Aunque han transcurrido varios días desde el pasado fin de semana, creo que es el momento de hacer balance de este HORRIBLE año apícola.
Este pasado fin de semana sacamos la poca miel que contenían las alzas de nuestras colmenas y apenas nos han dado 250 kg, que sumados a los 135 kg de miel de primavera, dan como resultado un año catastrófico a causa de la sequía. Este año ha sido de inversiones en compra de enjambres, de compra de miel y de jarabe, reparaciones del todoterreno y pérdida de MUCHOS cuadros a causa de los ratones y de la mariposa de las colmenas (polilla). Habrá que poner dinero del bolsillo para enviar a Ecuador porque ellos lo necesitan más que nosotros.
El sábado pasado por la tarde y el domingo por la mañana tuvimos que quemar los cuadros de 18 alzas porque estaban totalmente invadidos por la polilla. Fue algo asqueroso sacar docenas y docenas de cuadros infestados de telarañas, llenos de cientos de polillas.
Preparé unos colgadores artesanos para poner cientos de cuadros bajo techo, pero bien aireados, para evitar que me vuelva a atacar la polilla nuevamente. El trabajo fue ingenioso, haciendo uso de tubería de riego de 3 pulgadas desechada. Colgando cientos de cuadros, he creado un "secadero" fresco y aireado, que más bien parece un secadero de bacalao. Tiene una imagen preciosa y es práctico.
Pensaréis que soy un abandonado, pero no es así porque este verano he repasado las alzas en tres ocasiones, una a una, he eliminado toda la polilla y pensaba que estaba todo perfectamente controlado. Pero como he tardado 4 semanas en volver a repasar... me he encontrado con el desastre. A fin de cuentas, sólo ha supuesto tener que quemar 180 cuadros de cera estirada, pero en mi ánimo ha quedado un resuello de desánimo, de pensar que me paso muchas horas trabajando, intentando mejorar los asentamientos, alimentando a las abejas, manteniendo limpio el obrador y el lugar donde guardo las colmenas, tratando las colmenas contra la varroa... Y tendré que seguir porque me quedaré sin nada.
Dentro de dos fines de semana revisaré las colmenas, ¡con lupa gigante!, para ver si están infestadas de varroa y tratarlas inmediatamente.
Y por ahora nada más. Tranquilidad en familia, mis dos hijos estudiando ya en la universidad y Carmen y yo relajados.
Un abrazo, y espero poder informar en la siguiente comunicación con buenas noticias.
JManuel
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