sábado, 4 de mayo de 2024

EL HOMBRE ES EL ÚNICO ANIMAL QUE TROPIEZA DOS VECES EN LA MISMA PIEDRA

 El título al que hace referencia esta "crónica" no es exacto, pero puede servir para el caso.

Ved, sino, la necedad del que os narra lo acontecido estas semanas, es decir lo que me ha acontecido a mí. Cuando hice el primer viaje de colmenas cerré 24 cajas para cargarlas en el carro. Pues bien, cuando iba a cargar la número 24 se me ocurrió cargar dos núcleos en lugar de esa colmena. Y no me acordé de que había cerrado la piquera. Una semana después fui a hacer otro viaje de colmenas y me quedé sobrecogido cuando descubrí que había dejado cerrada esa colmena durante siete días. Levanté la tapa de la colmena y descubrí una capa de abejas muertas de 5 cm de altura. Era mi mejor colmena, la mejor, la más poblada. Y yo la había asfixiado. Estuve toda la semana lamentándome y diciéndome que no volvería a cometer más errores, que pensaría las cosas dos veces antes de darlas por acertadas.

Pues bien, dos semanas después, ayer mismo, volví a cometer otro error por no reflexionar. Sucedió que, al revisar las colmenas para ponerles alza, una de ellas tenía 2 realeras a punto de nacer. Como era una colmena muy poblada, quería ponerle alza. Pensé (sólo por unos instantes) que aquellas dos realeras podían deshacer la colmena, provocar una enjambrazón y... No pensé más, no fui consciente de que aquellas dos realeras eran un regalo de la Providencia y las aplasté. Después continué revisando colmenas y poniendo alzas a las colmenas fuertes. Llegué hasta una colmena muy poblada de abejas pero de comportamiento extraño. Saqué un cuadro y descubrí que era una colmena zanganera, fuerte de abejas, pero sin reina. En ese mismo instante fui consciente de mi error, de mi falta de reflexión. Si no hubiese aplastado las dos realeras, una de ellas me podría haber servido para facilitar reina para esa colmena. Continué poniendo alzas y llegué hasta otra colmena en la que sucedía lo mismo que en la anterior, es decir, estaba llena de abejas pero no tenía reina. Aquí podría haber puesto la segunda reina que había aplastado. Volví a casa con la sensación de que había perdido el día, la mañana y había viajado 250 kilómetros para cometer un "abejicidio".

No me quiero autodestruir haciendo más comentarios. Lo que narro tiene finalidad didáctica para que otros, vosotros, vosotras, reflexionéis en vuestro trabajo con las abejas y no toméis decisiones precipitadas, aunque os agobie el mal tiempo o el viento fuerte (ese fue mi caso).

Por otra parte, estoy satisfecho del trabajo de este año. Eso por el momento, luego ya veremos. Tengo puesta el alza a 50 colmenas y espero añadir algunas más el próximo fin de semana porque el campo tira, hay floración y las abejas progresan.

Y por hoy ya tengo bastante. He confesado mi "mea culpa". Espero que en próximos escritos narre algo positivo que os pueda servir a los lectores y que a mí me haga sentir que soy un apicultor medianamente bueno.

Nos leemos en la próxima.

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