lunes, 9 de octubre de 2023

RECIBIMOS LA VISITA DE DOS ÁNGELES

 El lunes de la semana pasada - 2/10/2023 - nos vinieron a visitar a casa los dos grandes artífices (entre otros) de las Casas de los Niños de Sucumbíos (Ecuador): Pedro Luis (carmelita) y Gladis (directora de las Casas).

Fue como un ramalazo de aire fresco, un impulso a nuestras pequeñas aportaciones. Como ya le escribí al P. Fidel y le dije: "Por aquí han pasado dos ángeles". Y lo que digo es cierto, y así lo sentimos mi esposa y yo. Las dos almas nos hablaron de sus experiencias, de la dureza del compromiso que les tiene arrobados en aquella misión, y de la alegría y entusiasmo que ponen en la tarea. ¿Cómo no sentir en nuestro fuero interno el mensaje y los testimonios que nos aportaron? Lo dicho: fue un regalo.

Así es que Gladis y Pedro Luis, Pedro Luis y Gladis, ¡GRACIAS POR VENIR A MANTENER VIVA NUESTRA FE y nuestro pequeño compromiso con vosotros! Sois dos ángeles. Repito, sois dos ángeles y no sentimos felices de disfrutar ese aleteo que transmiten vuestras vidas cuando habláis, cuando testimoniáis.

Volviendo al tema de las abejas - de lo nuestro -, este fin de semana hemos embotado 280 kg de miel, toda de brezo. Ya hemos vendido cerca de cien kilos y esperamos poder seguir vendiendo. Y todavía disponemos de mucha miel almacenada en dos maduradores, y cientos de kilos de miel envasada en tarros de cristal.

El domingo por la mañana me acerqué al asentamiento para ver cómo estaban las colmenas y me quedé asombrado positivamente pues todas las colmenas estaban repletas de miel y de cría. En la anterior cata de miel les quité el alza de miel y cuatro cuadros de la colmena, de abajo. ¡Y habían vuelto a llenar los 4 cuadros de miel! Esto es indicativo, a mi modo de entender, de que en primavera dispondremos de muchas abejas y de miel. Eso siempre y cuando llueva en primavera.

También descubrí, para mi desgracia, que el camino de acceso a las colmenas había sido destrozado en algunos puntos. Las huellas que aparecían marcadas en el suelo del camino eran de un vehículo todoterreno de grandes dimensiones (las huellas dejadas por el neumático medían 80 centímetros de ancho). Había roto algunas rejillas de hormigón que yo había puesto en los lugares del camino que están muy destrozados para facilitar el acceso al asentamiento. Creo que la razón es evidente: fueron a coger setas, níscalos... después de las lluvias. Como disponen de un vehículo gigante, no tienen inconveniente en arrasar y destrozar lo que se ponga por delante y por debajo porque sus ruedas son inmensas. Así es que tendré que volver a poner nuevas rejillas de hormigón, pesadas y resistentes, las cuales me permitirán el acceso al asentamiento.

Y nada más por hoy. El fin de semana del 21 y 22 de octubre volveremos al pueblo para cocer toda la cera que hemos sacado de la extracción de la miel y con ella elaborar nuestras propias láminas de cera nueva. Creo que disponemos de más de cien kilos de cera y eso nos dará margen para hacer ¡muchas láminas!

Un abrazo a nuestros lectores y, ¡hasta la próxima!

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