miércoles, 27 de junio de 2018

CAMINAR, REINVENTARSE, DESCUBRIR LO POSITIVO

Han transcurrido 10 días desde el accidente de bicicleta de nuestro hijo Alberto y parece que ya vamos asimilando que todo vuelve a "recolocarse". Desde el viaje de angustia que vivimos el sábado, 16 de junio, montados en el coche camino de Santander, en silencio, digiriendo las palabras de la policía municipal: "Su hijo ha tenido un accidente con la bicicleta, se encuentra hospitalizado en urgencias en el hospital de Valdecilla y la situación presenta carácter poco agradable", hasta hoy; vamos dando pasos, asimilando que su labio ya no tiene los puntos externos porque se los han quitado, que Alberto es capaz de comer-tragar con autonomía (todo triturado y batido), que esta semana comienza el estudio maxilofacial para arrancarle los dientes (varios) que están sin enraizamiento con el hueso, que... Dios sabe lo que le espera. Y mientras tanto está en casa, estudiando para examinarse de las materias que están pendientes.
Volviendo al tema de las abejas, diré que el fin de semana pasado visité el asentamiento 2, el de Los Cabos y las abejas estaban de mal genio, de muy mal genio. Alimenté a las colmenas que no tenían alza y miré por encima el resto de colmenas. Debían de pensar que les iba a robar o a hacerles daño porque me cosieron a aguijonazos, me llenaron los guantes de picotazos. Creo que el motivo es que en aquella zona ha desaparecido todo tipo de floración, las abejas están sin trabajo, recogidas todas ellas en sus respectivas colmenas y se defienden cuando un visitante se acerca a ellas. Habrá que esperar hasta finales de julio, momento en el que empezará a florecer la lavanda y, espero, el brezo brillará en su esplendor.
En el asentamiento 1 los núcleos pasados a colmenas y los núcleos con pequeños enjambres procedentes de los enjambres capturados van desarrollándose poco a poco. Puse 14 alzas a varias colmenas y alimenté a muchas otras colmenas y núcleos con jarabe. Espero que en estas fechas la jara provoque que las abejas aporten polen a las colmenas y las reinas pongan muchos huevos para crear algunas colmenas más disponibles para trabajar la lavanda, el brezo y la encina. Mientras tanto sólo queda alimentar y alimentar.
Este próximo fin de semana volveré a alimentar a las colmenas sin alza (creo que en torno a 50) y extraeré cuadros de las colmenas con alza más potentes.
De todo lo que voy viviendo en estos azarosos 10 años de "apicultor" aficionado, echo de menos no conocer a fondo los lugares donde ubico los asentamientos de abejas. Si supiera con exactitud cuándo comienza la floración de cada uno de los tipos de plantas de la zona, podría obtener mejores resultados y trabajar más tranquilo.
En fin, que seguimos caminando y, como escribía en el título de este escrito: nos reinventamos e intentamos descubrir lo positivo.
Un abrazo.
José Manuel

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