sábado, 1 de mayo de 2021

FRÍO, FRÍO Y ABEJAS SIN PECORAR

 Son ya dos las semanas que van sucediéndose y las abejas no aumentan población. El campo está fuerte, las aliagas florecen y brillan como no lo hacían desde hace varios años, el romero y el tomillo se dejan ver, pero las abejas no salen porque las temperaturas apenas superan los 10 o 12 grados.

Mis viajes a Añavieja se han convertido en una "romería" para dar de comer agua con azúcar a las abejas. Ya estoy harto de preparar bolsas y más bolsas. Veo el campo con fuerza, la lluvia lo ha hecho medrar, pero el frío impide que trabajen las abejas.

He aprovechado este último viaje a Añavieja para embotar la miel que sacamos de las colmenas que murieron durante el invierno. Ha sido tanto el frío en la casa que la miel se había solidificado. Tuve que poner el madurador en una habitación pequeña, con dos radiadores eléctricos a los lados, para que la miel fluyera pastosa y así poderla envasar. Luego he tenido que calentar cada bote hasta que se ha vuelto líquida y he podido retirar los residuos que se habían acumulado en la parte superior. Mucho trabajo, mucha dedicación para hacer las cosas bien. Por cierto, la miel es de brezo, negra, con un toque amargo que deja un regusto sabroso, que invita a comer rebanadas de pan tostado.

Espero volver al colmenar el próximo fin de semana, bien sea para alimentar o bien para poner alguna alza en las colmenas que han aumentado de población. Pero será después de hacer la campaña con el Banco de Alimentos de La Rioja. El viernes, día 7 de mayo, haremos varios supermercados, desde las 9:00 a las 21:00. Me toca estar en uno de los turnos de tres horas y además soy el coordinador de un supermercado, con lo cual pasaré el día atareado y relacionándome con voluntarios, cajeras y otras buenas gentes.

Mientras tanto, vamos superando el COVID19 a golpe de pedal. Hoy hemos hecho 55 kilómetros a buen ritmo pues la media ha salido a 30 km/hora. Mañana toca otra vez bicicleta, pero creo que iremos más despacio y podremos conversar entre los ciclistas. El virus no tiene cabida en mi cuerpo y con la primera dosis que ya me pusieron cabalgo con fuerza por las carreteras.

Y nada más por hoy. Invito a todos los apicultores y amantes de la naturaleza a que disfruten de los días buenos, de salir al campo sin mascarilla, incluso a sentir los picotazos de abejas como una buena sensación, la sensación de que seguimos vivos y es bonito estar en este mundo haciendo cosas para crecer como personas y para ayudar a otros a crecer.

Un abrazo.

José Manuel

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