domingo, 11 de abril de 2021

FIN DE SEMANA CATANDO MIEL

Este fin de semana, es decir la tarde del viernes y hasta la media tarde del sábado, mi esposa Carmen y yo estuvimos sacando la miel de las colmenas que han muerto durante el invierno. Carmen no venía a Añavieja desde el 28 de diciembre y casi le extrañaba nuestra casa.

Ocupamos la tarde del viernes en organizar el obrador, en poner cera nueva los cuadros, en fregar suelo, baño y utensilios del obrador para garantizar la comodidad del trabajo y la higiene del proceso.  Metí las alzas llenas de cuadros de miel "solidificados" en un habitáculo pequeño, les puse calefacción de aire a toda marcha y confié en que a la mañana siguiente la miel estuviera fluida para ser extraída. Estuvimos trabajando hasta las 10 de la noche en los preparativos.

El sábado, a las 7:00 de la mañana, nos pusimos a la tarea y fuimos retirando cera de los cuadros, pasando la miel a través de dos filtros para garantizar su limpieza y cargando las alzas con cuadros ya trabajados en el remolque que metí en la antesala del obrador. El trabajo nos llevó hasta las 12:00, momento en el que acabé de cargar el remolque con las alzas y todos los complementos que necesitamos para la extracción. Yo creo que obtuvimos, aproximadamente, 130 kg de miel. Poca cosa si tengo en cuenta el número de colmenas que habían muerto.

Después recibí la visita de Javi, el segundo aprendiz que tengo este año. Le enseñamos el obrador, vio cómo trabajábamos, la limpieza con la que se desarrollaba el trabajo... Después bajamos al almacén donde guardo las colmenas, las alzas y el resto de materiales. Le di 12 alzas viejas, pero útiles, y unos 100 cuadros de cera estirada para que los pusiera en las alzas. Espero que su proceso de aprendizaje sea constante, que invierta tiempo en hacerlo todo bien, con orden, con limpieza, con santa rutina y aprovechamiento. No me gustan nada los aprendices que caminan por la vida "por arreones", que un día se comen el mundo y al siguiente no tienen ánimo ni para levantarse de la cama.

Después, Carmen y yo comimos tranquilamente y nos pusimos a limpiar el obrador y los útiles usados durante la extracción. Tenía pensado ir al apiario de Valverde a colocar alzas a algunas colmenas, pero como estaba lloviendo decidimos organizar bien la casa y preparar alzas para ponérselas a las 35 colmenas que probablemente traeré al apiario procedentes de La Rioja. El próximo martes volveré a Añavieja a poner alzas a las colmenas fuertes, es lo menos que puedo hacer si quiero evitar enjambrazones y que mis abejas vuelen a otros lugares.

Hoy ha llovido en Añavieja y el pronóstico del tiempo anuncia que en esta noche del domingo al lunes la temperatura va a caer por debajo de los ceros grados. Aprovecharé el martes para visitar las colmenas a mediodía, que es el momento en el que las temperaturas que anuncian serán más amables.

Eso es todo. Como podéis comprobar, se trata de rutina, disciplina, orden y limpieza. Todo lo que no sea eso, además de saber trabajar con las abejas, esta condenado al fracaso.

Un abrazo a los que seguís la lectura de este "escrito de lamentaciones".

José Manuel

No hay comentarios:

Publicar un comentario