jueves, 25 de julio de 2019

ESTAMOS EN ECUADOR

Buenas noches:
Se me había olvidado comentaros que Carmen, Alberto y María iban a vivir la experiencia de ser acogidos en Ecuador, en la misión de Sucumbíos, que comprende Cascales y otros lugares cercanos.
Pues bien, el lunes los llevé desde Añavieja hasta el aeropuerto de Barajas, lugar desde el que emprendieron vuelo hacia Quito.
No os voy a hacer más preámbulos. Os copio las dos cartas que me enviaron Carmen y Alberto en respuesta a la que yo les envié.

Hola Manuel:¡Qué alegría recibir tu carta...!Nuestro viaje hasta Cascales fue largo, 24 horas. Después del vuelo de 11 horas, nos estaba esperando Pedro Luis y, en coche, 5 horas más viajando hasta Cascales, por una carretera en lo que todo eran curvas y muchas muy cerradas y con muchos tramos en los que no había asfalto, o había desprendimientos… 
María estuvo casi todo el viaje muy mareada. A pesar de todo un viaje muy rápido y cómodo para las condiciones del país.
Al llegar a casa de Gladis, todo fue amabilidad y una estupenda acogida. Su casa es un "palacio" si la comparamos con lo que vemos alrededor. Nos esperaban con la cena preparada y nos enseñaron la casa para que estuviéramos muy cómodos. Nos dieron las llaves para poder salir y entrar cuando quisiéramos. Nos fuimos agotados a la cama.
Hoy nos hemos levantado sin prisas, a las 8:30 h. Lo primero hemos ido a la casa con los mayores, con los abuelos. Estaban preparando "desinfectante", un jabón líquido, para vender en la feria del domingo, porque el viernes empiezan las fiestas, y quieren sacar algo de dinero para financiar la fundación. Luego hemos estado con los abuelos bailando y comiendo.
Por la tarde hemos estado en la casa de los niños, dónde casi todos son indígenas…; allí es donde elaboran el yogur. Hemos jugado y bailado con los niños y otra comida. Luego nos hemos quedado charlando con las dos maestras responsables de la casa. Ha sido muy interesante conocer la dura realidad que viven allí.Qué realidades tan distintas a las nuestras…
Bueno lo dejo ya, yo te escribo desde el móvil, mañana les daré a leer la carta a Alberto y María, para que te cuenten ellos sus sensaciones.Un beso muy grande.Carmen    
 Hola papá:
Han pasado ya 2 días y medio desde que nos despedimos. El viaje se hizo largo, al final habíamos pasado unas 23 horas despiertos y yendo de un lado para otro.La primera impresión nada más abandonar del aeropuerto fue una sensación de insignificancia ante las montañas que nos  rodeaban.
El conductor elegido por el misionero por ser uno de pocos que le transmiten seguridad del pueblo ya empezó a poner nerviosa a mi hermana por su forma de conducir.Tras subir a los 4100 metros para cruzar los Andes, en seguida nos cayó la noche y lo que hubiera sido un viaje entretenido contemplando el paisaje de selva que se venía fue un eterno recorrido entre curvas y zonas de peor asfalto.
A la hora o así nos tuvimos que parar en una cola de coches para cruzar un puente provisional. El antiguo puente se lo había llevado una riada unos 10 días atrás.Del resto del viaje poco más puedo aportar, sólo pequeños detalles que ya te van chocando y preparando para lo que nos íbamos a encontrar al llegar a nuestro destino. 
Una vez llegados al destino nos alojamos en la casa de Gladis. Una cálida acogida y tras cenar y hablar un rato nos fuimos a la cama porque no había ganas para mucho más.
Día 2, ya en Ecuador, nos dirigimos a la iglesia y centro de día del municipio. Cascales es un pueblecito de la zona norte de Ecuador en la provincia de Sucumbios. Es pequeño y está atravesado por la carretera, que es la única calle asfaltada. Los puestos y comercios están en su mayoría a lo largo de la carretera y podría intentar describir la pobreza y estado de todo pero no sabría hacerlo de la manera adecuada. 
Llegados al recinto del proyecto de los ancianos, vimos que estaban sentados debajo de una tejabana haciendo desinfectante (jabón de suelo en España) con la ayuda de unos voluntarios. La mañana fue amena, hicimos gimnasia de movilidad y unos bailes tradicionales. Tras todo esto comimos en el comedor una sopa con patatas y hojas verdes acompañadas de un plato de arroz con pollo, que es el plato estrella de aquí por su bajo coste económico. 
Después de comer fuimos a La casa de los niños que se encuentra a las afueras de la localidad. Estuvimos jugando con los niños, unos 30 o más, y pasando la tarde organizada por los mayores. Después de eso merendamos arroz con pollo.La forma de tratar con los niños aquí es supercercana y solo hizo falta una tarde para que los niños más atrevidos ya se despidieran de mí con un abrazo. Algunos de ellos te cuentan cosas de casa que te ponen los pelos de punta por su situación y lo normalizada que está. Además algunos de estos niños viven en la selva en comunidades y ésta es una de las pocas ocasiones en las que salen y conviven con niños del pueblo.
Tengo mil cosas que contar y expresar mejor pero las pocas ganas que me quedan unidas a escribir desde el móvil me hacen saltarme cosas y no describir bien todo. Supongo que cuando nos veamos te contaremos todo con más detalle.
Este viaje nos va a servir para ver otra realidad y saber lo privilegiados que somos en España.Un abrazo muy fuerte. Con cariño. Alberto.

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