miel, uno de 120 kg y otro de 220 kg. Todavía quedaron filtrándose de miel los dos extractores y el madurador con restos de cera y de miel. Creo que el total resultante será de unos 350 kg.
Por la tarde estuvo lloviendo con ganas durante más de dos horas y esperamos que eso provoque que el brezo seco y brillante que hay en el monte se vuelva carnoso, apetecible para las abejas y productivo en miel.
Y eso es todo. Bueno, todo eso ha tenido sus secuelas porque mis dolores de lumbares, mis dolores de la hernia discal que tengo operada y las distensiones de ligamentos me han dejado para el arrastre. Dispongo de días por delante para recuperar y entrenar con la bicicleta. Hoy, por la mañana, ya he hecho 60 kilómetros y me he encontrado mejor que ayer por la noche. En una semana volveré a estar a tope, aunque mis 61 años no perdonan y ya no tengo la fuerza de la antes disfrutaba.
En síntesis: 350 kg de miel que embotaremos dentro de dos semanas, dolores de espalda para varios días y el todoterreno que tiene que ir al taller.
Un abrazo para todos y todas vosotr@s y buen comienzo de curso escolar.
José Manuel

No hay comentarios:

Publicar un comentario