lunes, 5 de octubre de 2020

MEMORANDUM DEL AÑO 2020

 Buen día, amigos lectores.

Como ya había prometido en mi "carta" anterior, voy a intentar hacer una síntesis de cómo se ha desarrollado este año apícola 2020. Lo voy a hacer por dos razones, en primer lugar porque puede servir de ayuda para quien lea estas líneas, y en segundo lugar porque me puede servir a mí para hacerme consciente de lo que he hecho, de mis aciertos y de mis errores.

Comencé el año recogiendo cadáveres de colmenas. Cada semana se morían varias colmenas. Al final, trasladé 7 colmenas para la polinización de los almendros. Fueron momentos muy duros porque casi me entra una depresión de caballo. Aunque bajé sólo seis colmenas, he de decir que todas ellas estaban débiles, muy débiles. He reflexionado sobre el caso y todavía no encuentro la causa de que pasase de 40 colmenas activas en verano (pero con poco trabajo a causa de la sequía) a 7 miserias en el mes de febrero. Había comprado 25 núcleos el verano anterior, pero no hubo forma de que produjeran miel ni de que se salvasen de la muerte por inanición. Traté las colmenas con oxálico, pero creo que la varroa no fue la causa de la muerte. Ahí me queda un reto para seguir investigando, reflexionando.

Compre 50 núcleos a finales del mes de marzo. Los alimenté, estuve atento como una madre con sus crías, pero las lluvias continuas de primavera, acompañadas de frío en aquellos terrenos, dieron como resultado una cosecha de 60 kilogramos. Un verdadero desastre. También he de decir que los agricultores de la zona afirman que su cosecha de almendra de este año ha sido desastrosa a causa de la humedad y del frío. Pero bueno, los agricultores tienen sus problemas y yo tengo los míos.

Traje las colmenas de Valverde a Añavieja, es decir que las pasé de estar a 950 metros de altitud a estar a 1.050 metros de altitud. No sé por qué, pero todo comenzó a cambiar pues en el mes de julio comenzó a hacer calor y, con la humedad que había en el suelo, las plantas echaron flores, especialmente la jara, las lavandas se pusieron hermosas y comenzaron a trabajar las abejas como si estuvieran poseídas por el diablo. En la primera cata de miel extrajimos 800 kilogramos. Dos semanas después extrajimos 500 kilogramos y, hace dos semanas hemos extraído 450 kilogramos.

Por tanto, buen año de miel, con colmenas potentes para encarar el otoño y el invierno. Las estoy tratando y alimentando desde hace un mes y espero que pasen el invierno sin problemas. Dentro de dos semanas las trataré con gas oxálico y esperó eliminar la mayor cantidad posible de varroas.

En cuanto a mi infraestructura, he de decir que he comprado un Nissan Terrano de 2ª mano que funciona bien, pero con el cual tuve dos problemas. Primero fue que tardaron más de 2 meses en dármelo, y me lo dieron mal reparado, con carencias. La reparación de la avería la tuve que pagar yo. Me parece que así no se debe actuar, pero quien lo hizo, bien fuera el vendedor o el taller mecánico, me dejan serias dudas como profesionales y como personas. Lo segundo que me ha sucedido es que después de entregarme el Terrano, han aparecido otras averías de las cuales no me habían informado. Vuelvo a repetir que eso forma parte de la ética o de la no ética de quienes me dieron el vehículo. Me he tenido que gastar varios cientos de euros en reparar otras averías de las cuales no me habían informado. Espero no actuar en mi vida del mismo modo que han actuado estas personas. Pero después de pasar el Terrano por mi taller de confianza, el vehículo funciona bien, sube cuestas tirando del carro cargado hasta los topes sin necesidad de poner la reductora, no consume mucho y me siento seguro con él, por ahora.

Continuando con la infraestructura, he mejorado el remolque poniéndole puertas traseras. Bueno, eso lo ha hecho mi hermano pequeño, Amancio, al cual le estoy muy agradecido. El hecho es que ahora da gusto trabajar, todo es más sencillo, más ágil, las abejas no invaden el espacio del carro... Además, mi hermano también me ha ajustado el enganche del carro al Terrano, le ha puesto el supletorio para la conexión eléctrica... Tengo una gozada de hermano.

En cuanto al almacén, he decir que he trabajado seriamente para mejorar las condiciones de almacenaje de cuadros o bastidores. Ahora es casi imposible que me ataque la mariposa y me destruya los cuadros. La obra ha sido progresiva, pero ya he colgado 800 cuadros, he barrido, el local y lo he raspado, he puesto iluminación con bombillas led que se alimentan de dos baterías de coche. ¡Es un placer trabajar en estas condiciones! Y espero mejorarlas en la próxima campaña.

Este fin de semana he mejorado el asentamiento de Valverde donde bajaré las colmenas para la polinización. He colocado palés de base. He serrado los palés por la mitad y así tengo juego para colocar 4 colmenas por palé. Estuve trabajando el sábado por la mañana (¡qué viento, que frío!) y dejé el asentamiento preparado para colocar 55 colmenas. Llevé todos los palés preparados desde Añavieja, con el remolque cargado hasta arriba y después fui limpiando el suelo de aliagas, de piedras... con ayuda de azada y un buen par de guantes de cuero. El próximo viaje al asentamiento llevaré más palés y dejaré preparado el lugar para colocar 80 colmenas.

Estoy muy orgulloso y contento porque en el asentamiento de Añavieja he podido trabajar a gusto, muy a gusto, dado que ha quedado precioso. Bueno, quedó bien montado porque me segundo hermano, Carlos, con su tractor y su pala, me allanaron el lugar y me lo dejaron tal y como yo lo soñaba entonces. El próximo invierno le pediré a mi hermano que vuelva al asentamiento y lo mejore más porque ya tengo pensado y diseñado el proyecto para colocar todas las colmenas en tres filas, mirando hacia el sur, con pasillos para moverme con el Terrano y el carro sin hacer grandes esfuerzos. Además, y esto es otro logro, el bebedero de agua de mil litros ha funcionado a la perfección en los días de mucho calor. Tengo pensado, para el próximo invierno, colocar un embudo de un metro cuadrado de superficie que me recoja las aguas de lluvia y así las abejas dispongan de agua destilada, sin cloro. Todo se andará.

Por último, he colocado sobre un pedestal de palés, un depósito de agua de mil litros y le he puesto un grifo de salida de agua. Bajo el grifo he colocado una encimera de inoxidable, con su correspondiente seno, debajo he puesto un bidón para la recogida de agua, he preparado un dosificador de jabón, un rollo de papel de cocina y una caja de plástico para depositar en ella el papel usado. De este modo, cada vez que trabajo con colmenas, con cera, con miel... me lavo las manos con jabón, me las seco y recojo el papel sin manchar mi "almacén". Estoy muy orgulloso de este toque higiénico.

No me vienen más reflexiones a la mente. Espero acabar este año con el tratamiento de oxálico y trasladar las colmenas al almendro en el mes enero.

Creo que he dedicado mi tiempo para esta reflexión y espero tenerla presente cada vez que me entren dudas o me desanime.

Nada más por ahora. Voy a preparar la comida para irme a Añavieja esta tarde porque mañana comenzamos a recoger las patatas en las fincas de mi hermano Carlos. Hay tajo para dos semanas y espero ser útil a mi hermano y dar lo mejor de mis escasas fuerzas (cada año tengo más dolores por todo el cuerpo).

Un abrazo y me leéis en la próxima, cuando os cuente cómo me ha ido con la recogida de la patata.

José Manuel

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