Son las 8:15 de la mañana y estoy un poco mareado, pero necesito escribir estas notas después haber hecho un poco de oración.
Ayer, a esta misma hora, estaba entrando en quirófano para ser operado de hernia inguinal. ¿Por qué?
Pues porque este verano, con motivo de la exposición fotográfica tan bonita que se hizo en Añavieja (la protagonista fue Silvia, la terremoto) colaboré llevando unas pacas de paja a las escuelas (lugar donde se hizo la exposición). Al cargarlas, como pesaban mucho porque se habían mojado, las cogí al vuelo y las cargué al remolque (2 metros de altura) como si aún tuviera los 18 años, que era la época en que cargábamos las pacas al vuelo, como si tal cosa, con mi tío Nicolás. Y claro está, se reventó la malla que protege mi intestino y salió un bulto hermoso. He estado con este bulto desde agosto hasta ayer (¡qué agilidad de servicio de salud!, diréis).
Bueno, la operación se iba a realizar con anestesia epidural, pero al llegar a quirófano me dijeron que como me estoy inflitrando infliximab en boxes cada 6 semanas y eso crea inmunidad para la anestesia epidural, pues era necesaria anestesia total. Así es que me quedé dormido totalmente y luego estuve grogui hasta el mediodía. Cuando me desperté estaba mareado y con ese mareo continué todo el día, hasta las 21:30 que me dieron el alta para irme a casa.
Me acabo de levantar y sigo mareado, con ninguna gana de juerga ni de fiestas.
Lo bueno es que ya me he operado de un tema y sólo me queda el otro, la operación de menisco de la rodilla derecha (el jueves pasado me dijeron que es una rotura en toda regla). Me han dicho que debo esperar un mes para poder operarme de menisco, pero ya estoy en lista preferente de operación (llevo 3 meses de espera).
En fin, que la Providencia me está poniendo a prueba entre la colitis ulcerosa, lo otro y lo otro y lo demás allá. Así es que me digo a mí mismo: "José Manuel, ten paciencia que para mediados de marzo ya estarás bien y enjambrando colmenas".
Y eso es todo. Observo que este blog me sirve de desahogo personal cuando debiera servir para tener comunicados e informados a todos los que sois colaboradores y simpatizantes de Añamiel y de su causa altruista con Ecuador. Perdonadme mis miserias y mis rollos peloteros, pero en este momento necesitaba escribir algo para liberar tensión y no podía hacerlo con bolígrafo porque me mareaba.
Cuando esté mejor y menos mareado os contaré algo hermoso que está empezando a nacer referido a un nuevo apicultor joven que inicia sus pasos conmigo, mi amigo Víctor, más conocido en la contornada de Añavieja como el "Zumillo".
Os escribo en otro momento porque estoy empezando a marearme.
José Manuel
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