Acabo de recibir correo desde Ecuador y lo hago público. Mi familia está en plena vorágine de horario continuo y esfuerzo. Eso es bueno, sobre todo si se hace como servicio a los demás.
Hola Manuel:
Desde que dejamos Cascales, estoy sin wifi, así que tengo que pedir datos a los hijos para mandarte este correo.
Llevamos ya 5 días agotadores de campamento. Primero el viaje nocturno de 16 h., una paliza, luego desayuno, nos acomodamos y a la playa, baño y a comer, mini descanso, y nuevo paseo por la playa, esta vez sin baño porque la marea estaba alta; regreso, ducha y lavar cabezas con champú antipiojos..., cena y actividad... reunión de educadoras y a dormir, por fin en cama.
Así todos lo días, ayer montamos unas tiendas de campaña, hechas con plástico y dormimos allí; agotador, el mal dormir, la dureza del suelo...
Me sorprenden los niños de aquí, son como todos, disfrutan, hacen trastaditas, se pelean entre ellos, metiéndose unos con otros...pero cuando les llamas la atención, ninguno te contesta y te hacen semicaso, como todos...unos buenazos.
Los niños y niñas son muy cariñosos, se acercan a ti, juegan, se abrazan...
Con las educadoras, al despertarnos nos damos los buenos días con un beso y un abrazo...un ambiente muy cálido.
Ayer tuvimos reunión de educadores y estuvieron contando las realidades de cada casa, especialmente la de Guayaquil, la cual no nos da tiempo de conocer...
Tuvimos que contar algo de las abejas y María contó que todo el trabajo lo realizas tu y nosotros sólo ayudamos...
Luego una de las educadoras me comentó que se notaba que María te quería y te admiraba mucho.
Hoy te hemos llamado por teléfono, pero no has cogido, eran las 3:30 h.
Podíamos quedar para hablar por teléfono o por WhatsApp, si quedas con Rosamari o Carmen. Sino teléfono, que nos dejan Pedro Luis o Gladis.
Espero sacar otro ratito para contarte más cosas, aunque el cansancio y el no parar no me dejan.
Muchos besos.
Carmen
No hay comentarios:
Publicar un comentario