jueves, 25 de marzo de 2021

¿TRATAR CONTRA LA VARROA? ¿ALIMENTAR? ¿CÓMO ACTUAR?

 Paz, sosiego, tranquilidad, encuentro con uno mismo. Es lo que deseo a todos los que leéis este blog y es lo que me deseo a mí en cada momento. 

Quiero dejar claro que el blog no pretende ejercer de "influencer". Dios me libre de ser un corrompedor de conciencias y crear opinión. No, lo mío, lo que aquí escribo, no tiene como finalidad hacer públicos mis éxitos o mis carencias, es más bien un lugar de encuentro, de transmisión de información para que los que lo lean puedan aprovechar de mis experiencias, de los pocos éxitos y conocimientos que tengo acerca del mundo de la apicultura.

Dicho esto, he planteado en el título que encabeza este escrito dos preguntas que me hago y que, la verdad sea dicha, me tienen confuso. Voy con la primera.

Ya sabemos que la varroa es el parásito que está acabando con la vida de las abejas y con la paciencia y la economía de los apicultores. Si no practicamos el tratamiento adecuado en los momentos precisos, nos quedamos sin población de abejas. Eso lo comprobé el año pasado. Para evitar que se volviera a repetir, invertí en 1000 € en la compra de un generador y de un vaporizador. El año pasado traté a mis abejas al final de la temporada de otoño, antes de entrar en el invierno. Las colmenas estaban potentes, muchas de ellas estaban muy fuertes. Les di un "chute" de oxálico vaporizado, las alimenté durante varias semanas y... Ha pasado el invierno y me encuentro con la desgracia de que 1/3 de las colmenas se ha muerto, están vacías de abejas, y las que han quedado vivas están débiles. He inspeccionado las colmenas muertas y me he encontrado con la sorpresa de que los cuadros están llenos de miel, de que cada colmena puede llegar a tener hasta 10 kg de miel, pero que no hay abejas. Mi maestro Íñigo me dice que la colmena se ha vaciado porque estaba llena de varroa, que la tenía que haber tratado en dos ocasiones antes de iniciar el invierno. ¿Tratarla en dos momentos, separados 10 días entre un tratamiento y otro tratamiento? Es una de mis dudas. Por otra parte, he hablado con un apicultor veterano, que además es veterinario de Aragón, y me lo ha confirmado diciéndome que "tus colmenas entraron en el invierno cargadas de varroa y con abejas viejas". Ante mis dudas y mis preguntas, este veterinario me ha dicho que el año pasado analizó una de sus colmenas potentes, la trató con oxálico y fue recogiendo los cadáveres de las varroas que fueron muriendo en días sucesivos. El resultado final - comprobado científicamente y contando las varroas - es que en la susodicha colmena contabilizaron 4.330 varroas. ¡Qué barbaridad! Se supone que aún quedarían algunas varroas.

Comento esta incidencia por si puede servir de algo a los apicultores que  estén leyendo este blog. He decidido que, cuando termine la cata o cosecha de primavera (a finales de mayo) y traslade las colmenas a mi pueblo, les voy a sacar toda la miel que tengan, tanto en las alzas como en las colmenas. Dejaré la colmena vacía o con poca miel y a la vez comprobaré que no hay casi nada de cría o huevo en las colmenas. En ese momento le meteré un "chute" de oxálico vaporizado para matar las varroas. Una vez tratadas, las alimentaré con tortas de proteína y fructosa para que las reinas comiencen a poner huevos. Un mes después comienza la floración de otoño en mi pueblo (lavanda, encina, brezo) y espero que para entonces las colmenas estén a tope de abeja joven y a la vez no haya mucha varroa. Cuando termine la temporada de miel de otoño (hacia finales de octubre y noviembre) les sacaré toda la miel que pueda para que quede la colmena vacía y sin cría. Nuevamente les meteré otro "chute" de oxálico en vapor y a continuación las alimentaré durante varias semanas con tortas de proteína y con fructosa en forma de líquido.

¿Qué sucederá con este plan? El próximo año, en marzo, comprobaré cuántas colmenas han muerto en invierno, cuántas siguen vivas y cómo están de fuertes. Quiero intentarlo una vez más. Es mejor probar un remedio u otro, antes que estar lamentándome de mis desgracias.

Por otra parte, he decidido probar a hacerme mis propias tortas de alimento proteínico porque alimentando sólo con fructosa las colmenas no entran en el invierno con fuerza y las reinas no ponen la suficiente cantidad de huevo. Será una nueva probatura que haré este año. Espero que en los próximos comunicados o escritos os indiqué cómo me está yendo. Si el tratamiento y la alimentación que aplique me funcionan, os indicaré cómo hago las tortas alimentarias, los ingredientes y sus proporciones.

Y nada más por hoy. El próximo lunes les meteré una torta a cada colmena y una bolsa de alimento, además de ponerles una tira de tratamiento por ver si consigo eliminar varroas  para que la floración del romero y del tomillo, que se va a producir a partir de mediados del mes de abril, sea fructífera.

Un abrazo para todos y todas y nos vemos en el próximo comunicado.

José Manuel


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