Hola, amigos:
Seguramente que el encabezamiento os ha dejado un poco
extrañados. Así es que doy paso a una explicación que quizá os pueda servir para
hablar con vuestros hijos, o para vosotr@s mism@s.
Ayer estuvimos en Añavieja embotando los últimos 300 kg de
miel de brezo. ¡Una pasada de miel! Es oscura, con retrogusto amargo, de
asimilación rápida. ¿Qué os voy a decir yo que soy el “productor” de nuestra
maravillosa miel?
Hoy, domingo, nuestro hijo Alberto ha participado en la
prueba de duatlón de Valdegastea. Y de ahí nace el título de esta colaboración.
Ha terminado la prueba un poco agotado, pero la ha terminado. Ha sido el primero en su categoría cadete y eso le ha llenado de orgullo y de perspectiva de futuro. En este tipo de
pruebas hay que ser un buen deportista,
bien entrenado en bicicleta y en atletismo (La prueba ha consistido en 5 km de
campo a través, 23 km de bicicleta de montaña y 3 km de campo a través).
El año pasado, por estas fechas, en nuestra familia había
mucho desconcierto, angustia, tensión, lloros… porque nuestro hijo Alberto
estaba en plena adolescencia, desatado, desconcertado. En Navidades vinieron a
visitarlo los suspensos en matemáticas e inglés. No había forma de que se
centrara él y le ayudáramos nosotros. ¡Qué malos ratos pasamos durante esos
meses!
En Semana Santa, fue el propio Alberto quien nos dijo que
quería entrenarse para el triathlon. Dejamos que se buscase entrenadores,
equipo… lo que fuera, pensando que esa fiebre se le pasaría y quedaría todo en
agua de borrajas. Pero no fue así, Alberto contactó con Iván, presidente de
Triathlon Rioja, y partir de ahí todo se fue organizando en su cabeza y en su
vida. Iván fue un referente positivo para Alberto porque le orientó, le
permitió ir a entrenar a la piscina los viernes por la noche y… ¡Gracias, Iván, qué te voy a contar que no sepas!
Acabó el curso y Alberto acabó aprobando todo, gracias a las
ayudas y apoyos externos fuera de clase (las famosas clases particulares).
Ha iniciado el curso 4 de E.S.O. y Alberto está más centrado.
Tiene el horario estructurado, no tiene tiempo para perderlo. Forma parte del
Club de atletismo Rioja Añares, y está siendo entrenado por Ángel Alti, al cual
le tiene el máximo respeto y sigue sus directrices al pie de la letra. Continúa
entrenando en la piscina los viernes por la noche y sale en bicicleta los
sábados y domingos con su padre (conmigo) y algunos deportistas de Triathlon
Rioja. El tiempo que le queda es para ir dos días a apoyo en matemáticas y en
inglés, otros ratos para estudiar piano y… el resto es para aprovechar el tiempo organizándose los estudios y
responsabilizándose.
El año pasado por estas fechas vivíamos un disgusto tras
otro. Un año después, hoy mismo, vemos más abierto el horizonte de nuestro
hijo. A los hijos les sobra tiempo, pero necesitan organizárselo para sacarle
el máximo rendimiento.
El título de este rollo que os he soltado guarda relación
con nuestra historia familiar. Si las abejas obtienen la miel a base de mucho
esfuerzo, también nosotros, nuestros hijos, todos… debemos poner el máximo empeño y la
máxima organización y disciplina para sacar adelante lo que nos proponemos y…
para SER FELICES. Y volviendo al tema de las abejas, os debo recordar que la miel que producen está cargada de energía. Yo la tomo todos los días, acompañada de unas 20 gotas de propóleo líquido que hemos elaborado nosotros (todo natural, sin conservantes ni componentes extraños).
Bueno, lo dejamos por hoy, ya os contaré más cosas en el próximo correo. Recibid un abrazo y sed felices, que la vida es bonita aunque a veces cueste creerlo. JManuel

Alberto en el podio, con su atuendo ciclista

No hay comentarios:
Publicar un comentario