Buenas tardes a todos y a todas.
Sirva este comunicado para informaros que ya estamos lanzados con los grupos de refuerzo escolar de los niños y niñas que han pasado la pandemia en sus casas.
El grupo de los mayores tiene una composición desigual pues hay niños de 9, de 10 y de 11 años. Mañana se incorpora la última niña y el próximo lunes tendremos dos grupos de 8 y 8 niños respectivamente.
La metodología es innovadora respecto a lo que es un curso normal de escuela pues trabajamos cálculo y problemas de la vida diaria. Eso les hace sentirse relajados a la vez que participativos. Eso en cuanto a los mayores de edad, que son los alumnos con los que trabajo yo. Mis dos compañeros voluntarios que trabajan la lectura comprensiva - Sara y José - también los veo contentos y muy implicados en el trabajo.
El grupo de pequeños está integrado por 11 niños de diferentes edades, comprendidas entre los 6 y los 8 años. Hay niños que están aprendiendo a leer con dificultades y eso requiere de un acompañamiento casi personalizado (algo difícil de llevar a cabo si tenemos en cuenta que todos llevan mascarillas), y otros niños ya saben leer y calcular con cierta soltura.
El trabajo en sí no nos agobia porque casi todos los materiales los habíamos preparado antes del verano. Mi esposa, Carmen, continúa preparando materiales por las tardes, cuando volvemos a casa. La veo encantada porque por lo menos tiene contacto con niños, algo que no había podido desarrollar durante los meses de confinamiento de marzo a junio en los que ha trabajado todos los días con contacto con sus alumnos a través de online.
Es una experiencia extraña porque recibimos a los alumnos y todos llevamos mascarilla en clase. Nos lavamos las manos antes de escribir en la pizarra. Mantenemos una distancia de 2 metros en el aula. Las ventanas de las aulas están abiertas y hay oxigenación plena. Al final de las dos horas de refuerzo se realiza la limpieza e higienización de las aulas. Cada día entran dos madres diferentes y limpian y desinfectan las mesas, las sillas, el suelo... para que al día siguiente no haya problemas de contaminación.
Bueno, eso es todo por ahora respecto a las clases de refuerzo. Una experiencia extraña en la que sólo hay 8 niños por aula, las aulas son grandes y espaciosas. Me pregunto: ¿qué sucederá en septiembre cuando se inicie el curso y las consejerías de educación permitan que haya más de 20 alumnos por aula? Yo me atrevo a dar la respuesta ya: SE VA A PRODUCIR UN CONTAGIO GENERALIZADO QUE ACABARÁ EN PANDEMIA. Demos tiempo al tiempo y esperemos que no suceda.
Por otra parte - y hablando ya de abejas - mis colmenas están funcionando muy bien, trabajan las abejas desde las 6:00 hasta las 11:00 (hay temperatura suave) y por la tarde trabajan de 18:00 a 22:00, cuando las temperaturas bajan. Todo funciona bien.
En este momento tengo 14 colmenas débiles, a las que les falta crecer. Tengo, además, 30 colmenas que tienen un alza y están creciendo, y 22 colmenas que tienen dos alzas y algunas de ellas estoy a punto de ponerles la tercera alza.
La visión del colmenar, el emplazamiento que he ido creando a lo largo de este año y la localización y ubicación de las colmenas... es algo que me enorgullece. Además, he ido podando las ramas de las encinas que invadían el camino de acceso al colmenar y ahora se transita cómodamente por el lugar.
Si a ello añado que el vehículo todoterreno que he adquirido recientemente funciona con potencia (aunque con algunos ruidos en las suspensiones delanteras), eso me hace pensar que este verano va a ser un regalo: dando clases, atendiendo abejas...
Y nada más por ahora. Disfrutad de la vida, del día a día, de vuestras amistades, de vuestra familia, de vuestro trabajo y de SENTIR, EXPERIMENTAR, VIVENCIAR que merece la pena hacer cosas para crecer personalmente y paras hacer crecer a nuestros congéneres.
Un abrazo y feliz día.
José Manuel
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